Hogwarts: Forbidden Blood

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Foto: Corey Fogelmanis cómo Nathan Pierce de adolescente

Ya acabó Navidad y con ello las vacaciones de invierno, Daniel estaba preocupado por sus amigos Lex y Rheixa, desde el ataque no le mandaban cartas y a pesar de que la carta que Lex le había mandado hace tiempo le afirmaba que estaba bien, no podía evitar sentir esa sensación en el pecho, en éste momento Daniel se encontraba en el comedor con Nat que también estaba preocupado por Lex y con Santi que sólo estaba comiendo cómo si la comida fuera a desaparecer, los dos chicos anteriormente mencionados sólo comían porque sus estómagos se los pedían, no tenían ganas de comer, Santi al ver a los dos comiendo de esa manera les dio un lepe en la cabeza.

-Ustedes están siendo dramáticos por nada, sé que están preocupados por Lex y Rheixa, yo sé que ellos están bien y que van a volver a Hogwarts en cualquier momento- dice el chico con un acento español y con la boca llena

Y justo al terminar de decir esas palabras cómo si el destino estuviera atrapado en las palabras del chico que ahora liberó, se escucha el ruido de la puerta que Mcgonagall abre y entra con dos chicos, una pelinegra y otro pelirrojo, eran Lex y Rheixa, habían llegado sanos y salvos a Hogwarts, inmediatamente las sonrisas de Nat y Daniel se iluminaron y esperaron a que ellos llegaran a su mesa para saludarlos, cuándo ellos se colocan a su lado Rheixa saluda a Daniel y ven cómo Lex y Nat se funden en un abrazo cálido y reconfortante, los estudiantes de las otras casas no estaban pendientes de ese tipo de escenas, estaban más pendientes de la comida que se tragaban y de los chismes que decían a sus amigos, para los chicos de Hufflepuff eso era bueno porque así no estarían haciendo un escándalo por la llegada de los dos chicos, luego de que Lex abrazara a Nat hizo lo mismo con Daniel, después de que se tuviera que agachar para que ella lo pudiera alcanzar, la diferencia de altura era muy considerable.

-No tenías por qué preocuparte Daniel, Rheixa y yo somos los Bram, podemos contra todo- susurró en su oído mientras lo abrazaba.

El rubio cuando escuchó las palabras cargadas de egocentrismo no pudo evitar soltar una carcajada y desordenó el cabello color negro oscuridad de su amiga.

Luego de saludar cordialmente a los de su casa, Rheixa y su hermana se sentaron al lado de Nat y Daniel y comenzaron a comer con tranquilidad contando todo lo que hicieron en vacaciones.

Varias horas después

Llegaban las clases con los aurores y tenían una sorpresa, un ex mortifago vino a ayudar a Mcgonagall, es el padre de Scorpius y hermano de Daniel, es Draco Malfoy, los dos rubios de ojos azules al verlo inmediatamente bajaron la cabeza y se alejaron, aún recuerdan los maltratos recurrentes que sufrían cuándo eran pequeños, Mcgonagall se dio cuenta de eso y se acercó a los dos y dedicarles una mirada maternal.

-Sé lo que sufrieron con él, vino porque quiere remediar lo que hizo, además, conoce a lo que nos vamos a enfrentar así que es vital su presencia en su entrenamiento, ustedes son valientes así que no queden afectados por lo que él les pueda decir y demuestrenle lo que ustedes son capaces de hacer, entendido?-

Daniel se quedó en silencio al escucharla y pensó en su padre, se prometió a sí mismo limpiar el nombre de su familia, dio un leve asentimiento con la cabeza y miró a Scorpius que aún estaba cabizbajo por la presencia de su padre, Daniel colocó una mano en su hombro y soltó un pequeño suspiro antes de hablar.

-Scorpius, debes ser valiente y mostrarle a mi hermano lo que eres capaz, sé que puedes, confío en ti-

Esas palabras fueron la chispa que hizo que creciera la llama en el interior de Scorpius, miró a su tío y asintió con la cabeza para luego mirar a Mcgonagall y esperar sus ordenes.