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Ray se encontraba poniéndose una mascarilla exfoliante en parte de su rostro, al terminar se sentó en un banquillo para esperar el efecto.

Recordó el rostro del albino, tan puro y jóven, apretó los dientes haciéndolos rechinar, nadie más que el podía tener un rostro tan suave y sin imperfecciones.

Se miró al espejo con rabia.

- Eres un idiota Ray - se dijo a sí mismo - como dejarte vencer por una clase tan baja.

Se levantó y abrió la puerta de su habitación encontrándose con el albino a punto de tocar.

-Eh.. feliz sexto mes - sonrió tímido extendiendo a su persona un regalo bien envuelto, Ray lo recibió.

Se quejó sin abrir los labios y abrió el regalo, dejando a la vista unos cascos con incrustaciones de diamante y oro, realmente hermosos y caros he de decir. Los miró por un buen rato para después fruncir el ceño.

- realmente no te importan mis gustos, ¿verdad? - dijo mirando con desaprobación los audífonos.

Nagi dió un gemido ahogado de sorpresa, miró los cascos "Pero... dijiste que te gustaban estos.." pensó el menor en altura, mientras que volvía a mirar al de mayor altura.

- pero me importan tus gustos.

- pues no se nota - soltó con asco devolviéndole los cascos y cerrando la puerta.

El de ojos plata miró con atención la puerta, imaginando que fuera una broma y la abriera deceandole un buen sexto mes de noviazgo. Una, dos hasta tres horas se quedó ahí pero nunca abrió, suspiró y camino hacia su habitación arrastrando sus pies.

Otro mes cumplido de la misma manera.

«Nunca es suficiente
con decir que me importa»

Insuficiente // »Ephemeral: Los Residentes De La Oscuridad« [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora