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—I can wear, I can joke, I say what's on my mind.

Entré a casa orgulloso del gran día que había tenido, a la empresa le había encantado mi canción y había recibido un ascenso por mi compromiso y dedicación al trabajo. Estaba emocionado por decírselo a Bonnie, pero escucharlo cantar me detuvo. 

Él no tenía la mejor afinación, pero me encantaba que cantara porque él tenía la voz más dulce y bella del mundo, era tranquila, suave, en un tono comúnmente bajo y, por sobre todas las cosas, era especial. 

—If I drink, if I smoke, I keep up whit the guys. 

Subí con rapidez las escaleras desanudando mi corbata en el camino y sin esperar más abrí la puerta de su estudio. 

Pero no había nadie. 

—And you see me holding up my middle finger to the world, fuck your ribbons and your pearls. 

La voz venía de una habitación que no ocupábamos, la del fondo del pasillo, era la segunda opción para invitados, con simplemente una cama, armario, un pequeño buró y baño básico. No había nada tecnológico y lo más colorido que había ahí era una lámpara que nos habían regalado. 

—Cause I'm not just a pretty girl. 

Entré a la habitación y me sorprendí al verlo, tenía sus audífonos con la música alta, esta vez escuchaba Pretty Girl de Maggie Lindeman y parecía muy emocionado con lo que hacía. Las paredes y techo ya no eran de ese aburrido tono beige grisáceo, ahora eran cian. Los muebles ya no estaban, y el antiguo ventanal sin cortinas ahora lucía unas blancas con la parte superior en negro y el diseño de delicadas flores en ella. 

En la pared izquierda había un armario blanco y negro junto a la puerta hacia el baño, junto a la ventana, en la pared del frente, partía una cama individual que se pegaba a la pared derecha, estaba acompañada de un buró y ambos muebles hacían juego con el armario. La colcha era de un blanco, casi gris, y estaba acompañada de una manta azul cobalto doblada a los pies de la cama que hacía juego con el almohadón. 

Bonnie bailaba y cantaba mientras desplegaba una alfombra redonda azul cobalto en el centro de la habitación, apenas se levantó y me vio su sonrisa se ensanchó y corrió hacia mi para abrazarme. Cuando lo atrapé por el impulso me vi obligado a dar unos pasos hacia atrás, le había rodeado por la cintura y él enredó sus brazos en mi cuello. 

Aunque él se haya separado y quitado sus audífonos yo lo seguí abrazando hasta que dejó de besuquear mis mejillas. 

—Wow, no pensé que te alegraría tanto verme— bromeé y enseguida posó sus labios sobre los míos, un contacto que, obviamente, yo no rechazaría. Como la mayoría de veces él tomó la iniciativa y comenzó a moverlos en un compás calmado, acariciándome los hombros y yo pasando mis manos por su estrecha cintura. 

Bonnie comenzó a deslizar uno de sus muslos por el mío hasta acomodarlo en mi cadera y, entendiendo lo que quería, lo impulsé para enredar sus piernas en mi cintura. Él era delgado y de baja estatura, y sumándole el hecho de que últimamente estaba haciendo más fuerza no me costó nada llevarlo y acomodarlo el la cama. 

Enseguida se separó de mí con cara de pánico y negó, confundiéndome. 

—¿No quieres?— le pregunté a la vez que me sentaba, Bonnie asintió sonriente y se sentó a horcajadas sobre mi regazo. 

—Pero en esta cama no, Bon— murmuró dejando un pequeño y cariñoso beso en mi nariz. 

—¿Porqué? ¿Cuántas veces lo hicimos en la habitación de invitados? ¿6? ¿8?  

—De hecho fueron casi 12— me corrigió pícaro, cosa que me sacó una pequeña carcajada. 

—¿Entonces? ¿Cuál es el problema? 

—Este lugar es especial, nosotros nunca lo hemos hecho en nuestras oficinas. 

—¿Seguro? ¿Recuerdas la vez que estrenamos el nuevo sofá de mi oficina? 

El recuerdo lo hizo avergonzar, por lo que opté por besarle la frente con diversión. 

—Está bien, tú no quieres aquí, y no lo entiendo, pero está bien. 

El suspiró tranquilo y repentinamente lo cargué al estilo nupcial, Bonnie estaba sorprendido, y realmente se veía tierno con las mejillas sonrosadas y su pequeña boca abierta en una pequeña "o". 

—¿Qué haces?— me preguntó apenas salimos de la habitación. 

—Tengo una erección aquí abajo, así que iremos a nuestra habitación. 

Alcé mi vista, se suponía que debía estar terminando esta nueva canción pero ver a Bonnie en este momento se me hacía muy tierno

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Alcé mi vista, se suponía que debía estar terminando esta nueva canción pero ver a Bonnie en este momento se me hacía muy tierno. Hace unos días habíamos adoptado a un cachorro callejero, un pequeño labrador negro con unos ojos avellanas que habían dejado encantando a mi novio; y a mi me encantaba verlo así de feliz. 

Ambos, Bonnie y el nuevo integrante de la familia, Jack Cookie, jugaban en el suelo, habían varios juguetes de perro en el suelo y en este momento jugaban con un hueso de tela. Desvié mi vista hacia el cajón, abriéndolo lentamente y maravillándome con la pequeña caja de terciopelo azul. 

Éramos novios desde hace años y nos conocemos desde la adolescencia, tenemos oficialmente nuestra casa y ya estamos criando una mascota. 

Y realmente, casarse con Bonnie sería la mejor experiencia que podría vivir. 

Si en mi adolescencia me dijeran que yo estaría así con Bonnie como es hoy en día, probablemente me sonrojaría a más no poder y actuaría como un idiota

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Si en mi adolescencia me dijeran que yo estaría así con Bonnie como es hoy en día, probablemente me sonrojaría a más no poder y actuaría como un idiota. 

Ahora cada vez que pienso en ello...hago lo mismo. 


"Como no enojar a mi novio" por Bon J. Smith.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora