Min Yoongi se encontraba más que nervioso, hoy vería a Seokjin. Siendo ya la hora en la que acordaron verse, Yoongi estaba puntal y sentía que su corazón en cualquier momento se saldría de su pecho al ver como el castaño que había robado un pedacito de su corazón cruzaba la calle para llegar a el pequeño café en donde habían acordado encontrarse. Aún desde la distancia podía ver lo resplandeciente y único que era Seokjin, verlo era todo un espectáculo que solo hacía alterar su frágil corazón.
Seokjin abrió la puerta de la cafetería ubicada en una zona algo alejada del tumulto y las excentricidades de Seúl. Mirando al frente para buscar a Yoongi, a quien encontró rápidamente ubicado en la zona de las ventanas del local, se acercó a la mesa y Yoongi se levantó rápidamente con la intención de saludarlo con un apretón de manos, hasta que se dió cuenta que eso no estaba en los planes de Seokjin, quien lo saludó con un beso en la mejilla haciendo que sus rodillas flaqueen.
¿De verdad había cruzado por su pensamiento no lavarse esa mejilla?
— Hola gatito — Seokjin era tan descarado. — H-hola Seokjin — la piel lechosa de Yoongi pasó a un rojo intenso, estaba apunto de morir.
Se sentaron en la pequeña mesa de dos y empezaron a hablar de temas triviales, música, sus carreras y cosas que para algunos sonarían algo aburridas. Seokjin sabía que algo estaba mal en su interior cuando casi golpea a él camarero por interrumpir la magnífica forma de hablar de Yoongi, estaba embelesado con las mejillas sonrojadas del pequeño, quién en su intento de hacerle conversación balbuceaba sus preguntas.
De verdad le encantaba el gatito que tenía al frente.
Terminaron su café y salieron caminando con rumbo desconocido.
Seokjin sentía que iría demasiado rápido si le tocaba la mano a Yoongi, mientras que Yoongi tenía la necesidad de abrazar al castaño.
— ¿Así que soy el crush del gatito más guapo de todo internet? — Seokjin se estaba burlando de él.
¿Porqué le encantaba oír ese apodo cuando se lo decía él?
— Y-yo... ¿Te incómoda que la gente d-diga eso? perdón de verdad, es que no pude evitarlo, te v-ví y-y me gus..
fun fact: Yoongi avergonzado = persona que no mide sus palabras y solo hace un vomito verbal.
— ¡Yoongi estaba bromeando!, de verdad si sigues así solo vas a hacer que mi corazón salga de mi pecho, dios necesito abrazarte — Seokjin hablo rápidamente deteniendo el paso, abrazándolo con firmeza y colocando el mentón en su hombro, haciendo la posición un tanto extraña, pero cómoda.
Yoongi sintió su corazón (que estaba latiendo a más no poder) latir aún más rápido.
Duraron mucho tiempo abrazados, sintiendo el calor del otro en esta cálida estación de Seúl. Seokjin sintió ronronear a Yoongi y su corazón desbordó felicidad.
De verdad quería protegerlo de todo.
Al separarse una sonrisa brotó de los labios de Yoongi, haciendo que se vean sus pequeñas encías, ya para ese momento Seokjin no pudo aguantar más. Su mente decía, bésalo y él siempre le hacía caso a sus instintos.
Yoongi se sonrojó fuertemente al tener a Seokjin mirando fijamente sus labios.
¿A-acaso lo quería...besar?
Sus preguntas fueron respondidas cuando sintió los labios de Seokjin posarse suavemente con los suyos, marcando un leve ritmo. Para Yoongi esto era un sueño, tener los labios de Seokjin besándolo como si fuera lo que más quería en el mundo lo tenía en un leve estado de shock.
Mientras que Seokjin estaba en un transe, la forma en la que él sentía que sus labios y los de Yoongi se conectaban era mágico, nunca había sentido nada parecido y eso lo aterraba un poco.
Estuvieron un rato así, repartiéndose de vez en cuando leves piquitos para calmar sus respiraciones, era mágico. Seokjin se separó un poco y dio por concluida la escena, alejándose para admirar a Yoongi. La forma en la que él tenía los labios levemente hinchados, tomando un color cereza mientras que sus mejillas se teñían de un color carmesí. Yoongi era hermoso y de eso no tenía duda pero sentía todo como un sueño, como una novela en donde los jóvenes tienen una aventura de verano y las cosas se dan demasiado rápidas e intensas.
Este pensamiento hizo que Seokjin frunciera levemente el ceño, él no quería una aventura con Yoongi, de verdad quería intentar algo con el dueño de sus suspiros hace meses. La manera en la que esperaba un mensaje de él pálido, cuando se emocionaba cuando hablaban por video o cuando le mandaba algunos regalos.
Seokjin sentía algo muy bonito y no quería que acabara.
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