El libro de las creepypastas

Ciervos Zombis

Nadie se esperaba algo como lo ocurrido hace un par de días, ni siquiera las personas que estaban al tanto de la situación. No hubo ningún comunicado, y menos, ninguna mención en los noticieros, la radio o los periódicos, simplemente todo se fue a la mierda de la noche a la mañana.

En un principio, solo eran rumores, y un claro amarillismo por parte de algunos noticieros que mencionaban una rara enfermedad en los ciervos al norte de los estados unidos. Decían que la enfermedad podría mutar y contagiar a los humanos, pero esto no ocurrió. En realidad, la enfermedad si mutó, pero nunca representó un peligro real, no como el que representaba los animales contagiados, en su mayoría ciervos y alces. Aquellos animales desarrollaron una fuerza increíble, y aunado a esto, se hicieron más agresivos y hostiles con toda aquella persona que se cruzara con uno de estos seres. Eran, para entonces, unos auténticos Ciervos Zombis.

Pareciera que lo que estoy relatando es una historia sacada de la mente de un escritor novato queriendo hacerse con algo de fama, pero esto no es así, no para nuestra mala suerte. Créanme cuando les digo que la realidad puede superar a la ficción, y por mucho. Cuando se trata de plasmar horrores, nadie lo hace mejor que la propia naturaleza, y todo esto es una prueba de aquello.

Para cuando tú estés viendo este vídeo, es posible que la gente ya haya empezado a morir, y tú no lo sabrás hasta que lo veas con tus propios ojos. Vaya ironía. Uno pensaría que el fin del mundo se puede dar de tantas maneras, y nos tocó una de las maneras más raras y bizarras, de esas que únicamente deja pensar que la naturaleza se está riendo de nosotros. Los ciervos, los malditos ciervos pronto habrán matado a gran parte de los estados unidos, y si ellos no pudieron contra la enfermedad, menos lo harán los demás países.

Pero veo que tú no te has inmutado, seguirás tu vida normal terminando de ver este vídeo, vaya error. Mientras tú te sientas a comer en la mesa con tu familia, nuevos casos se registran en Europa. Para cuando vayas a bañarte, se reportaran avistamientos de criaturas infectadas en los fríos bosques de Rusia. Para cuando decidas ir a dormir, la enfermedad se habrá propagado por toda Norteamérica, Europa y Asia. Y finalmente, cuando despiertes en lo que para ti es un día normal, la mitad de la humanidad habrá sucumbido a esos malditos ciervos.

Y lo peor de todo es que nunca te enterarás, No hasta que tú mismo seas testigo de cómo aquellos animales enfurecidos entran a tu casa y matan a tu familia. Lo sé por qué está ocurriendo ahora mismo, y entre más tiempo pases viendo este video, más dejas escapar valiosos segundos que pudiste haber utilizado para ponerte a salvo.

O al menos todo eso fue lo que me pasó a mí. Vivía en una zona bastante alejada de las grandes ciudades norteamericanas, y había elegido vivir cerca de la naturaleza junto con mi familia. Ese fue el peor error que pude haber cometido. El bosque que empezaba al pie de mi casa era inmenso e interminable. En más de una ocasión, sobretodo en mis tiempos de ocio, solía adentrarme entre los grandes troncos de los árboles, penetrando cada vez más profundamente.

Hace un par de meses tuve un encuentro con una de esas criaturas infectadas. Su boca estaba completamente destroza, su carne carcomida por la enfermedad, y su ojos emitían una extraña luz verdosa. En casi todo el cuerpo solía tener ámpulas rojizas a punto de estallar. Cuando estas reventaban, dejaba una desagradable y fétida mancha rojiza, de lo que pareciera era su sangre Esta era la forma en que los demás ciervos se infectaron, pues bebían la sangre que había en el piso.

Pasaron de ser unos cuantos casos aislados, a ser docenas y docenas de ellos. En más de una ocasión vi algunas personas de agencias de salubridad en el lugar, recogiendo muestras, desinfectando algunos árboles en dónde los ciervos iban a parar cuando morían, y en todas esas veces llegaron a decir que simplemente no pasaba nada, y se iban.

No le dieron importancia, y he aquí las consecuencias. Que esto no quede como un testimonio más, sino como una advertencia de lo que viene. Me temo que el tiempo para ti, querido escucha, se ha terminado. Prepárate para lo que viene, y recuerda cerrar muy bien las ventanas y puertas de tu casa antes de que despiertes y presencies en carne propia el verdadero infierno. Mucha suerte y hasta el próximo vídeo, si es que existe alguno.