Parte once

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Kai




—Te odio... — Estaba consciente de que le escucharía decirme esas palabras tarde o temprano, pero no me había detenido a pensar en cuánto me dolería oírlas.

Me quité de su cuerpo guiado por una descargar eléctrica que enviaron sus palabras, algo dentro de mi pecho rechinaba y me hacía una tormentosa presión. Mi KyungSoo... Mi hermoso KyungSoo se encontraba dañado de nuevo, temblando sobre la cama desnudo, y ahora... El culpable era yo.

Terminé odiándome igual como KyungSoo lo hacía cuando salí de su celda. Deseaba poder quedarme a su lado, acurrucarlo a mi cuerpo y rogarle que me perdonara, ponerme de rodillas si era necesario.

—Buen trabajo. — Kris me palmeó la espalada agresivamente y se alejó por el pasillo con una sonrisa sádica en el rostro.

Había estado mirando por la cámara de seguridad en todo momento. Era una cámara que ninguno de los rehenes sabía que existía dentro de su celda, era una cámara a la que solo tenían acceso Kris y Tao. No estaban prendidas las veinticuatro horas del día porque eso sería gastar energía innecesariamente (Era imposible que alguien pudiese escaparse), pero para casos como éstos, Kris no dudaba en encenderlas todas y echar un vistazo desde su despacho.

Me fui arrastrando los pies hasta mi habitación. Estaba perdido, definitivamente ahora estaba perdido.



"—No quiero que lo golpees... Solo que lo folles tan fuerte que pierda el conocimiento.

—No... No me puedes obligar a hacerle algo como eso.

—Claro que puedo, trabajas para mí, eres mi perro. — Me escupió dolorosamente, esas palabras no podían ser más ciertas, aunque deseaba constar de una libertad absoluta, Kris manejaba nuestras vidas como se le diera la gana.

—Hay otras maneras de castigarlo...

—¿Dándole una paliza? Casi lo mato la última vez que recibió latigazos... — Dijo como pensativo. — Además... Recuerdo muy bien cómo quisiste intervenir para que no le pegara... Y también recuerdo cómo terminaste tú. — Se echó a reír, no contesté nada por temor a incentivar sus ideas. — Aún no paso por alto tu sospechosa preocupación por ese mocoso. He ignorado el trato que tienes hacia Taemin, no me hagas sospechar de KyungSoo también.

—¿P-Por qué... Yo? — Dentro de las opciones el que mejor podía hacerlo era yo, era el único que no lo golpearía hasta noquearlo o lo desgarraría por dentro, pero si lo hiciera otra persona... Él tendría alguien en quien refugiarse después, me tendría a mí para darle consuelo.

—Porque ese chiquillo se está sintiendo demasiado cómodo a tu lado... ¡Y basta de explicaciones! ¡Lo harás ahora!

Se bebió un vaso de whisky de un solo trago.

—¿Me das uno? Digo... Si tengo que follarme a ése... — Kris sonrió de medio lado y sirvió un vaso casi hasta la mitad de líquido café dorado.

Me lo ofreció y lo tomé todo en dos largos sorbos. Me sirvió otro mientras yo hacía lo posible por aplazar el tiempo que tuviera que entrar a la celda de Kyung. Podía no tocarlo... O podía ser gentil con él, decirle que debía hacerlo, explicarle la situación, no tenían cómo enterarse de que en realidad no había abusado de él a la fuerza.

Kai, la celda y Kyungsoo [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora