Trillizos Sin Limites [EDITANDO]

11. Descanso

Donald: ¡¡Cómo se te ocurre dejarlos solos con esa momia!! -grito lleno de furia.

Rico: ¡¡Yo no los deje solos!! ¡Fue gracias a esa trampa inmunda de los egipcios que nos separamos! -se defendió.

Donald: ¡¡Debiste ir por ellos!!

Rico: termine en un ciudad con momias vivientes estúpidas que sólo aceptaron levantarse contra el faraón por un burrito ¡Fui lo más rápido que pude!

Hugo: ¡Okey los dos basta! -grito poniéndose en medio- tío Donald, el tío Rico dice la verdad hicimos todo lo posible para convencerlos, entrenarlos y entrar a la cámara para poder buscarlos, y aún así no llegamos a tiempo; pero lo que importa ahora es que Luis y Rosita están a salvo.

El marinero se calmó un poco por las palabras de su sobrino.

Donald: está bien Hugo, lo siento tío es sólo que...

Rico: está bien sólo te preocupas por ellos, yo también lo estaba, aún que debo decir que estoy impresionado con Luis el sólo mató al gran faraón TodRa ¡Ha! Y como premio tuvo un beso de su chica.

Donald: esperen ¿Qué? No me contaron esa parte.

***

En la habitación de los trillizos estaba el patito verde siendo atendido por la señora Beakley para curar sus heridas.

Luis: auch ¿Ya casi termina? -tenía vendada la cabeza, el brazo derecho completamente vendado, el brazo izquierdo inmovilizado y la señora estaba atendiendo el hombro sacando pedazos de roca.

Beakley: ya casi acabo, tienes mucha suerte, si se hubiera enterado un poco más habría destrozado tus ligamentos y quedarías con dolores.

Luis: (no es suerte, fue gracias a mis poderes que no me causó tanto daño, y con la regeneración rápida esto no debe tardar más de unos días en desaparecer) valió la pena.

La mujer mayor no contestó sólo se concentró en atender al chico y al final pudo sacar el último fragmento, una vez con todo afuera le cerró la herida con una costura para que sanará más rápido y le puso una venda.

Beakley: listo debes descansar el brazo por algunas semanas, para que no empeore -guardó todo su kit de primeros auxilios.

Luis: gracias.

Beakley: -se puso frente al chico- antes de que me retiré escuche lo que tu y Rosita hicieron cuando los encontraron.

Luis: -se sonrojo de vergüenza- e-este yo...

Beakley: tranquilo ya lo sabía.

Luis: ¿Qué?

Beakley: Rosita me dijo que sentía algo por ti, y bueno comencé a vigilarte, cuando te conocí lo primero que pensé fue que eras un chico irresponsable, manipulador, y que no te importaba nada.

Luis: eh? -no sabía si tomarlo como un insulto o un halago.

Beakley: pero luego me di cuenta que no eras así por completo, disfrutas de las cosas incluso si son simples, te preocupas por tus hermanos, familia y más que nada de Rosita, no quieres que nada le pase; yo quiero que esté a salvo por eso la entrene y la mantuve encerrada en esta mansión, pero no podré hacerlo por siempre y creo que no hay persona más calificada para cuidarla que tú, digo literalmente acabas de matar a un faraón todopoderoso por defender la -se puso a su altura y lo tomó del hombro- por mi parte estoy de acuerdo con lo de ustedes.

Luis: gracias señora Beakley, prometo que la cuidaré.

Beakley: más te vale porque se como encontrarte -dijo eso y salió del cuarto.