Poema XXVI - Ella

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Cuentan leyendas de sus cabellos
capaces de desatar tormentas,
que son tan lacios como bellos,
¡oh, dama, no mientas!,
¿son esos ojos reflejos de los cielos?,
¿y esos labios que en rojo acrecientas?
Que es perfección celestial la tuya,
oh, dama, muéstranos la dulzura.

Con premura el marinero avanza
para no perder la visión,
y aunque grande sea su tardanza
lo compensa con una canción,
"¡oh, dama, conmigo danza,
te mostraré que es real mi pasión!",
pues don Soneto ama el reflejo,
en sus ojos, del mar ideal espejo.

Cantar del Marinero Sagaz - La Leyenda PerdidaWhere stories live. Discover now