Cachorro

2. Kim Jaejoong

El anhelo de todo shifter era encontrar a su pareja destinada, aquel que manejaría el segundo timón de su vida y los ayudaría a mantener su barco a flote, una vez cumplidos los dieciocho años después de tu primer celo podías encontrar a tu pareja destinada, tus sentidos estarían lo suficientemente maduros como para ser capaces de reconocerla tan pronto como estuvieran en el mismo territorio.

Pero muchas veces ese anhelo era tan grande y tan imperioso que te obligaba a hacer cosas estúpidas, te volvías tan terco y tan ambicioso por ese lazo tan sagrado que engañabas a tu mente y la contaminabas con ideas irracionales.

Han Sook Hee se dejó llevar por esas ideas irracionales y termino cometiendo el error más grande de su vida. Durante su primer celo justo después de cumplir dieciocho años logro seducir al Alfa del que estaba enamorada, el mismo que ella juraba que era su pareja destinada.

El Alfa ayudo a la Omega con su celo y como era de esperarse de dos shifters tan jóvenes, inexpertos e impulsivos, Sook Hee quedó encinta, pero a la luna no le gusta que se metan con los planes que tiene para sus hijos y el destino haría pagar a cualquiera que intentara cambiar el rumbo de sus caprichosas decisiones.

Justo cuando Sook Hee cumplió cinco meses de iniciado su embarazo, aquel que juraba era su Alfa, conoció a su verdadera pareja destinada mientras estaba en busca de un trabajo fuera de Seúl. Sook Hee se enteró de ello a través de una carta enviada por el Alfa tres meses después, tres tortuosos meses en los que no había sabido nada de él.

Cuando fue en busca de la ayuda del Alfa de la manada, este se negó a prestársela, Ahn Chil Hyun, no podía hacer nada para evitar que el Alfa se fuese de su manada persiguiendo a su pareja destinada, pese a la joven Omega y el bebé que está esperaba, los lazos de una pareja destinada eran sagrados, la luna los castigaría si intentaban fragmentarlos.

Sook Hee no supo nada sobre el padre de su bebé después de la llegada de esa carta, su familia se sentía avergonzada de ella y su futuro se veía incierto, pero pese a todas las adversidades decidió tener al cachorro, que resultó ser un precioso niño al que llamo Jaejoong.

Sook Hee vio a Jaejoong como su salvación, el pequeño era un ángel que no le daba problemas en sus trabajos (que había tenido que conseguir cuando su familia se negó a ayudarla), comía en horarios establecidos, dejaba a Sook Hee estudiar para sus exámenes y no lloraba, nunca lloraba. Jaejoong obligó a Sook Hee a madurar, pero ella estaba feliz de tener la oportunidad de ser madre.

El pequeño Jaejoong creció rodeado del cariño de su madre y el de las mujeres que atendían el restaurante en el que trabajaba está. Todo había ido relativamente bien hasta que el destino decidió jugar de nuevo con los hijos de la luna.

Un día como cualquier otro, llegó al pequeño restaurante en el que trabajaba Sook Hee un lobo solitario que ¡Oh sorpresa! Resultó ser el verdadero alfa destinado de la Omega.

Pero el castigo que el destino y la luna le otorgaron a la Omega por su imprudencia e impulsividad no acabo cuando quedó embarazada de un Alfa que no era el suyo ni cuando su familia dejó de apoyarla. La llegada de su verdadera pareja destinada fue la cereza del pastel.

El lobo solitario no estaba dispuesto a cuidar de un hijo que no era suyo, por lo que le dio a escoger a Sook Hee entre su cachorro de tres años y él.

Sook Hee se cegó por el anhelo, sus sueños frustrados, el deseo, sus instintos y su lazo...

Ahn Chil Hyun, se topó con un problema más grande del que habría ocasionado Sook Hee al principio, pues la joven mujer se había fugado con el lobo solitario y había dejado al cachorro a su suerte.

Pasaron tres días antes de que los miembros de la manada de Seúl se dieran cuenta de que Sook Hee se había ido con las manos vacías, tres días en los que Jaejoong había llorado desesperadamente en la cabaña ubicada al límite del territorio donde Sook Hee se había instalado después de que su familia la corriese de su hogar.