Capítulo V Quiero la vida eternamente

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Soy un chico común y corriente.

Mi nombre es Prudente.

Me diferencio de los otros chicos por mi temor a la muerte,

No quiero morir quiero la vida para siempre,

La quiero eternamente.

Me alejo de la gente,

De los riscos, precipicios y vertientes.

Me alejo de donde un peligro pueda percibir,

De los lugares donde creo poder morir.

Me distancio de las cosas a mi alrededor.

Prefiero que me tachen de perdedor,

No tener amigos y que la soledad sea mi única acompañante

A que sea asesinado por un traidor o maleante.

Viviré a cualquier costo

Así de mi huyan por causarles susto.

No les daré ni un segundo de mi tiempo,

Les obligare a darme hasta su último aliento.

La sociedad es mi tormento.

Viviré lejos de su sufrimiento.

¿Qué me ocurre?

¡Algo malo me sucede!

Voces resuenan en mi mente

¿Perezco lentamente?

No entiendo que intentan decirme

¿Mi tiempo de vida se acabó hace una semana aproximadamente?

¡Me desvanezco!

¡Desfallezco!

¡No...! ¿morí...? Y reclaman mi cuerpo.

Creí que, si me cuidaba, a la muerte podría burlar.

Pero ahora entiendo que de la muerte nadie se puede salvar.

Que desde que nacemos, y respiramos nuestro tiempo se comienza a agotar

El momento de morir no se puede evitar.

DELIRIOS DE UN POETAWhere stories live. Discover now