Capítulo 3: Las manos de Yuuri Parte I

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Advertencias: Pues nada, hay amor muscular* con las manos de Yuuri jajaja *se va a esconder*

¿Por qué la señora Hiroko lo había hecho sentir así? Como si fuese tonto que no sabe nada, sabiendo que había recorrido caminos distintos que le había impuesto la mismísima señora vida; y con esos caminos hace referencia a muchos problemas en el p...

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¿Por qué la señora Hiroko lo había hecho sentir así? Como si fuese tonto que no sabe nada, sabiendo que había recorrido caminos distintos que le había impuesto la mismísima señora vida; y con esos caminos hace referencia a muchos problemas en el pasado de su vida cotidiana como: peleas en bares, con sus padres, con la vida en general y con sus dos únicos ex.

Por supuesto que su pasado con el amor queda sepultado porque era una paradoja que dejó olvidada, sobre todo porque Victor odiaba recordar cosas feas. Él prefería disfrutar de las cosas bellas de la vida, luego de allí está el tema de su carrera y su vida personal, y eso era más importante que cualquier cosa, pero que, por desgracia, eran esos acontecimientos que Victor solía recordar siempre, ya saben, algunos que otros malos momentos.

Y sí, de tanto recordar su mala racha en el amor, parecía un puto disco rayado en la vida.

—La vejez empieza a hacerme repetir cosas estúpidas, debo parar en serio —dejó de pensar en eso y se enfocó en quitarse la ropa, por fin.

Victor se dio cuenta que quizá estaba especulando sobre lo que dijo la señora Hiroko de «divertirse», que seguro no había entendido bien el mensaje de ella. El problema es que la doña lo trató como a un niño mimado y pequeño, así que su duda radicaba en ciertos problemas existenciales que le hizo recordar. Viktor pensó que a lo mejor era así con todos los pacientes o solo con algunos, especiales por su puesto. ¿Acaso se creía especial? Sí, tal vez Victor se creía especial.

—No sé porque diablos le hice caso a Chris, siento que no debí venir, siento que me he confundido más o tal vez, no lo quiero aceptar —se regañó y colocó bien la fina toalla en la cintura.

—No sé porque diablos le hice caso a Chris, siento que no debí venir, siento que me he confundido más o tal vez, no lo quiero aceptar —se regañó y colocó bien la fina toalla en la cintura

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Victor guardó la canasta mientras reflexionaba sobre su vida y... sobre el hijo de la señora Hiroko, luego sobre su lesión, o sea, sobre todo de aquello que tanto le advirtió Chris, su amigo ahora debe estar disfrutando una buena cita a ciegas, aunque Victor no lo envidiaba para nada.

Lo único malo con todo eso antes mencionado, es que el ruso se sentía más confundido que antes, es como si sintiera el peso de los años y una extraña soledad tocando la jodida puerta de su tranquila vida.

Cielo Escarchado [AU][VIKTUURI]Where stories live. Discover now