07|《Teddy Lupin》

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"I was off
Keying cars parked on radium lawns"

**

—Edward Remus Lupin, queda arrestado por homicidio voluntario.

Los aurores entraron sobtadamente en la casa que compartian Teddy y Victoire. La rubia gritó y se abrazó a su prometido.

—¿Qué está pasando? —preguntó la Weasley.

—Victoire Weasley, aléjese ahora mismo del criminal —dijo uno de los aurores, y al ver que la rubia no tenia intención de separarse, la empujó contra su voluntad.

Teddy suspiró pesadamente y se entregó a los aurores.

—Te llevaremos al Ministerio para un juicio rutinario —le informó la voz cantante del grupo.

Victoire, aún recuperándose y con lágrimas en los ojos, exclamó:

—¡No puede llevárselo!

—Claro que podemos, estamos bajo las órdenes de la Ministra.

A la rubia se le hundió el mundo. Sintió el sabor de la traición en sus amargos labios. Su tía Hermione había mandado a aquel puñado de aurores a detener a su prometido, a detener a Teddy, el mismo que ella junto a Ron, Harry y Ginny habían criado desde que era un bebé.

—Eso es imposible, Teddy no ha hecho nada.  —susurró la chica  sollozando —. ¡Están cometiendo un error!

—Siento informarle de esto, señorita Weasley, pero este indeseable de aquí presente ha matado a un hombre inocente a sangre fría.

—¡Miente! ¡No tienen ninguna prueba! ¿Me escuchan? ¡Ninguna!—gritó Victoire, y después, mirando a Teddy, añadió—: Cariño, diles la verdad, diles que están equivocados, diles que tú no has hecho nada.

El chico, apartó su mirada de la rubia, y con lágrimas cayendo por sus mejillas, dijo:

—No puedo, Vic, porque ellos tienen razón, soy culpable.

Y dicho eso, los aurores salieron arrastrando con ellos a Edward Lupin. Victoire se sentó en el sofá, sin poder reaccionar a lo que acababa de pasar, sintiendose miserable.

(...)

Se escucharon algunos golpes en la puerta, y Harry, Ron, Bill y Fleur entraron en la habitación apresuradamente.

—¡Victoire, estás bien! —gritó su madre, y corrió a abrazarla, pero ella no le devolvió el abrazo.

—Se han llevado a Teddy —susurró ella mirando a los adultos de la sala.

—Lo sabemos, Vic, tenemos que ir al Ministerio —le informó Harry, y agarrándola del brazo, se teletransportaron a una gran habitación de mármol.

Las lámparas colgaban del techo, y las paredes grises estaba frías. Allí había unas cuantas personas más, entre ellas, Ginny, que lloraba desconsoladamente, Charlie, George, Angelina, Percy y Audrey. También estaban presentes todos sus primos y hermanos. Dom, al verla, se acercó a ella, y también llorando, la abrazó.

—Tranquila, Vic, todo se solucionará, y podréis casaros en Hogwarts, como lleváis años planeando.

Albus y James, también se acercaron a ella, con los ojos llorosos, y Lily se unió poco después con su pelo pelirrojo despeinado y una mueca en el rostro.

—No entiendo que está pasando, es Teddy, él no mataría ni una mosca. —se derrumbó Lily, y James la rodeó con el brazo.

—Conozco a ese chico desde que nací, yo no me creo que haya asesinado a alguien —añadió Albus con el cejo fruncido.

Un silenció incómodo invadió el grupo. Ninguno tenía ánimo para hablar. Al fin y al cabo, Teddy era una persona importante para todos, y la situación en sí, les parecía surrealista.

—¿Tú sabías algo de esto, Victoire? —le preguntó James mirándola a los ojos.

La francesa negó con la cabeza.

—No, no me puedo creer que esto esté pasando de verdad. ¿Dónde estamos? ¿Qué hacemos aquí?

Ron, que se había acercado a los chicos lentamente, apareció por detrás de la rubia, y suspirando pesadamente, dijo:

—Estamos esperando el juicio de Teddy.

En ese momento, Hermione Granger, con su traje implacable, entró por la gran puerta de la sala.

—Está todo listo —informó con una sonrisa triste a su familia.

Victoire, al verla, empujó a su hermana, que ya intuía que iba a hacer, a un lado, y se acercó peligrosamente a la Ministra.

—¡Tú!! —exclamó.

Hermione, como todo profesional, levantó a la cabeza, y la miró a los ojos.

—¿Pasa algo, Victoire?

Esa pregunta, no hizo más que enfurecer a la Weasley.

—¡Tú eres la culpable de que Teddy esté en esta situación! ¡Tu mentiste y les dijiste a los aurores que vinieran a por él!

Bill, llegó justo a tiempo para sujetar a su hija.

—Te equivocas, Victoire. Yo no mentí. Existen pruebas de que el único culpable de su situación, es él, nosotros solo nos encargamos de hacer justicia.

Los ojos de la francesa se inundaron de lágrimas, y empezó a luchar contra su padre, que la envolvía con sus brazos protectoramente.

—¡Mentirosa! ¡Mentirosa! ¡No te quiero ver, mentirosa! —gritó Vic fuera de control.

Hermione, solo inspiró profundamente, y salió por la puerta por la que había entrado.

—Victoire, no le vuelvas a hablar así a tu tía, un poco de respeto —le dijo Bill mientras la abrazaba.

Victoire negó con la cabeza.

—No se merece respeto, ella condenó a Teddy.

(...)

Edward, estaba sentado en medio de todos los funcionarios del Ministerio. Algunos lo miraban con terror, otros con curiosidad.

—Empieza el juicio de Edward Remus Lupin —determinó Hermione Granger, en su puesto de Ministra, mientras golpeaba un martillo sobre la mesa.

Los minutos pasaron con tremenda lentitud, el jurado, hacía preguntas a Ted, y él, respondía cada una de ellas. Finalmente, y cansada de la situación, la Ministra, confrontó a el chico.

—Señor Lupin, ¿es usted culpable del asesinato de un hombre?

Teddy, miró directamente a Hermione Granger, la mujer que lo había cuidado toda la vida. Esa que le enseñó a leer, la que le regaló su primer bicicleta, la que le organizó una fiesta sorpresa cuando le llegó su carta de Hogwarts. Esa mujer que se preocupaba por él.

—Sí, yo lo maté. -respondió.

Unos murmullos se extendieron por toda la sala.

—¿Y nos puede explicar por qué mató a un hombre inocente?

Teddy suspiró.

—No era inocente, él violó a mi prometida.

Y entonces Victoire lo entendió todo. Las piernas le empezaron a temblar y la respiración se le accelero. Su madre la intentó sujetar por un brazo, pero fue un esfuerzo in'tuil a causa de los temblores de la chica.

—Señor Lupin, declaro que está condenado a veinte años en Azkaban  —dijo la voz severa de Hermione Granger, sin titubear.

Unos aurores agarraron a Teddy, él no puso resistencia, pero cuando pasó al lado de Victoire, que lo miraba desesperada, le susurró:

—Lo siento, Vic. Yo solo quería tener una familia, una buena vida. Te quiero, nunca lo olvides.

Y esa fue la última vez que Victoire Weasley, vio al amor de su vida, a su prometido, a Edward Lupin.

Generation Why | HPOù les histoires vivent. Découvrez maintenant