Amando al primo 2

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El reloj marcaba las doce y treinta pm, a esta hora todos en la casa de su tía ya se mantenían plácidamente descansando en el sosiego de las calles más tradicionales de Busan.

La casa de su tía era de esas antiguas y rústicas, conformada por varios ambientes y separadas por pequeños jardines con las plantas ornamentales representativas de Corea. Amaba esa casa, era una de las razones por las cuales todas las familias de parte de su madre se reunían en navidad, además de ser un complejo rústico y muy tradicional de aquellas épocas imperiales, era grande y de ambiente tranquilo, con la capacidad de albergar cinco familias incluyendo a sus abuelos.

El azabache se encontraba observando desde su ventana los juncos de la laguna artificial en el patio trasero, trataba de darle respuesta a sus preguntas, cuando de pronto sintió un leve "toc toc" en la gruesa puerta de madera.

Aún en la penumbra con leves reflejos de la luna que caían como manto iluminando el suelo del cuarto, Yoongi se mantuvo todo lo posible seguro de sí mismo, mentalizándose no caer ante la irresistible tentación y ser firme como el primo mayor que era.

Abrió la puerta y antes que pudiese pronunciar palabra alguna unos labios sellaron su boca, intentó apartarse retrocediendo, sus manos empujaron el cuerpo empecinado en besarlo, no pudiendo puesto que el contrario arremetió apegándolo contra sí y encerrando con ambas manos las muñecas del pálido.

Yoongi podía sentir cada fibra del cuerpo aun insistiendo en resistirse intento hablar volteando su rostro -Jeongguk esto es imposible, Suéltame.

Sintió un leve golpe en su conciencia por el engaño además de arder en ira por no ser el dueño de aquel nombre, pero estaba mentalmente preparado y retroceder solo sería algo en vano haber pues la mentira ya estaba dicha.

-Solo por esta noche, dame solo esta noche, es lo único que te pido, luego podemos olvidarnos y nunca más volver a hablar de lo ocurrido -la voz de súplica era innegable, sonaba como si todo fuese fácil y solo pedía misericordia por algo que ya sabía erróneo.

Ver los ojos centelleantes de dolor de su primo eran como un dardo de pena justo en su corazón, ¿cómo decirle no? Si él también lo deseaba con fervor, ¿cómo decirle que no? Si el tinte de dolor y pesar de la voz de su menor también la sentía en la suya, ¿cómo decirle que no? Si su moral en ese momento se veía opacado por el líbido del momento y ¿cómo decirle que no? Con la avidez recorriendo su cuerpo por hacer cosas prohibidas.

Ya no podía resistirse y se dejó llevar por el deseo. Por el deseo prohibido, solo sería por esta única vez.

Pidió perdón a Dios de antemano.

Cerró los ojos y se dejó llevar por las curvas ondulantes del cuerpo contrario, arqueó su espalda de manera tentadora propulsando su pelvis hacia la del cuerpo que lo mantenía encerrado muy posesivamente, estaban de más las palabras el simple acto de cerrar los ojos y besar sus labios era la llave de su concesión.

Solo esa acción bastó para que Jungkook reanudara su trabajo, lo apretó aún más si se podía pero ahora con ondulantes movimientos aún ritmo muy lento, haciendo evidente de lo duro que lo ponía tenerlo así.

Torturo al azabache con sus labios, lamiendo y mordiendo ese cuello pálido, deseoso de marcar como suyo y hacerle un recordatorio de la única noche juntos, cuánto deseaba que quedasen permanentes.

-Siempre quise dejar mi huella en esta parte -mordió levemente su clavícula y sonrió complacido por cumplir una de sus fantasías.

Soltó el agarre en las muñecas para posicionarlas en el borde de la camiseta de Yoongi y levantarla hasta quitarla por completo de su cuerpo, vio con adoración esas tentadoras puntitas, sobresalientes y elevadas, instintivamente las dirigió hacia su boca, como si ese siempre hubiese sido su lugar, las torturo lamiendo y apretándolas con sus labios provocando reacciones turbias en Yoongi quien se deshacía en suspiros incitando a su torturador por más, eran la pura gloria.

