Todo lo que no fuimos. [TERMINADA]

Siendo sincero.

Es momento de dejar que los pensamientos fluyan, que abandone este estúpido sueño que sigo soñando, dándole vida una y otra vez, para que esta le quite la misma al desgastado añoro que tengo al dormir.

Tendría que morir, y estoy listo para hacerlo dentro de esta habitación, donde te hiciste con el absoluto control del más absoluto dolor y pasión. Prometo no llorar ni pensar, hasta que cierre los ojos, y comience a ver que todo ha sido una mera actuación de mi parte, una mentira bien dicha que hasta yo mismo creí, pero, ya no, no más, los sueños se han ido lejos, y ya no volverán, eventualmente morirán, se pudrirán al igual que su creador en soledad.

Hubo un tiempo, años dorados seguramente, donde el tiempo estaba lleno de amor, y el mundo era una mentira en canción, hermosa de escuchar, más ya no era así, todo se volvió grisáceo, todo se volvió pequeño y algo muerto.

¿Cuántas veces soñé con algo que fuera feliz? ¿Cuántas veces esperé a que me amaras, a sabiendas de que jamás sería así? Linda mentira me hice oír. Tu eras un tigre, y yo una presa fácil de cazar y perseguir.

Fuiste un sueño que como la fruta con el tiempo, se pudrió, y sí, me llenaste de una ensoñación y esperanza que no me dio ni Dios.

Serías el sueño que jamás murió, que por el otoño se quedó, y que conmigo resistiría el invierno, y vería en la primavera el suicidio, y entonces nos daríamos cuenta que la vida con cuchillo nos perseguía, dándole desenlace y fin a este sentir.

Me postraría y arrodillaría ante ti, como el único ser que se mostraría como dueño de mí. Mi querido amor a media, mi poco amor fue suficiente y demasiado de mí tomó. Tantas veces han acabado conmigo tan muerto, tan desecho, ¿Recuerdas la vez que tus brazos significaron luto? ¿O cuando la vida me hizo guardar sepulcral silencio? Hablo recurrentemente conmigo sobre esto, pero, estoy ciego, y una vez más me quedo.

Sé que nunca me perteneciste, y sin ti, toda calle será más oscura, y a todo desconocido le tendré más miedo, pero, a cambio de esto, dentro de mí tranquilo estaré, ya que tendrás la felicidad que jamás podré poseer.