Durmiendo con el diablo

Capitulo 7. Regalazo.

—Feliz cumpleaños Aedus— oigo una voz de señora.

Salgo de la habitación con cautela para poder averiguar de quien narices see trata.

Se me cae El Alma al ver por El reflejo del frigorifico a la abuela Sampietro.

—Gracias abuela— dice con notado nerviosismo.

—No te alegras de verme?— pregunta entrando en casa.

Me largo a toda velocidad acia la habitación.

—Claro que si abuela— dice El. —¿Donde vas?— pregunta.

Oigo pasos por El pasillo y mi pulso se acelera. ¿Donde narices me meto para que no me pillen?

Antes de que me de tiempo a reaccionar la puerta de la habitación se abre y la abuela Sampietro me Mira.

—Veo que celebras El cumpleaños por Todo lo alto. — se cruza de Brazos.

—tenemos una Buena explicación para Todo esto Nana. — dice colocandose entre Ella y yo.

La señora me vuelve a lanzar una mirada de pies a cabeza y esboza una sonrisa ladeada.

—No hace falta que me Des ninguna explicación. — se rie. — ¿de cuantos meses estas?— me pregunta directamente.

—¿Como?— digo haciendome la Tonta. Es obvio que habla de mi embarazo.

—No have falta que disimules querida. Te has delatado tu sola, y El tambien lo ha hecho. Te estas tocando la barriga desde que he entrando en esta habitación, y El, ha hecho El simple gesto de ponerse delante de ti. Nada mas para averiguarlo. — se encoje de hombros. — ¿de cuantos estas?

—Mes y medio mas o menos. — digo por fin.

Sonrie plenamente.

—Voy a ser abuela por fin— dice alegre— pensaba wue moriria sin un nieto.

—Nietos— corrige Aedus.

—En plural?— pregunta somriendo aun mas.

—En plural— afirmo.

—Enserio?— pregunta sin creerlo. Asiento con la cabeza. — siii!!!!— grita corriendo hacia Aedus. — me has hecho la mujer mas Feliz Aed. ¿quien diria wue eras fertil?— se rie. — ven aquí Bryony. — dice acogiendome en El abrazo.

Me abraza, pero no bajo la Guardia en ningun momento.

¿quien sabe si esto es una encerrona?

—Nana, No digas nada de esto— dice Aedus unos segundos después.

—Claro aue no!— exclama— ni Loca voy a consentir que tu Padre me quite a mis nietos. — Mira mi tripa. —He traido tarta!— dice saliendo Dr la habitación.

—Parece que no le imoorta que seas Napoli— dice Aedus encojiendosr Dr hombros.

El tampoco se esperaba esa reacción.

Los dos salimos hasta la cocina.

—No tendrás por casualidad velas?— pregunta empezando a abrir todos los cajones.

—Pues no— se encoje de hombros.

—Menos Mal que me e traido una velita. — dice sacando una pequeña Vela de color Rosa, casi desgastada.

Aedus rueda los ojos.

La enciende y empieza a cantar el cumpleaños Feliz a pleno pulmon para luego aplaudir efusivamente.