DOS |Bury a friend|

1.6K 136 35
                                    

Esa vez perdió Camila, recuerdo que repitió más o menos diez veces que no quería tener nunca hijos, era un asco y un karma tener que pasar por nueve meses una tortura y luego de eso ver a algo que creció gracias a ti, tuvo un severo trauma gracias a esa vez.

DATAZO:

La escritora está un poco borracha, pero aunque haya tenido un viaje astral minutos antes, su cuerpo esté totalmente frío y con muchas ganas de estar en Dubai, está un poco consciente, así que no se preocupen.

●●●

El aire estaba frío, se quedó en mi cuerpo, inundó cada parte de mi ser, se quedó conmigo por un largo tiempo. No me podía mover, solo veía, estaba paralizada. Mi mente estaba jugando conmigo, sentía que movía en cámara lenta alguna parte de mi cuerpo, en mi mente estaba pasando, pero la realidad era otra; aunque intentara moverme, el cuerpo no respondía. 

"¿Qué quieres de mí?"

No tengo nada que ofrecerte, mi alma está rota y ya no tiene fuerza, no te servirá de nada, déjame en paz.

Tenía tanto pánico que estaba olvidando cómo respirar, me sentía ahogada y creía que en algún momento mi corazón iba a dejar de latir. Por más que intentaba mi cuerpo no respondía, el techo se volvió más interesante de lo normal, había una telaraña justo al lado del bombillo, estaba segura que se reía de mí, nunca había visto sonreír a una araña y mucho menos había escuchado el sonido de su risa, pero era obvio que no se parecía en nada a la de los humanos. El silencio me dejó sorda, tenía miedo, no podía temblar pero mis ojos demostraban cada sentimiento al cual mi cuerpo no podía responder.

Una corriente pesada me estaba acompañando, los párpados se convirtieron en rocas, tenía miedo de cerrar los ojos por si algo pasaba, por si alguien me llevaba.

"¿Por qué no huyes de mí?"

No sé cómo describir lo que sentí, pero estaba dentro de mí. Se estaba robando mi cuerpo, sentía que algo más estaba en mí. La corriente pesada iba cambiando en duo con los ritmos de mi corazón. Se quedó neutra, cerré los ojos, la sombra negra estaba apoderándose de mí, poco a poco como si no me estuviese dando cuenta. Mi alma era cada vez más pesada y ahora me costaba abrir los ojos. 

Vete de mí, por favor, déjame ya.

"¿Qué te estás preguntando?"

Un aroma a café se adentró por mis fosas nasales, un aroma a mi niñez; un aroma a mi madre.

Era ella, estaba conmigo.

No podía hablar ni aunque lo intentara mil veces, aun así le hice la pregunta con la esperanza de que lo que estaba conmigo en ese momento me escuchara.

"¿Madre?" Dije en mi mente y sentí que algo se desprendió de mi cuerpo, aún no podía moverme pero me sentía menos pesada.

"¿Qué sabes?"

La sonrisa de mi madre se quedó en mi mente y me pude tranquilizar un poco. Una luz blanca con celeste se acercó lentamente a mi rostro, no era una luz grande, podría compararla con una luciérnaga, sólo que esta tenía el sonido de la voz de mi madre grabada en ella.

Seguía la luz con mi mirada hasta que desapareció. Cerré los ojos y me quedé dormida.

●●●

3 de abril, 2016.

11:30 a.m

Había tanto sol que no lograba abrir los ojos con normalidad, los rayos de luz radiante se quedaban estancados en la ventana, eran tan fuertes que llegaban a mis dedos. Tal vez el sol quería calentarme un poco, pero aún así mis manos permanecía frías. El ruido del tráfico me ponía de mal humor, las personas de la ciudad siempre son así, afanadas y sin un poco paciencia ¿Por qué tienen tanta prisa?, al final de todo vamos a morir, de nada les sirve correr, van a terminar enterrados o cremados. Ridículos.

Anxiety. |Caché|Where stories live. Discover now