"Algo más que una ducha"

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Desperté sin abrir los ojos y lo primero que sentí, fue una pequeña molestia en mi espalda baja y en mi cuello

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Desperté sin abrir los ojos y lo primero que sentí, fue una pequeña molestia en mi espalda baja y en mi cuello. No quise moverme mucho porque con tan solo querer girar, el dolor aparecía

¿Por qué me dolía?

Suspiré y entreabrí mis ojos mientras llevaba mi mano derecha a mi espalda baja y apliqué presión para relajar un poco mi músculo, pero no sirvió de mucho, así que dejé de hacerlo porque probablemente con un baño caliente la molestia iba a desaparecer.

Dejé caer mi brazo sobre la almohada y me di cuenta de que el sol ya estaba a una altura considerable; los rayos se veían muy cerca de mi cama.

Había sido bueno despertar por mi cuenta en lugar de que el sol me hubiera calentado de más mis piernas con sus rayos estrellándose sobre el edredón. El día había comenzado bien a pesar del dolor en mi cuerpo.

Volví a cerrar los ojos y, con mucho esfuerzo para no lastimar mi cuello, giré sobre la cama hasta quedar boca arriba. Observé en silencio el techo mientras intentaba hacer ligeros movimientos con mi cuello para calentar los músculos de mi cuello y, en un momento en que conseguí girar hacia mi lado, me percaté de que el lugar de Sean ya estaba vacío; seguramente se había puesto a leer los comentarios en el foro o a investigar otras cosas que yo, como siempre, ignoraba.

Me estiré un poco más sobre la cama y los huesos de mi espalda y tobillos se reacomodaron. Me levanté y caminé hacia el baño. El día anterior no me había bañado y ya sentía necesaria el agua caliente sobre mí; aún me encantaba a pesar de que me bañaba casi de diario.

De camino al baño, moví un poco más mi cuello para conseguir que se destensara por completo. Mi músculo ya estaba caliente, pero aún no conseguía desaparecer por completo el dolor; esperaba que no fuera algo grave.

Me encerré con seguro y, mientras me desvestía, dejé caer el agua caliente para que el baño se llenara con vapor. Cuando me saqué la playera, mi espalda se entumió y me dolió volver a enderezarme; soporté el dolor y aventé mi playera a un lado para colocarme de inmediato bajo la regadera

-Que bien...-murmuré mientras el agua se estrellaba contra mi cuello y mis hombros, después di un paso hacia adelante y el agua cayó contra mi frente. Durante el tiempo que froté mi rostro pensé en lo que Sean y yo habíamos hecho en la noche.

No podía creer que había visto su erección muy cerca de mí.

Bueno, aunque tampoco la pude ver muy bien porque era de noche y solo una lámpara nos estaba alumbrando, pero me sorprendí aún más cuando su erección y la mía estuvieron rozándose una contra la otra. Se había sentido muy bien.

Me relamí los labios y el agua caliente entró en a boca. Disfruté la sensación. No me quemó ni sufrí de alguna molestia, simplemente me dio más sed de la que normalmente tenía por las mañanas.

Disfruté un poco más del agua contra mi frente y de un momento para otro, casi de la nada, recordé el cuerpo de Sean sobre mí. Él era más grande que yo en muchos aspectos y de tan solo imaginarme a mí mismo con mis manos sobre sus hombros hizo que me erizara.

Fugitivos IWhere stories live. Discover now