🍷𝗔𝗹𝗶𝗰𝗲 𝗶𝗻 𝗪𝗼𝗻𝗱𝗲𝗿𝗹𝗮𝗻𝗱🍷

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Abro levemente los ojos, pero los vuelvo a cerrar al ser cegada por la luz que hay a mi alrededor. 
Me pesa el cuerpo y la cabeza, como si hubiera sido arrollada por un camión al menos unas 50 veces.

Estoy desorientada. ¿Qué había sucedido? ¿Dónde me encuentro?

Poco a poco logro abrir los ojos y me quedo viendo el techo de mi habitación...¡estoy en mi habitación!
Me toma un par de intentos pero logro sentarme en la orilla de la cama y dejo que el mareo que siento se disipe poco a poco, mientras respiro profundo.

Pequeñas y rápidas escenas vienen a mi mente.
La imagen de la pelea en el callejón...Olliver estaba ahí... el collar que Kol y me había regalado en el suelo y...¡la mordida!

Toco mi cuello  de inmediato buscando, esperando sentir la piel abierta y podrida, pero no hay nada, estaba completamente bien mi cuello, sin marca de la mordida. 

¿Cómo era posible? 

Miro a mi alrededor tratando de descifrar si esto es o no es un sueño , o si acaso estaba muerta y esto era mi propio infierno, el limbo o algo así.
Pero me sorpresa se hace aún mayor al ver que Kol Mikaelson estuviera sentado en mi sillón, y lo peor es que está viéndome.

Ay por Cade.

— Sé lo que estás pensando — es lo primero que dice — Pero estás bien, no es un sueño ni estás muerta. ¿Cómo te sientes?

A pesar de mi expresión de estar desconcertada él se muestra aliviado porque siga con vida.

—Un poco...mareada — logro decir aún procesando que esté ahí 

— Claro, debes de estar hambrienta — se levanta del sofá y va a lado de la puerta donde hay una pequeña hielera — tuvimos que rebuscar por todo el apartamento, las tenías muy bien escondidas.

Saca una bolsa de sangre y me la entrega, puedo notar el plástico frío en mi mano, por lo que confirmo que no estoy soñando.

— ¿Qué pasó? — pregunto abriendo la pequeña abertura que tiene la bolsa (estas para meter los tubos de intravenosa pero servían muy bien para beberla por ahí) — ¿Cómo es que no...?

— ¿Moriste? — pregunta terminando la oración por mi

Asiento mientras siento el líquido invadir mi boca. Realmente jamás había sentido tanto alivio al estar bebiendo sangre. 

— Bien... — empieza volviéndose a sentar en el sillón con la hielera a sus pies — Cuando vi que no regresabas de tu llamada empecé a preocuparme, incluso pensé que me habías dejado plantado — ríe ligeramente a penado rascándose la parte detrás del cuello — pero salí a buscarte y es cuando te encontré inconsciente en el callejón. La mordida se veía muy mal, como si te la hubieran dado desde hace días, lo cual no tenía sentido, ya te veías completamente pálida y tu frente estaba perlada en sudor. Murmurabas y balbuceabas cosas sin sentido.

Me estremezco de solo imaginármelo, extrayendo hasta las últimas gotas de sangre que quedan en la bolsa. 
Kol toma una A+ y me la pasa antes de continuar con su relato. 

— La sangre de Klaus es la cura para una mordida de licántropo.Por lo que te llevé con él de inmediato.

—¿La sangre de Klaus es la cura para las mordidas? — pregunto interrumpiéndolo, hasta donde todo el mundo sobrenatural sabe no hay cura

Asiente.

— Solo hay algunos pocos que lo saben —  sonríe sarcástico  — Para tu suerte estamos viviendo en la misma ciudad y estás saliendo con su hermano.

— No estamos... 

Pero me interrumpe antes de que acabe.

— Lo extraño fue que la mordida no sanó de inmediato como pasaría normalmente. De alguna manera el veneno era más potente y letal. Tuvimos que primero drenar la mayor parte del veneno de tu cuerpo primero.

Cierro los ojos y recuerdo los cortes que sentía en mis brazos. Debe de haber sido ese momento. 

— Cuando empezaste a sanar fui yo quien te traje a casa  — su sonrisa se vuelve tímida  — Pensé que si despertabas sería mejor que fuera en un lugar que conocieras. y te cuidé hasta que despertaste. De eso hace unos dos días.

Asiento un poco perdida, recordando lo que había visto mientras estaba bajo los efectos del veneno.

— ¿Por qué estas haciendo esto? — pregunto en voz baja recordando al Kol con mirada de animal sobre mi cuello

— ¿Hacer qué? — dice confundido ante mi pregunta

— El ser amable conmigo... — cierro los ojos y una pequeña lágrima cae de mi ojo al sentir nuevamente esa vieja herida volver a abrirse.

Pero Kol se desconcierta un más y se levanta ahora sentándose a lado mío.

— ¿Pasó algo más? — pregunta no sabiendo muy bien que hacer y lo entiendo. Es la primera vez que lloro enfrente de alguien que no sea Sue.

Respiro profundo limpiando mis mejillas, asiento ante su pregunta.

— Recordé esa noche... — digo aún con la sensación de pesadez en mi pecho — La noche en que mataste.

Si me concentraba podía recordar con todo detalle cada parte de lo que había pasado y el cómo me sentí en ese momento. 
Kol se remueve un poco incómodo ahora recordándolo también.

— ¿Por qué estás haciendo esto Kol? ¿ Porque sientes que tienes alguna deuda o un sentimiento de responsabilidad conmigo? — vuelvo a preguntar más seria y fría que antes

— ¿Eso es lo que piensas? ¿Para sentirme bien conmigo mismo? - su tono de voz dice que está ¿dolido? por lo que dije

Me encojo de hombros porque ni siquiera yo sé que es lo que pienso.

— Lo hice porque en verdad me importas, [TN]. Eres la primera de mi linaje y la única que me agrada en esta ciudad ¿recuerdas?

Rio sin mucha gracia ante su comentario.

— Y  a diferencia de muchísimas personas que pertenecen a mi linaje a ti te conozco personalmente — intenta seguir dándome argumentos 

Asiento aunque la verdad ya no tengo muchos ánimos de seguir hablando.

— Creo que... — divago un poco  — tomaré una ducha, y dormiré un poco antes de ir a darle las gracias a Klaus por lo que hizo.

Kol asiente bajando la mirada ante mi cambio de tema. 

— Descansa — es lo último que dice antes de salir de mi habitación y mi departamento.

Me dejo caer en la cama, invadiéndome un gran sentimiento de frustración y tristeza, y volviendo a sentir las lágrimas volver a inundar mis ojos.

Era tiempo de regresar del  País de las Maravillas en el que había estado antes de ser mordida por Olliver.

 Lo que fuera que estaba surgiendo entre Kol y yo había llegado a su fin.

Incluso antes de haber comenzado.

El Primer Linaje ᵏᵒˡ ᵐDonde viven las historias. Descúbrelo ahora