¿Estás bien?

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Al abrir los ojos lo único que vi fue humo. Estaba aturdido. La azafata a mi lado estaba muerta. Casi me dio miedo tocarla. Me desabroche el cinturón y comencé a buscar a Valeria. Mi cuerpo temblaba de terror y frenesí que sentía. No podía creer que estuviera pasando por esto. Algunas personas gemían otras ni siquiera se movían. Me di cuenta que la parte delantera del avión estaba en otro lugar. Estaba a unos metros de distancia. Valeria estaba en el suelo, y parece que se arrastró hasta un árbol cercano. Me acerqué hasta ella. Me fijé que tenía un metal en el muslo.

- ¿Valeria? - pregunto cerca de su rostro.

- ¿Liam? - murmuró.

- Maldición Valeria. - besé toda su cara. - ¿Estás bien?

- Sí. Solo me estoy desangrando. - sonrió sin ganas.

Me arranqué un pedazo de la camisa y la envolví un poco mas arriba de la herida, tapando la hemorragia.

- Creo que eso está mejor. - murmuró. - ¿Y los chicos?

- No lo sé. - acomodé los mechones que tenía en su cara.

- ¡Buscalos! - gruño.

- Ya, ya voy. No te mueras Valeria. - advertí.

- No te libraras tan fácil de mí.

Fui al avión, me encontré con Perrie.

- ¿Perrie? - palmeo su mejilla buscando levantarla.

- ¿Que pasó? ¿Que ocurre aquí? Ugh. - se tocó el pecho.

- ¿Estás bien?

- Sí, solo me duele un poco el pecho.

- Bien, acompañame entonces.

Se desabrochó el cinturón y me ayudó a buscar. Perrie estaba nerviosa y despeinada. Miraba todo con horror, al igual que yo. Zayn estaba en el baño la última vez que lo vi. Así que ahí debe estar. Que no esté en pelotas, pedí. Llegué a la puerta del baño y la abrí.

- ¿Hermano?

- Shhh. No grites. - gruño.

Perrie, muerta en lágrimas, se tiró sobre él. Sonreí un tanto al saber que estaban bien. Asentí hacia Zayn y fui a buscar a Harry y Lou. Odiaba ésto. Buscar a mis amigos en medio de este desastre. Cada vez me sentía mas cerca de encontrarlos y cada vez me llegaban mas náuseas. No esta bien.

- ¿Lou? - pregunto, cuando vi dos cuerpos frente a mi.

Uno sentado, otro... acostado.

- No me dejes Louis William. Ni se te ocurra maldito bastardo. - murmuraba Harry, aferrándose al cuerpo de Louis.

Yo caí de rodillas en el suelo. Louis y yo nunca fuimos tan cercanos, pero... Louis seguía siendo Louis. El divertido. El extrovertido. El único. Louis.

- No llores, a mí me va a ir mejor y prepararé para ti un lugar en el paraíso celestial. - esas fueron las últimas palabras del chico más tierno del mundo a su novio, antes de partir.

- ¡No! - gritó Harry escupiendo saliva. - No Louis, no. ¡No me hagas esto Tomlinson!

Puse mis manos alrededor de Hazza.

- ¡Déjame! ¡Déjame! - sollozaba. - Louis no te vayas.

El cuerpo de Louis estaba pálido. Un gran trozo de metal en su pecho. Sus ojos abiertos al igual que su boca. Hazza cerró sus ojos y se aferró más al cuerpo de Louis.

- Vete. - suplicó.

Me alejé de ahí y fui hasta Valeria.

- ¿Porqué lloras? ¿Que pasó? - se esforzaba por estar despierta pero seguía perdiendo sangre.

- Latina te amo. Te amo tanto. - la abracé,  ella dejando su cabeza en mi pecho.

Saqué la caja que tenía en mi bolsillo trasero. Lo abrí, dejando un lindo anillo a la vista de Valeria.

- Valeria. Latina mía. ¿Te casas conmigo? - pregunté aguantando más su cuerpo contra el mío.

- ¿Porqué siempre buscas los momentos menos correctos para hacer las cosas? - rió sin mucho esfuerzo.

- Solo di que sí. - necesitaba oírla decirlo. La amaba y no me podía imaginar una vida sin ella a mi lado. No soportaría saber que la perdí. La necesitaba conmigo hoy y siempre.

- Acepto Payne. - negó divertida y le puse el anillo.

- Que conste que lo iba a hacer en el París. - puse mi menton en su cabeza y no pude evitar pensar en lo rota que estará Valeria cuando sepa de Louis.

- ¿Y los chicos?

- Bien. Están todos bien.

The LatinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora