Bad Daddy; ns

I will go always from your life.

Niall se despertó y Harry ya no estaba. Miró la hora de del reloj que se encontraba sobre la cómoda y eran las 9:20 de la mañana.

Bostezó yendo al baño, aunque se hubiera bañado la noche anterior él no podía continuar su día normalmente sin primero tomar una larga ducha.

Se vistió con su falda azul cielo, una remera básica blanca y sobre ésta un sweater turquesa. Sus medias largas color blanco más sus zapatillas negras.

Acomodó sus largos rubios mientras se colocaba el collar que le había dado Harry.

Bajó las escaleras y se encontró con los chicos.
Éstos al verlo corrieron a él, abrazándolo fuertemente, haciendo un abrazo grupal.

Luego de unos veinte minutos en los que los cuatro desayunaron mientras los mayores regañaban a Niall por lo del día anterior, todos se sentaron en la sala.

-Harry no quiere que salga más de casa sin él -Suspiró, viendo de reojo como Michael le sacaba el dedo medio a Jared y éste llevaba su mano derecha a su pecho con una expresión de indignación fingida.-
-Era lógico que iba a pasar eso, Niall -Habló con tristeza Alex, leyendo una revista.-
-Lo sé, y lo odio -Lo último lo dijo más alto, levantando el dedo medio a una de las cámaras.- Tienen que ayudarme a irme de aquí -Susurró, logrando que los otros dos guardias lo miren.-
-Niall, si Harry se entera que nosotros-
-No se enterará -Interrumpió.- Lo prometo -Vio con ojos suplicantes al trío, éste quedó en silencio por treinta segundos y luego asintió.-
-Lo planearemos mañana, ¿Vale? -Sonrió Michael.-
-Los quiero chicos -Se tiró sobre éstos, haciendo un extraño abrazo grupal.-

Niall luego del almuerzo estuvo jugando a las atrapadas con Jared. En un momento cuando se volteó para ver dónde estaba el otro y volvió su vista hacia adelante, chocó su rostro contra el marco de una puerta, logrando que su labio se abra un poco y la sangre comience a fluir.

El guardia asustado lo cargó mientras Noall simplemente hacía presión para que deje de sangran y rodó los ojos cuando lo sentó en la mesa y los otros dos al notar la sangre estén de un lado para otro buscando algodón y alcohol para que no se infecte.

El alcohol le ardió un poco, luego le dieron el algodón para que se sostenga y la herida no siga sangrando.

Tres horas más tarde, cuando estaban jugando a las cartas, el niño de rubios, el cual estaba recostado sobre el fuerte brazo de Mike, se durmió.

El pelirrojo sonrió acariciando su cabello para luego cargarlo y llevarlo a la habitación que compartía con Styles.

Media hora más tarde llegó el hombre de ojos verdes, con una expresión seria los despidió. Había llegado más temprano ese día.

Los guardias se retiraron, dejando a Niall solo en esa casa con Harry.

El rizado subió las escaleras mientras se desabrochaba la camisa y largaba la corbata al suelo.

Carlos gimió demasiado alto en la oficina y casi los descubren.
Había tenido sexo con ese chico tres veces en las horas que estuvo, siendo lo único que había en la papelera condones usados.

Él siempre usaba condón, no quería contraer una enfermedad tan joven y terminar con su vida sexual. Él amaba el sexo, hasta se podía decir que era adicto.

Con la única persona que no usaba preservativo era con Niall, sabiendo que el chico no se metía con nadie más, además de que le encantaba sentir completamente como los músculos del interior del niño apresaban su polla. Se le hacía jodidamente excitante la estrechez de Niall.

Al entrar a la habitación lo vio ahí acostado, aún con la ropa puesta. Su respiración era suave y pausada, su rostro era igual al de un ángel y sus labios tan cautivadores como siempre.