Diligente en su trabajo Jungkook no paró hasta verlas en un punto rosáceo y verse un poco hinchadas, se retrajo extasiado y excitado para observar su creación, se dio por satisfecho y prueba fue la gran sonrisa enmarcada en su rostro al ver a Yoongi deshecho pero ese solo era el principio aún faltaban muchas de las cosas que había soñado desde que se enteró que era gay y amaba a su primo.

-Ven cariño - le dijo tomándolo de la mano mientras Yoongi se preguntaba cómo podía sonar inocente y seductor a la vez.

Tan inmediatamente como se sentaron las manos de Jungkook se dirigieron al cuerpo contrario, subieron hasta la altura del cuello blanquecino atrayéndolo para juntar sus bocas en un beso aún más hambriento que el anterior pues después de probar ese fruto prohibido no podría desaprovecharlo en la medida que pudiera.

Sus cabezas ladeaban al ritmo de su desesperación y antes que se dieran cuenta Yoongi ya se encontraba en el regazo de Jungkook balanceándose provocativamente.

-Ahhhh~ -se separó de su dulce tentación para gemir y buscar la pretina de los pantalones de su provocador.

Instintivamente Yoongi se puso en pie ayudándole a terminar de quitarse todo, quedando completamente desnudo ante la atenta y hambrienta mirada de Jungkook.

Su mirada no pasó desapercibida del miembro izado y goteante, al castaño le dio sed casualmente, sed y curiosidad por probar a su primo. No perdiendo el tiempo, en un lametón probó las insinuadas gotas, el salado sabor y la reacción de Yoongi solo fueron el invite para ser ambicioso y querer aún más de su nueva ambrosía.

Los libidinosos sonidos de succión solo eran callados por pequeños alaridos de disfrute del pálido mientras impulsaba su pelvis hacia la boca de su primo haciendo un leve agarre en la cabellera castaña. -creo que ya... no podré aguantar más~.

Ajustó el agarre en la base para generar una fricción más veloz, quería verlo venirse, alzo la vista mientras lo engullía y succionaba causando por fin el clímax acompañado por un sonido gutural, la sensación de Jungkook se podía asimilar a sentirse realizado, pues otra de sus fantasías se cumplía en menos de una hora.

Jungkook amo cada reacción durante y después del clímax porque Yoongi además de verter toda su esencia en la boca contraria también vertió su energía en el clímax y cansado se desplomó en la cama con el semblante apacible, encogiéndose tal y como un gatito indefenso, débil ante las caricias de su primo, quien se acostó aun lado suyo viéndolo enternecido y complacido.

Yoongi abrió los ojos intermitentemente solo para clisar los ojos con su observador -solo deja que descanse un segundo ¿sí?

Jungkook conocía a su primo no era una persona enérgica y lo sabía después de los muchos juegos juntos, pues más que gemelos parecían trillizos y el pequeño niño de color de piel como las nieves, similar a las que los envolvía en esas épocas se cansaba rápidamente.

-descuida cariño, para mí fue completamente satisfactorio -suspiro observando y acariciando los delicados pómulos enrojecidos de Yoongi mientras que en susurros le explicaba -ver correrte gracias a mí, era una de mis fantasías -se acercó para posar un insonoro beso en su pequeña nariz de botón.

El taciturno extendió sus manos para acercarlo a su boca, luego de unas suaves caricias de sus labios y tímidas interacciones entre sus lenguas, el de piel nívea susurro -pero esta es nuestra única noche, luego de esto no tendremos otra oportunidad y deberíamos-

Fue callado por otro beso del castaño -descuida cariño no quiero que lo hagamos por obligación, créeme cuando te digo que lo disfrute tanto como tú pero... –reflexionó un poco -solo te pido una cosa -pronunció acariciándose y atrayendo el cuerpo a su lado -permíteme dormir así, abrazándote hasta los últimos momentos juntos -lo apretó aún más a su cuerpo.

-Nuestros últimos momentos juntos –repitió acurrucándose en el atlético pecho, aunque no fuese totalmente cierto, siempre se verían como primos pero no de igual manera porque después de esta noche su relación no sería la misma.

Yoongi pensaba ser más distante.

Y para Jungkook... el mañana era incierto para él, habría mucho tiempo para sentirse culpable después de esta noche, ese fue su último pensamiento, por ahora solo disfrutaría de las últimas horas junto a su amado primo.

Amores Prohibidos; kookgiWhere stories live. Discover now