Capitulo 20. Adiós intimidad

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Tropiezo con todos los trastos infantiles que hay por la casa.

Es uno de los pocos momentos en tranquilidad que Aedus y yo tenemos y no pienso desperdiciarlo.

Nos besamos efusivamente.

¿Seria muy brusco decir que me empotra contra la pared?

Bueno, pues hace eso haciendo que enrrolle Las piernas alrededor de su cintura.

Adoro estos momentos intimos de los que tan pocas veces hemos podido disfrutar.

Los niños cumplieron ayer quince de Marzo un mes, y lo unico que hacen es llorar, dormir y cagar.

Yo necesito satisfacer mis necesidades. Y hoy que se los hemos endosado a Los abuelos tengo Todo El dia para hacerlo.

Mientras gimo de placer en la pared de nuestra casa El tiembre empieza a sonar muchas veces.

Bufo despegandome de Aedus y yendo a ver quien está interrumpiendo nuestro momento intimo.

Juro que si es la vecina le Saco los ojos.

Que Ella no esté satisfecha no significa que me tenga que cortar la satisfacción a mi.

Abro la puerta y me sorprendo Al ver a mi hermano llorando delante de mi.

—Dereck, ¿Ha pasado algo?

—Lucy ha muerto.— dice antes de entrar.

Me esquiva por completo y va en dirección a Aedus.

Le pega un puñetazo en la nariz antes de abrazarlo.

—¿Quien es Lucy? ¿Porque le pegas? Y ¿Porque le abrazas? No entiendo nada.

Aedus me Manda callar con una señal y sigue abrazando a mi hermano.

—Tienes buen gancho.— se rie.

—Me diste esperanza— dice en un sollozo.

—Lo siento de verdad Dereck— dice acariciandole El pelo.

Dereck tarda Poco tiempo en separate de El y creo que se ha dado cuenta de lo que estabamos haciendo Porque nos Kira con una mueca de asco antes de sentarse en El sofá.

—¿Quien era Lucy?— pregunto sentandome a su lado.

—Pensé que se lo habrías dicho— dice mirando a Aedus.

—¿Decirme que?

—Lucy era la novia de Dereck, El quince de febrero, Cuando nacieron Ale y Erick le diagnosticado cancer, y no lo ha superado. — explica.

—Por eso estabais raros— digo atando cabos.— ay Dereck, de verdad que lo siento.

—No pass nada— se encoje de hombros— la vida es así.— bufa— pero Ella era mejor que otras personas y ha muerto.

—sabes que no podias hacer nada.

—Eso no importa. Era mi novia y la queria. —se cruza de Brazos. —Y es a la que más he querido nunca.

—Tienes solo dieciseis años, estoy seguro de que encontrarás a otra chica que te haga sentir de la misma manera.

—Lo dudo. —Se queda unos segundos callado.

¿Como narices se puede consolar a un chico que es mas cabezota que Las vacas? Que alguien me lo explique Porque no lo entiendo.

— Y ¿Alessia y Eric?— pregunta Mirando para todos los lados.

Wooow, vaya cambio de tema.

—Con mis padres— dice Aedus.

—Tienen un mes y ya los estais endosando. — niega repetidas veces. — vaya Padres.

—Eh! Que estaban bien contentos de que se los llevaramos— me cruzo de Brazos.

—¿Podriamos ir a verlos?— eleva una ceja.

Miro a Aedus antes de suspirar.

Nadie nos deja tener un momento de intimidad.

—Venga, ¿A que esperais?— pregunta ya en la puerta.

¿Como narices ha ido del sofá a la puerta en tan solo dos segundos?

Aedus y yo nos levantamos.

Cojemos las llaves del coche y emprendemos El Camino a casa de los Sampietro.

—y, ¿Cuando os vais a casar? Lo pregunto por ir ahorrando. — dice El chistoso de mi hermano.

—No lo sabemos aun, pero aun espera un año o así— explica Aedus.

—¿¡Un año!? Woow, os lo tomais con calma.

—Hay que hacer otras cosas importantes antes. — explico.

—Ah, Claro, ser Reyes de Italia.

—Por ejemplo.

Estoy Segura de que mi hermano acaba de rodar los ojos Dr manera descarada.

El ya me lo dijo antes, El nisiquiera entiende la finalidad de que reclamamos un trono que hace un año Ni sabiamos que podia ser nuestro.

En cierta parte tiene razón, pero hay otra en la que creo que se equivoca. Si es nuestro hay que reclamarlo.

Siempre estás ha tiempo de abdicar. Pero si no lo reclamas nunca sabrás si eso es lo que tu querias y creias que seria.

No tardamos mucho en llegar a casa de los Padres de Aedus y los encontramos durmiendo junto a nuestros bebés.

—¡No son horas de dormir!— grita Aedus dando palmadas para que se despierten.

Los bebés comienzan a llorar en menos de lo que canta un gallo.

Cojo a Alessia y Aedus coje a Eric.

—Y ¿si los secuestramos y Luego Les preguntamos que Donde están nuestros hijos?— dice Aedus con Cara Malevola.

—No queremos infartos.— me Rio. — son capaces de llamar a todos los servicios de policia del país para buscarlos.

—Seria gracioso.

—Yo creo que te matarian, y no quiero que mis niños de queden sin Padre tan rapido.

—Ay, que adorable eres.

Durmiendo con el diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora