Veintiuno

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-Eso es nuevo-comento el Gran Sacerdote, metiendo su fría mano bajo la camisa del supremo-y...¿que trato seria ese?

Un esfuerzo mayúsculo era el que hacía el Supremo,para permitirle al Gran Sacerdote, hurgar bajo sus ropas. Trataba de mantener la cabeza lo más fría posible y dominar la  repulsión que ese contacto le causaba.

-yo me entregó a usted,pero a cambio quiero tres cosas-dijo finalmente con la voz tan clara y firme como le fue posible.

-tres condiciones-exclamó el Gran Sacerdote y con violencia,lo giró hacia él-¿te crees muy importante para venir a exigir tres condiciones?

Las manos de Daishinkan sobre sus brazos lo lastimaban,pues estaba aplicando una fuerza desmedida,que le arranco un quejido.

-¿cual es el problema?-inquirió el shin-jin tratando de sonar relajado-seguirá siendo bajo las reglas de su juego.Seré suyo por mi voluntad,pero contra mis deseos ¿no es así como tiene que ser?¿no es así como usted dispone que sea?

El Gran Sacerdote lo miro fijamente,como si tratara de adivinar qué pensaba aquel pequeño shin-jin,que tenía entre sus manos. Se dió una idea de que condiciones podían ser claramente y la verdad poco le importaban.

-dime ¿cuales son tus condiciones,Shin?-le dijo liberandole los brazos para tomarlo por la cintura y llevarlo más cerca de él.

-primero no debe lastimar al señor Bills ni a Merlot,tampoco a Kibito ni al antepasado de ninguna forma,ya sea directa o indirectamente-le dijo mientras la nariz de Daishinkan le olfateaba el cuello-la segunda quiero saber qué pasó con el ángel Whis...

Al oír aquello el Gran Sacerdote, apartó su rostro del Supremo para verlo a los ojos, con una expresión bastante intimidante.

-¿y desde cuando te preocupas por él?-le pregunto,mas no obtuvo respuesta lo que lo llevo a apretar la cintura del Supremo al punto de arrancarle un grito de dolor.

Desde el otro lado de la cama,
Zamasu observaba la escena con una expresión de asco y rabia. ¿Como un ser tan detestable como ese podia ocupar un cargo tan alto entre los dioses? De haber podido hacerlo lo hubiera atacado,pero en esa miserable forma que tenía no podía hacer nada. Nunca espero realmente que Shin tomará en serio sus palabras y se pregunto si ese Supremo Kaiosama, podría manejar realmente la situación.
Le parecía tan pequeño y frágil que al menor contacto,a ratos,
parecia que iba a romperse por eso la acción que vio que este hacia lo tomo por algo más que sólo la sorpresa.

Los brazos de Shin estaban libres aunque los había mantenido tan apegados a su cuerpo como le era posible hasta que un acto súbito los subió hasta el cuello de Daishinkan y como un acto de desquite lo besó. Si,él lo besó.

Por primera vez él, se atrevió transgredir a ese mounstro robándole el control,eso que tanto disfrutaba el Gran Sacerdote, él se lo quitó en esa sencilla y simple acción que realizó contra todo lo que aquel sujeto le provocaba. Introdujo su lengua en esa boca que le era como las fauces de una bestia inmunda de hálito repelente e intentó,desesperadamente, apoderarse de algo de Daishinkan. Lo que fuera por más mínimo que fuera.Quería robarle algo,el aliento al menos y por último cuando hubo acabado de depositar en ese beso todo su desespero, le mordió el labio inferior hasta lograr sentir la sangre en su paladar.

El desconcierto se apoderó del Gran Sacerdote. Esa sensación era nueva para él,por primera vez no sabía cómo reaccionar o que decir,pues no sólo fue algo que de ninguna manera considero llegará a ocurrir,sino que también le causó un ligero temblor ajeno a la sorpresa. Aún pasmado miraba al Supremo kaiosama,entre sus brazos,que le veía fría y tranquilamente con un delgado hilo de sangre que le colgaba de la boca.

