True Love - Fanfic McDanno

Una vida juntos

Nota eliminada :v

Este era un capítulo sorpresa dedicado a todos mis lectores por haber llegado a más de los 4K, casi los 5K <3

Disfrutenlo :3

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20 años después...

Danny

Los años han pasado, los problemas nos golpearon más veces de las que puedo contar y aún dañados, seguimos luchando hasta dar lo mejor.

Han pasado 20 años.

20 años de casados en los que ha sido difícil superar cada obstáculo, cada bache que la vida nos ha interpuesto, y ahora, estamos más que orgullosos de decir que aún estamos juntos.

—Danno. —La voz de mi querida monito me regresa a la realidad, una en la que me quedé viendo unos calzoncillos, quién sabe por qué.

—¿Qué pasa, cariño?

—¿Piensas comprar unos para papá? —Pregunta divertida.

—No lo creo, aunque debería. Ese hombre en su última misión me trajo un calzoncillo con un agujero de bala. No quiero saber cómo llegó eso ahí.

—Ok. Ven, ayúdame.

Dicho eso seguimos en lo que estábamos. Grace quería que viniera con ella para elegir un vestido de noche, pues saldría con su ahora esposo desde hace ocho años, el hijo de nuestro querido amigo Lou, Will Grover. Del cuál me han dado un hermoso nieto, Lucas. Asistirán esta noche a una fiesta de una boda de sus amigos así que aquí estamos viendo miles de vestidos que, según Grace, se ve mal con todo. Parece una niña haciendo esto.

Le dije que viniera con su madre, pero ella se negó. Dijo que yo debía venir con ella porque yo le ayudaría a escoger bien. No entiendo de dónde saco eso. Aunque creo que tengo mis sospechas y esas sospechas tienen nombre y apellido. Steve McGarrett.

Desde esa vez que interrogamos a una prostituta y que sabía que tipo de lencería usaba, no ha dejado de burlarse de mí. Así que es probable que Steve le haya dicho que yo era buen candidato para comprar ropa de mujer. Aunque tampoco niego que tengo buen gusto.

"Lo mataré cuando llegue a casa de todos modos".

Luego de cien de vestidos, se decide por uno negro de tirantes y con cola de pato. Compramos un par de tacones a juego y accesorios para combinar. Ya terminada esta travesía, pasamos comprando comida en el supermercado y nos vamos a casa en mi Camaro.

Entramos y nos topamos a un Steve bajando las escaleras mojado y con un toalla enrollada en su cintura. A pesar de los años, su cuerpo sigue siendo el mismo. Se ha mantenido en forma y yo, pues, he luchado con él día a día por comer malasadas.

—Hola, papá.

—¡Dios! Ponte algo de ropa.

—Niega que te gusta verme así. —Ruedo los ojos.

—Claro que me gusta, pero no con Grace presente.

—Tranquilo, Danno. Ya no soy una niña.

—Quisiera que volvieras a serlo —susurro mientras tomo la bolsas de las compras—. Bien, vamos a preparar el almuerzo.

—Los alcanzo en un rato —dice Steve antes de desaparecer escaleras arriba.

—¿Crees que lo haya olvidado? —Pregunta Grace a mi lado cortando unas verduras.