Capítulo 21

2.1K 246 16
                                    

Hailey.

Los tipos que me tenían seguían discutiendo. En cuanto le pedí a Andrew que viniera a rescatarme colgaron la llamada impidiendo darle pista alguna de donde me encontraba. Ellos aseguraron que nadie me iba a encontrar debido a que esta bodega está situada en medio de la nada. Estaba perdiendo las esperanzas.

—¿Por qué yo tengo que pagar por las cosas que hizo él? —pregunté intentando hacer tiempo, dado a que se acercaron decididos a mí. Supose que era el fin.

—Porque eres lo más preciado que él tiene y es una lástima que tengas que terminar así.

Un hombre entró a la habitación. Tenía un arma en mano y cuando hizo contacto visual conmigo, la cargó. Se acercó un momento a discutir algo con los otros chicos que se encontraban ahí. Intenté escuchar algo, sin embargo, mis oídos sólo recibieron murmullos.

—Bien, chica, lamento hacer esto pero es una orden -habló el del arma apuntandome directo hacia la cabeza.

—¿De verdad lo harás?

Estaba aterrorizada, pero a pesar de eso, mi cerebro seguía intentando pelear, pidiéndome hacer tiempo de alguna manera y hacer preguntas estúpidas fue la primera que vino a mi mente.

—Por supuesto que lo haré. Te quiero de rodillas.

Obedecí.

El hombre está vez presionó el arma contá mi cabeza, haciéndome sentir cada milímetro de esa maldita cosa. Simplemente no había escapatoria, no había manera de salir, no habían más oportunidades, simplemente no habría más.

Cuando el tipo estaba apunto de hablar el gatillo, con mi cabeza hacia abajo, escuché esa voz.

—Atrévete a tocarla y desearás no haber nacido nunca.

Diablos. Era su voz, la estaba escuchando yo misma. No se podía tratar de una alucinación. El hombre aún estaba frente a mí por lo que me impedía ver la imagen de quien podría ser Andy.

No. No. Andy murió y era simplemente imposible que estuviera ahí. Quizá alguien contactó con su espíritu y bajó a salvarme, o tal vez, sólo tal vez, podía ser verdad aquello que dijeron. Nunca murió.

Mi cabeza se transformó en un universo de pensamientos, buscando opciones, posibilidades tratando de adivinar el porqué Andy podía estar ahí presente. Todos esos pensamientos pasaban por mi mente en milésimas de segundos. Rogaba para poder ver el rostro de Andrew y sacarme de dudas, o tal vez confundirme más.

—De hecho, te estábamos esperando.

Y fue en ese momento donde las estrellas de mi universo se renovaron, donde el tiempo se detuvo completamente a nuestro favor, donde la galaxia entera se detuvo a observar. Cuando lo vi y él me vio a mí.

—Hailey... —susurró al verme.

Mi boca estaba abierta y estaba tan sorprendida que ni siquiera podía parpadear. Estaba paralizada, y por un momento, mi cerebro también quiso tomar un descanso así que dejó de pensar.

—Yo estoy aquí, dejenla a ella.

Hubiera deseado continuar con mis pensamientos, buscando respuestas, hablar internamente de lo distinto que Andy se notaba, estar consciente del porqué sus ojos soltaban pequeñas lágrimas. Quería tratar de entender qué había pasado, ¿cómo era posible su presencia?

Demasiadas cosas, pero al hacer contacto visual con él caí inconsciente de nuevo. Supongo que fue demasiado para mí y simplemente colapsé.

Inconsciente de nuevo.

StayWhere stories live. Discover now