-¿que pasó con el ángel Whis?-reitero el supremo kaiosama.

Esa pregunta lo devolvió a la realidad ¿qué más podia haber en ese beso que la demostración de que hablaba en serio? Era sólo eso,un intento desesperado de conseguir lo que tanto quería;
asegurarse de que sus seres estimados estuvieran a salvo.

-no está vivo-le dijo el Gran Sacerdote -pero tampoco está muerto.Digamos que está en un lugar muy lejano,desde donde no va a regresar-señalo limpiando con sus dedos la sangre en la barbilla del shin-jin.-y la tercera condición ¿cual es?

El Supremo mantuvo estoico. Por sus ojos no pasó ni un pensamiento o emoción,algo que no dejo de llamar la atención del gran sacerdote.

-tres semanas-exclamó de pronto Shin- deme tres semanas y seré suyo como y donde usted disponga...

-¿tres semanas?

-esto no es facil para mi,va en contra de todo lo que creo,asi que le ruego me de tres semanas.

El Gran Sacerdote lo miro con duda un instante.Por último se encogió de hombros y se dejó al Supremo en libertad.

-esta bien,pero también tengo tres condiciones-le dijo -primero no puedes dejar este planeta bajo ninguna circunstancia,segundo no puedes tener contacto con Bills o Merlot y la tercera te la dejó diré en su momento ¿aceptas?

-si,acepto-dijo como firmando su sentencia de muerte.

- tienes tus tres semanas-le dijo- y otra cosa...mañana volveré por otro-añadió llevándose la mano a los labios.

Una vez de fue,el Supremo se desplomó sobre el piso.

-eres tan noble Shin-le dijo Zamasu-te sacrificas tanto por el bien de otros y ¿para que?.Bills no va a corresponderte sólo porque le de vuelvas su amado ángel y en cuanto a él,pues tal vez ni siquiera vuelva a buscarte.Esta situación es ridícula: el ángel enamorado del supremo,el supremo enamorado del dios y el Dios enamorado del ángel ajjajaja parece un mal guión de novela romántica-se burlo Zamasu.

El Supremo no contesto, en cambio, comenzó a vomitar.
Al ver eso,Zamasu casi sintió un leve remordimiento por estarse burlando de él. Seguramente hizo acopio de todas sus fuerzas para resistir todo ese tiempo sin descomponerse ante el Gran Sacerdote,tenia mérito por eso.
No supo muy bien porque,pero le puso su mano sobre la espalda,quizá porque él, también vivió esa sensación espantosa o quizás porque no le gustaba verlo así. No le dió importancia al asunto,solo lo hizo.

-oye Zamasu dijiste que ibas a ayudarme,pero nunca me dijiste que querías a cambio-le dijo el Supremo, poniéndose de pie mientras se limpiaba la boca con el dorso de la mano-dijiste también que el cuerpo de Kibito estaría bien por ahora,eso quiere decir que planeas tomar un cuerpo mejor en el futuro,de seguro uno muy poderoso como el del señor Goku o bien el del propio señor Bills,pero yo te ofresco uno mejor

-¿cual?-preguntó Zamasu un tanto confundido.

-el de Daishinkan-le dijo el supremo mirando exactamente hacia donde estaba él.

-entiendes que yo no he renunciado a mi plan de cero humanos ¿verdad?-le dijo la fusión aunque no supo porque le dijo eso.

-ese es otro asunto,ahora responde¿estas dispuesto a ayudarme si o no?

-con esa recompensa ¿como podría rehusarme?-le respondío.

-el ángel Whis está vivo de alguna manera,s9lo necesito que me diga donde está y una vez los sepa tú entrarás en acción-le dijo el Supremo Kaiosama- dejando a Zamasu bastante confundido.

La expresión facial del shin-jin era la mezcla perfecta de la tristeza y la determinación.El día llegó a iluminar el templo,pero una sombra había llegado a apoderarse del corazón del Supremo Kaiosama.

  "No"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora