El mundo oculta a seres desconocidos... seres como nosotros, pero llenos de secretos.
Secretos que los hacen ser extraordinarios y al mismo tiempo temibles.
La humanidad desconoce de su existencia; o más bien se aferran a cuentos y leyendas para no...
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Sam
Hoy la noche es más oscura que nunca, y la luna parece estar triste al estar rodeada de tanta oscuridad. Si, lo sé es una tontería pero hay algo que no... creo que hay algo extraño, o quizás simplemente soy yo el que se encuentra extraño. Es como si ya hubiera cumplido mis cosas pendientes en esta tierra y mi momento de partir definitivamente cada vez estuviera más cerca, pero en vez de sentir aliviado siento terror. Ver la a luna atrapada entre tanta oscuridad me hace pensar que así estaré también.
—¿Oye porque no estás en la casa? —la voz chirriante y de reproche de Keyla interrumpe mi dilema.
—Estoy en un momento de reflexión —digo aun con la mirada fija en la luna.
—Pues tu momento de reflexión tiene que esperar, han atacado a la mamá de Nicol —vocifera a todo pulmón, es bueno saber que ya estamos muertos porque si no toda la calle se hubiera despertado.
—¿Estas segura? —primero a Nicol y ahora a su madre.
—Por supuestos, Zoe esta como loca alrededor del cuerpo de su madre y Nicol bueno aún está dormida, no tengo idea de que fue y no pienso ir sola a averiguarlo —noto el miedo en su voz.
—Sabes que estamos muertos ¿verdad?, y que difícilmente lo que haya lastimado a la madre de Nicol nos puede hacer daño —ella asiente enérgicamente pero no se mueve de regreso hasta que yo lo hago.
Caminamos por la calle hasta llegar a la puerta de la casa, pero en vez de atravesar la puerta e ir a la sala, vamos directo a la habitación de Nicol, ir a donde uno quiere es una buena ventaja de estar muerto.
Los gritos desesperados de Zoe inundan la habitación, su hermana se mueve entre dormida y despierta entre las sabanas, hasta que se despierta por completo, sus ojos van directo a su gemela quien suelta la noticia sin vacilaciones. Nicol se levanta tan rápido que ni cuenta me doy cuando sale del cuarto, Keyla intenta calmar a Zoe, mientras observo el reloj en la mesita al lado de la cama, marcan las 2:20 de la mañana. Dejo la habitación, si han lastimado a la señora eso significa que los oscuros están aquí o por lo menos alguno de ellos.
En el estrecho pasillo Nicol ha tropezado con una pequeña mesita redonda, el florero de barro que estaba encima de esta se ha estrellado contra el piso y ella ha perdido el equilibrio y ha caído también. La veo sostenerse la rodilla derecha, y tomar impulso para levantarse apenas y puede afincarla pero aun así logro llegar a la sala. Como siempre ella parece no percibir mi presencia, así que me mantengo detrás de su espalda en todo momento. En la sala todo está a oscuras, solo se podía ver una pequeña claridad que daba a los tres escalones hacia el comedor la cual provenía de una lámpara que siempre permanecía encendida en el segundo peldaño cerca de la pared, en el lugar reinaba el silencio cosa que la puso muy nerviosa, temerosa de lo que se podría encontrar más allá de la luz.
