❪ 五 ❫ Celos

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Estaba celoso. Maldición, lo estaba.

Asqueroso You. Lo odiaba. A él y a su subnormal forma de ser y a esa personalidad metiche. Odiaba que fuera así, odiaba que hubiera besado a Gakushuu en frente de sus narices, y más odiaba que este solo lo hubiera mirado mal y seguido con sus cosas de presidente del consejo estudiantil.

¿Pero qué onda con él?

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—Akabane, eso no fue nada, en serio. Tú mismo sabes cómo es Miyagi, no hay que tomarlo en serio. Además, no es como si pudiera armar escándalos por esa tontería. A mí también me molestó pero... —volvió a explicarse por cuarta vez ese día, cada ocasión en la que lo hizo el pelirrojo solo lo ignoró. No de forma grosera, solo evasivo. Pero eso le incomodaba, claro que sí.

Sin embargo, en casa de su novio, la actitud indiferente había cambiado, convirtiéndose en una que poca veces veía: atenta y muy cariñosa. Era raro.

—No importa, Gakushuu. Es verdad, solo era una tontería. Disculpa por haberte ignorado —le dijo acariciando el torso de su mano con dulzura y sonriéndole un poco. Le era difícil saber si mentía, el pelirrojo actuaba muy bien.

¿Entonces qué demonios...?

Karma no era tonto ni bipolar. Sí, seguía molesto con eso, mas sería estúpido montarle una escena de celos al serio y maduro chico pelinaranja.

Si se volvía una bestia que lo reclamaba con gestos salvajes Asano lo mandaría a darse una vuelta por la cuadra 'Mierda', así que debía emplear otros métodos.

No importaba si Gakushuu se sorprendía por eso, iba a ser una sorpresa buena. Todo por demostrarle que era mejor que el rata de Miyagi.

Ambos se encontraban en la cocina, él preparaba una ensalada de repollo y pasas y Karma le daba los toques finales al bistec. En la televisión habían puesto Got Talent —ahora un grupo de chicas rapeaban defendiendo el feminismo y el poliamor— ya que era una pequeña 'tradición' de los jueves cuando pasaban el programa.

El mayor se resignó con el asunto. Lo dejaría pasar y ya vería.

Las preparaciones terminaron a la par que aparecía un hombre escuálido jurando poder tragarse una espada, mientras ellos tomaban asiento en un pequeño sillón donde estaban rodilla contra rodilla.

Karma comenzó a comer con algo de ganas, a la vez que soltaba una que otra risa de vez en cuando. Asano solo procuró mantenerse tranquilo y atento al otro.

—Gakushuu —lo llamó y al obtener su atención le retiró el plato con algunas sobras y lo colocó en el piso, a falta de algún buró—, tienes un poco de salsa —indicó la comisura de su labio, mas como raspó la equivocada Karma se acercó a su rostro y la retiró por él.

Solo que su método era algo atrevido.

El pelirrojo acunó su mejilla y se acercó para lamer la comisura derecha, logrando que el pelinaranja necesitara apretar sus puños para no sonrojarse cual niño virgen de trece años. Karma se separó con una sonrisa y sin desaprovechar el tiempo se subió encima de él, antes empujándolo para que se recostara en el estrecho espacio.

Gakushuu no entendía muy bien los cambios de actitud. Se dejó hacer por su novio porque este se veía en sus cabales, no como si se hubiera convertido en una bestia que de repente lo sometería con sexo rudo y frío porque 'Esta persona es mía, joder'. Sin embargo esos cambios de actitud lo desestabilizaban.

Karma era lento y delicado. Besó efímeramente los labios del contrario, dando repetidos pero cortos besos, con una ternura que pocas veces sacaba a flote. Pasó a su cuello, dejando suspiros en este que le hacía aguantar el retorcerse, luego, mientras que con el brazo izquierdo aguantaba su peso, utilizaba la mano derecha para juguetear con los mechones que tenía cayendo por las orejas y nuca, logrando erizar por completo la parte derecha de su cuerpo.

Sorprendido pero no satisfecho por las extrañas reacciones que el pelirrojo le sacaba, agarró los pliegues de la camisa de Karma e intentó sacársela. Este lo dejó hacer mientras acariciaba los contornos de su torso.

Gakushuu no estaba para juegos preliminares, quería acción, quería que Karma se desvistiera de una vez y que pudieran repetir lo de la noche anterior. Él dentro del pelirrojo y este jadeando su nombre, durante varias rondas.

—Karma, ya, quítate la ropa.

Comenzó a desabrocharse el cierre de su pantalón y a bajarlo un poco. Él no debía desnudarse por completo.

—No, Gakushuu —habló contra sus labios en un tono pícaro—. Esta vez me toca a mí.

El pelinaranja por poco palidece por eso. No, no, no. Karma no se la metería. Empezó a reírse nervioso.

—Akabane, no.

—Akabane, sí. Las últimas tres veces fuiste tú el activo.

—Tampoco pusiste mucha queja. Lo estabas disfru-

—Claro. Por eso quiero hacerte disfrutar también.

El pelinaranja se sonrojó por eso. Le molestaba que Karma se volviera tan bueno con las palabras en ese tipo de ocasiones.

El pelirrojo se levantó y lo agarró por los hombros, obligándolo a moverse a la habitación. Por dentro Gakushuu maldecía su suerte, seguía sin aceptar el hecho del todo bien.

Karma 'lo sentó' en la cama y terminó por retirarle los pantalones, procedió a lo mismo con la camisa negra que llevaba. El pelirrojo sonrió al verlo casi desnudo y volvió a subirse encima de él, todo para demostrarle que él era mejor que You.

¿Y qué decir? Karma tenía toda la jodida razón del mundo. Lo disfrutó, y no solo una vez. Jodida la resistencia del pelirrojo también.

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—¿Me explicas porqué estabas tan cariñoso y ahora vuelves a ser un borde?

—¿Lo disfrutaste, Gakushuu?

—Sí.

—Eso es todo lo que quería escuchar.

—Oye, no me has contestado la pregunta. ¡Akabane! No, no de nuevo... Oh, mierda.











❝ Infusión de naranja y fresa ❞┊ASAKARUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora