Capítulo 32

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Ben corrió hacia mí y me abrazó fuertemente. Sentí sus brazos rodear mi cuerpo de una manera realmente tierna y protectora.

— ¿Estás bien? ¿En dónde estuviste? ¿Alguien te hizo daño? —preguntó mientras buscaba de pies a cabeza alguna herida en mi cuerpo. Intenté distraerlo ya que mis brazos e incluso mi cara tenían heridas de los tipos que me raptaron.

—Estoy bien —dije entre titubeos—. Pero, ¿cómo supiste que estaba aquí? —pregunté nerviosa antes de que notará que algo me había pasado.

—Tu madre me llamó y me lo dijo. Estaba muy preocupado por ti, no podía siquiera imaginar que algo te hubiera pasado. Moriría si te perdiera a ti también.

Ben me abrazó de nuevo y aproveché su distracción para hacerle una señal a Andrew con la mano pidiéndole que se escondiera. Ben no podía enterarse de esta manera de que Andrew estaba vivo. Verlo así, de la nada sin estar preparado podría hacerle muy mal, sobre todo conociendo la fragilidad de los sentimientos de Ben.

Andrew se colocó detrás de la pared de la casa y asomó un poco su cabeza ya que al parecer quería seguir escuchando lo que platicaba con Ben.

—Bueno —suspiró George— la descubriste, está aquí. Deben tener mucho que platicar, así que yo me voy.

Cobardemente sacó las llaves de su auto del pantalón, listo para huir. Era obvio, tenía que aprovechar la llegada de Ben para escapar de la situación.

—No puedes estar huyendo de mí toda la vida, George. Tarde o temprano tendrás que darnos explicaciones a ambos. Así que ve tranquilo, puedes ir pensando en las excusas que darás.

Él tragó saliva ante mi comentario. Podía notar su nerviosismo y debo confesar que nunca imaginé ver ante mí a uno de los hombres más importantes del país luciendo tan frágil. No dijo nada y salió de la mansión pensativo.

— ¿Explicaciones? ¿Por qué George querría huir de ti? —preguntó Ben totalmente confundido.

—Es un tema bastante complicado.

—Cuéntame, ¿es sobre Andrew? —rodeó mi cuello con su brazo y me acercó a él.

Sabía que Andy estaba viéndonos desde detrás de la pared de la casa y muy seguramente ya estaba cuestionándose los gestos tan cariñosos de Ben hacia mí. Mi corazón lo extrañaba, sin embargo rogaba internamente para que sus generosas muestras de aprecio no hicieran a Andrew levantar sospecha alguna
¿Qué se supone que iba a decirle si me preguntaba qué había pasado con Ben?

—Eh... No. No es sobre él o bueno, en realidad sí pero no lo entenderías. No aún.

Sus ojos color avellana me miraron totalmente extrañado. Me observó por unos cuantos segundos y después soltó una leve risa.

—Hailey, cálmate —sonrió al notar mi nerviosismo— ¿Qué pasa? Mira, ¿qué te parece si vamos al jardín y me cuentas todo un poco más tranquila?

No, no. Al jardín no, demonios. Tenía que hacer algo de inmediato para evitar que Ben se acercara y se encontrara con el fantasma de Andrew.

Él comenzó a caminar hacia el jardín y rápidamente intenté detenerlo con mi cuerpo. Intenté buscar alguna excusa razonable pero mi mente estaba en blanco. Aún así, ambos pudimos ver como Andrew escondió la cabeza detrás de la pared al ver que nos acercábamos.

—Creo que hay alguien en el jardín —habló Ben acercándose peligrosamente para averiguar de quién se trataba.

En ese momento deseé que el suelo se abriera y me tragara.

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