Sr. Choi [Seungcheol]

02| Guerra y trabajo

Terminó la jornada y Lisa se fue al instante, aún quedaban varias pilas de borradores. Injae tenía tiempo, hoy no trabajaba en el café, asi que siguió haciendo el trabajo en aquel cuarto pequeño, ni siquiera había buena iluminación.

—¿No saliste hace unas dos horas? —escuchó una voz masculina detrás de ella.

—Así es señor Choi, lo siento. —dijo poniéndose de pie rápidamente.

—Tranquila. —sonrió. —Veo que casi terminabas. —se acercó a la pila de reportes revisados.

—Sí, si usted me da cinco minutos más termino y me voy de aquí. —aseguró.

—Bien, a eso le llamo dedicación. —la miró a los ojos. —¿Cuántos más faltan? —preguntó sin apartar su vista de ella.

—Éste es el último. —le enseñó el reporte.

—Es impresionante que hayas terminado todos hoy, era el trabajo para toda la semana. —dijo en un tono divertido.

Ella soltó una leve risa.

—Lo siento señor Choi. —sonrió.

—No hay problema, termina y ve a mi oficina. —comenzó a caminar hacia el ascensor. —Seungcheol

—¿Disculpe? —estaba confundida.

—Puedes llamarme Seungcheol. —repitió mientras las puertas del elevador se cerraban.

Sonrió ante su gesto.

Injae terminó de revisar el último reporte por lo que decidió dirigirse al lugar de trabajo de Lisa. Tomó sus reportes, les dio una leída y notó que estaban en excelentes condiciones. Pensó seriamente en arruinarlos, ella debía ser la elegida.

"No lo hagas" le dijo su consciencia.

Si arruinaba sus reportes eso sólo iba a demostrar que no se consideraba lo suficientemente buena como para ganar sin trampas. Injae quería ganar de una manera justa y transparente.

Tomó sus reportes corregidos y se dirigió al ascensor. Al llegar al piso 10, se adentró a la enorme oficina de tonos rojizos, colocó los reportes en el escritorio del señor Choi y comenzó a observar a su alrededor.

"¿Dónde te metiste Choi?" pensó.

Caminó alrededor de la oficina observando cada detalle, decoraciones, diplomas, noticias enmarcadas, etc. En una repisa se veía una foto de una hermosa chica. La tomó con delicadeza y la observó.

—Que hermosa que es. —dijo con una sonrisa.

—Era. —dijo una voz ronca detrás de ella

Injae se sorprendió al escuchar a Seungcheol.

—Lo siento señor Choi. —devolvió la foto a su lugar. —Es que vine y usted no estaba, sé que no debí tocar sus cosas, lo siento. —dijo haciendo una reverencia.

—Tranquila, si no quisiera que cualquier persona que entre viera esa foto, no estaría aquí. —negó con una sonrisa.

—¿Puedo preguntar algo? —preguntó con algo de miedo.

—Adelante. —dijo él acercándose a dónde ella estaba.

—¿Quién es ella? —tomó la foto de nuevo.

—No suelo compartirlo con cualquier empleado, pero, ella era mi hermana, su nombre era Lizy.... murió junto a mis padres hace 8 años en un accidente aéreo. —respondió con tanta ternura en sus ojos.

—Oh... no tenía idea, lo siento. —dijo haciendo una reverencia.

Injae volvió a dejar la foto en su lugar.

—Esta bien, sólo... no le digas nada de esto a nadie ¿sí? —la miró a los ojos.

—De acuerdo. —asintió

—Bien, te mandé a llamar porque, hablaba en serio cuando decía que ese seria el trabajo de toda la semana, pero como tu terminaste, pasaremos contigo a la siguiente fase. —explicó. —Tendrás que elaborar una noticia creíble, que cumpla con todas las características y sin errores ortográficos. —dijo él.

—¿Cuándo lo debo entregar? —preguntó

—Para el viernes.

—Perfecto, el viernes tendrá mi reporte a primera hora. —dijo con una sonrisa.

—Eso espero señorita Lim. —asintió mientras sonreía.

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Eran aproximadamente las 9 de la noche cuando Injae llegó a su departamento, comió un poco de ramen y arroz, para después dirigirse a la sala. El timbre fue tocado así que se dirigió a la puerta.

—¿Quién? —preguntó antes de abrir la puerta.

—Seokmin. —respondió.

Injae suspiró y abrió la puerta.

—¿Ahora que? —preguntó fastidiada.

Seokmin es su vecino fastidioso, siempre haciendo fiestas hasta la madrugada, siempre trayendo chicas a todas horas.

—Sólo quería saber como te fue tonta. —la abrazó con gran fuerza.

—Me fue bien. —suspiró.

Y también su primo.

—Oye, haré una fiesta hoy, no te estoy invitando sólo te aviso. —dijo separándose de ella.

—Que bueno, porque no me interesan tus fiestas de mayores. —respondió con una sonrisa.

—Oye, sólo tengo 2 años más que tú. —la señaló.

—Por favor, controla más esa fiesta, mañana tengo que ir a la oficina y al café. —pidió.

—Bien pequeña. —dijo él volteando los ojos.

—Gracias. —suspiró.

—Bien, me retiro. —sonrió.

Seokmin salió de ahí, cerrando la puerta detrás de él.

—Será una larga noche. —suspiró Injae, dirigiéndose a la cama.