Acto nueve

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A la primera campanada de la madrugada los monstruos se encuentran ya levantados, con sonrisas en sus rostros trabajando y caminando, los pequeños van a la escuela y algunos adultos están comprando o creando adornos, algunos van de tienda, en tien...

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A la primera campanada de la madrugada los monstruos se encuentran ya levantados, con sonrisas en sus rostros trabajando y caminando, los pequeños van a la escuela y algunos adultos están comprando o creando adornos, algunos van de tienda, en tienda buscando menjurjes, especias y de más ingredientes, mientras que en medio de la ciudad se va colocando un árbol de pino, el más grande que ninguno de ellos haya visto, aún más grande que sus casas de dos pisos.

Sin embargo en una cabaña entre el bosque, en las profundidades de la tierra existen algunas plataformas, donde algunos científicos adornan y decoran el enorme laboratorio, mientras otro grupo discute dónde poner un árbol.

-¡Señores, señores!- grita uno de los científicos más prestigiosos de los monstruos para quedar en medio de ellos y calmarlos.

-Tranquilos, quizás podrían poner un árbol en cada estación, no es necesario que sea en uno solo- Aquel científico les dedicó una sonrisa que bajo el calor de la discusión para contagiar esa alegría y la calma que lo caracteriza.

-Tienes razón, lo siento- acentuó uno de ellos.

-Yo también lo siento- menciono el coordinador del Área 3.

-Creo que perdimos por un momento la cabeza-.

-Si, que bueno que viniste Gaster, si no, creo que nunca hubiéramos quedado en nada- empezó a reír dando una palmada al Coordinador.

-Solo no vayan a pelear ahora por los adornos, y si me disculpan debo irme-.

-¿Aún sigues con tu proyecto secreto?- el científico asintió caminando de espaldas.

-Así es, pero no diré nada- Gaster les dedicó un guiño para retirarse.

Camino al ascensor saludando de forma jovial a todo el que se presentaba en su camino hasta llegar a una enorme puerta de metal, saco una tarjeta y la paso por el identificador, un ruido se escuchó al tiempo que la luz de la puerta se volvió verde, para ver que se abra.

-Buenos días Doctor Gaster- Gaster entra y toma su bata para colocarla encima de su playera de playa azul y sus bermudas.

-Buenos días Alma- la saludo con alegría y ella le regreso la sonrisa.

-¿Donde esta Asriel?- la humana con el alma de la Justicia sonrie.

-Esta adornando el árbol que trajo al laboratorio mientras llegaba- Gaster sonrie.

-Queriamos darle una sorpresa- Gaster la miró insistente, tanto tiempo encargándose de ella como una hija, lograba ver cuando no le decía todo.

-Esta bien, también vinieron Flowey, Chara y Tomas- Gaster se encogió de hombros.

-Me hubieras dicho, al menos hubiera traído algo para que comamos todos- Alma sonrió de oreja a oreja.

-Frisk me llamo y me dijo que Papyrus y Valentía están preparando algo de comer para nosotros- Gaster aún con su sonrisa se dirigió a la computadora central.

-Bueno entonces tendremos que apresurarnos con esto si queremos comer a la hora de la cena- y empezó a teclear mientras Alma asintió y salió corriendo por unos archivos y a buscar a sus amigos.

-Eres muy afortunado Gaster, cualquiera desearía tener amigos tan honestos, es una desgracia que yo no los tenga- Gaster dejó de trabajar y se recargo en su silla y respiro despreocupado.

-De haber sabido que vendrías, te hubiera invitado a comer algo a Grillby's y hubiéramos evitado esto- Gaster se gira con los pies y con su sonrisa mira a su huésped.

-¿Cómo estás Ink?- el científico noto que el rostro del pintor mostraba su frustración y molestia.

-¿No se suponía que te habías jubilado?- Gaster asintió.

-Así era, pero las cosas pueden cambiar de un momento a otro- miró que Ink extendió un cuchillo, sin embargo no lo sostenía bien y su mano temblaba bastante.

-Quiero respuestas, y nada de trucos- Gaster respiro, y con su sonrisa en el rostro le miró.

-Esta bien, me atrapaste- .

-¿Donde esta Error?- Gaster río ante esa pregunta, y le miró de cerca.

-Vaya muchacho, si que tienes un gran interés en él, ¿Porque será?- Siguió jugueteando el científico.

-¿Acaso ustedes dos estuvieron juntos?- Ink se volvió rojo de solo pensar aquello.

-No- Gaster respiro.

-¡Habla ahora!, ¿Donde esta Error?-

-No lo sé...- Gaster se encogió de hombros, y le miró curioso por su reacción, su rostro más que pálido y ojeroso.

-No estoy jugando- su mano seguía temblando.

-Ya no sé si es verdad que está vivo o muerto, ya no entiendo que es real y que no- con su mano izquierda presionó con fuerza su cabeza.

-Los demás creen que estoy alucinando de nuevo y está maldita culpa que taladra mi ser no me permite vivir- empezó a rasguñar su cráneo desesperado.

-No soporto el pensar que soy un destructor, cuando debía protegerlo-.

-Ink...- Gaster quería calmarlo, pero no sabía como.

-Mate a Error, yo lo destruí, mate a mi amigo- Gaster se quedo serio, mirando como Ink caía al suelo frente de el, era extraño ver al antiguo guardian caer en un abismo tan profundo como la oscuridad.

-Ink, lamento decirte que es verdad que no se dónde está, pero te aseguro que está vivo- el esqueleto miró al científico y este lo ayudo a levantarse.

-Regrese al trabajo cuando está catástrofe inicio- el científico se giró para caminar a la computadora.

-Se que no podemos detener esto, pero al menos podemos averiguar qué sucede- Ink se hacerca a mirar un sin fin de documentos y números pasar en la computadora.

-Hace tiempo que hemos visto a Error rondar por los Universos, pero no hemos podido hacer contacto con él, mucho menos localizarle-.

-¿Hemos?- Ink se dió cuenta que hablaba en plural y su sentido le decía que no se refería a ninguno de los muchachos que estaban jugueteando en el laboratorio.

-Si así es- al activar una palanca, la pantalla se hizo mucho más grande para dividirse en pequeñas pantallas apareciendo algunas Alphys, Sans, Undyne, etc... Todos desde un laboratorio, investigando por su cuenta.

-Decidimos ayudarnos, recopilar información para enviarla a la Alphys del mundo original y así entender mejor este desastres-.

-Creemos que Error puede saber más que nosotros, pero desaparece siempre que lo encontramos- Cada uno de los presentes tras la pantalla miraban hacia ellos.

-¿Porque nunca me lo dijiste?- Gaster miró a los demás.

-Lo intentamos en varias ocasiones- La Alphys clásica fue quien habló, tras la pantalla.

-Varios de nosotros intentamos decírtelo, pero eres demasiado idiota cuando te lo propones- Alphys Fell parecía enojada por la pregunta de Ink.

-Esperaba que enfrentarás tus demonios y así puedas ayudarnos- sonrió un poco.

-Bienvenido señor Ink- El esqueleto se giró y vio a los chicos sonriendo mientras Alma tenía consigo misma el pincel del pintor y se lo entrego.

-No se pudo decir de mejor forma Alma- Ink suspiro aún tembloroso mirando su pincel en manos, su textura y su peso parecían nostálgico y extraño, sin embargo no estaba seguro de usarlo pero aún con el terror de usarlo, estaba decidido a buscar a su amigo.

-Estoy en casa- sonrió con la esperanza de poder ver a Error y enmendar aquel terrible equivocacion.

Una Rosa De Papel [ TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora