Capítulo 12

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Despierto con el cuerpo molido, dolorido, pesado. Levanto mis manos sobre mis ojos y las estiro para comprobar mi vista. Al principio es algo borrosa pero luego comienzo a distinguir los raspones sonrosados que se encuentran recientes en mis palmas. Me asusto.

-G-glenn... ¡Glenn!- grito el nombre de la persona que más quiero y me giro, para caer de la cama con rapidez- ¡Glenn!- me alejo de la cama a gatas en busca mi novio-.

-¡¿Que?! ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Estás bien?- Glenn baja asustado de la litera y se acerca a mí, pero me hago bolita para protegerme-.

-¿Dónde estoy? ¿D-donde estamos?- pregunto notando mis manos temblar y Glenn también se fija, estira la mano para acariciarme, pero me sobresalto y la aparto-.

No sé qué me pasa pero me está dando ansiedad. Tranquilízate, Gabrielle.

-Para, alto, tranquila- me relaja Glenn- estamos en la prisión, ¿Te acuerdas? Os sacamos de allí, de aquella cabaña- cuando nombra la cabaña me doy cuenta de todo y abro los ojos como platos, me lanzo a los brazos de Glenn, que está de cuclillas frente a mí-.

-Glenn, estoy contigo- susurro- estoy a salvo. Me has salvado, sabría que lo harías.

-Sí, tranquila- me acaricia la espalda y siento un escalofrío de nuevo-.

-Esto... espera... me siento rara- me separo un poco- no me apetece que me toquen mucho- me río de lo ridículo que suena y él me sonríe-.

-Tiene todo el sentido del mundo.

Mientras comemos en la gran mesa del centro, Rick roza mi mano al ir a coger una botella de agua y yo me exalto, tirando al suelo mi vaso. Me levanto como un resorte.

-P-perdón, perdón, Rick...- me coloco el pelo detrás de la oreja y me agacho a recoger los pedazos y vuelvo a ver mis manos temblar ¿Qué coño me pasa? Glenn se levanta a de mi lado y se inclina a ayudarme-.

-Déjame a mí- me susurra y me levanto y salgo corriendo afuera-.

Me siento en el césped y examino mis manos, aún arañadas. Al fin y al cabo, sólo han pasado dos días. Espero que se me pase ya, el nerviosismo y las marcas. No puedo impedir que me toquen, quiero vivir tranquila. Vuelvo adentro más tarde y Rick me sonríe para tranquilizarme, algo que me alivia. Me acerco a Glenn y le doy las gracias por ayudarme de nuevo.

-Soy un peso, sé que soy un peso, una molestia, no quiero serlo, lo siento- pero él me interrumpe-.

-Shh, en el fondo sabes que no lo eres, Gabrielle.

-Glenn... ¿Por qué estoy reaccionando así cuando la gente me toca?

-Todo... todo está en tu cabeza, Gabrielle. Es psicológico. Hay algo en ti que está intranquilo, ¿Quieres contarme algo?

-N-no, tranquilo...

Oscurece rápido y me tumbo en la cama a dormir, pero no me duermo. Estoy harta de vivir con un ojo abierto. Sé que ahora mismo estamos en calma y no debería hacerlo, pero mi cuerpo está tenso, tiene miedo a dormirme. Porque dormir es igual a debilidad, dormir es igual a vulnerabilidad. No quiero que me pase nada, no quiero despertarme en un sitio desconocido de nuevo. Así que la solución será no dormir directamente.

-Déjate de boberías, Gabrielle, tienes que dormir. Tienes que descansar- susurra Glenn desde su litera, como si estuviera leyendo mi mente-.

-Tengo miedo- susurro-.

-¿Confías en mí?

-Sí.

-Yo siempre te protegeré. Mira, estaré despierto hasta que tú te duermas, vigilaré que no te pase nada- sus palabras calman un temor en mí y sorprendentemente me duermo-.

"Eres una chica guapa, muy guapa" dice una voz rasposa y reconozco el rostro del gordo de la cabaña. "Eres mi juguete" exclama el joven chico y hace aquel característico puchero. "Me follare a esta chica guapa" "Me la follaré" Glenn...

-¡Glenn!- grito y despierto entre sudores fríos. Glenn baja de golpe de la litera y creo por unos segundos que se ha asustado más que yo-.

-Glenn... Estás seguro... ¿Estás seguro de que están muertos?- lo miro algo avergonzada por hacer una pregunta tan ridícula-.

Glenn me mira a los ojos y se lanza a abrazarme. Esta vez ya no siento ansiedad, no sé por qué. Simplemente él me calma y siempre lo hará. Rodeo su cuerpo con mis brazos y lo abrazo fuerte. Apoyo la cabeza en su pecho y Glenn se inclina hacia mí, sobre la cama. Trago saliva, pero respiro hondo y me tumbo a su lado. Sus cálidas manos me acarician las mejillas y presiona sus labios contra los míos. Se me escapa un pequeño gemido de placer, ya que estos días no he tenido nada bueno, la verdad. Me besa las mejillas y me rodea la cintura. Yo apoyo la cabeza en su pecho y me dejo dormir escuchando su corazón. Ahora sí duermo en paz. 

-Gabrielle- me despierta la voz de Glenn con cuidado y abro los ojos. Hemos dormido juntos, y me gusta-.

-Dime.

-Vamos a acabar con todo.

-¿Cómo?

-Vamos a cerrar este capítulo. Tú no vas a superarlo hasta que estés segura de que están muertos ¿Verdad? Pues los verás.

-¿Qué dices?

-Te llevaré al lugar para que veas que ya no están entre nosotros.

-¿En serio?- exclamo sorprendida y me levanto rápidamente-.

-En serio- y me lanzo a plantarle un beso en la mejilla-.

Me abrigo con una chaqueta gruesa y acompaño a Glenn por el bosque. Tardamos cuarenta minutos en llegar al sitio y por fín lo veo. La cabaña está ahí, silenciosa, con las puertas abiertas. Justo como lo dejamos. Los cuatro cuerpos están en el suelo, con las vísceras por fuera. Supongo que algún caminante llegó cuando los cuerpos estaban calientes aún. Me acerco con cuidado, el gordo tiene la frente atravesada por una flecha de Daryl. La flecha ya no está, porque éste siempre las recoge. El chico está igual, pero su cara está hinchada y amoratada, gracias a Glenn. Los otros murieron a balazos, supongo de Rick y Glenn. Me fijo en sus ojos. Vacíos. Como los de la pobre Amy cuando murió aquel día hace mucho tiempo. Andrea, su hermana, era mi amiga. Pero me dijeron que la iríamos a buscar después y luego pusieron la excusa de estar ya muy lejos. Espero que esté bien, porque aún planeo volver a verla. Me giro hacia Glenn y le sonrío. 

-¿Cerrado?

-Cerrado- me sonríe y me besa con cariño-.

El camino de vuelta vuelven a ser otros cuarenta minutos, pero nos entretenemos un poco más al estar de mejor humor. Al final pasamos dos horas y poco fuera de la prisión y cuando por fin llegamos... simplemente me falta el aliento. Está llena de caminantes muertos ya. Todos desplomados por el suelo. ¿Qué coño ha pasado? Nada tiene sentido. Entramos corriendo y vemos a la gente del grupo, menos mal. Pero algo falla. 

-¿Dónde está Lori?- pregunto asustada y todos me miran-.

Busco a Rick con la mirada y lo encuentro en el suelo llorando a moco tendido, Carl a su lado igual, con una pistola en la mano. No puede ser.

-¿Qué... Qué está pasando?- pregunta Glenn en un susurro-.

Maggie se acerca a mí llorando como una magdalena y un niño muy pequeño en brazos, muy frágil. 

-M-maggie- la miro y las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas- no puede ser...- Maggie asiente y me tiende al niño para que lo sujete-.

-N-no, ¿Quién es este... esta niña?- lloro sin remedio con el niño en brazos, aunque ya sé la respuesta-.

-Es... es Judith...- solloza Maggie. Miro a la niña de ojos marrones y me recuerda a alguien. Al final y al cabo, no sabemos si es de Rick o de... de Shane. El pensarlo hace que siga llorando y cierre los ojos, para intentar calmarme-.

-No... no tenemos un respiro... el mundo... el mundo quiere acabar con nosotros- sollozo y le doy la niña a Beth, que la pone en una cestita con unas mantas. Abrazo a Glenn, buscando amparo en él como siempre- El mundo... el mundo nos quiere matar...

Sempiterno (Glenn Rhee- The Walking Dead)Where stories live. Discover now