capitulo 3

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Manada Alas negras. Gabriel POV.

Hoy me levante a duras penas de la cama. Ayer los chicos y yo entrenamos demasiado y luego soportar a Devora por la noche...puff. Demasiado esfuerzo.

Pero como alpha de mi manada, debo dar ejemplo y no puedo quedarme durmiendo en la cama.

Despues de haberme aseado, bajo a la cocina para desayunar, donde me encuentro con Regina y mi madre charlando juntas.

- Hijo ya era hora de que bajaras... oye has pensado sobre lo qu...

- Basta mama. -la interrumpi.

Ya sabia a que se referia, y es que ella esta deseosa de que le de una luna a la manada, y como aun no he encontrado a mi mate (alma gemela) pues ella quiere que marque a Regina como mi pareja de vida. Pero si hago eso, obviamente tendria que renunciar a mi mate en el futuro, ya que no puedo estar con dos a la vez, y no estoy dispuesto a eso.

Veo como mi madre le dirige una mirada de disculpa a Regina y esta agacha la mirada con cara de cordero degollado. Que pena que ese truco conmigo no funcione.

Cojo un par de panes de la encimera y me marcho al instituto.

Hoy es el tipico dia de instituto aburrido en el que no pasa absolutamente nada interesante. Ya han pasado las tres primeras horas y lo mas interesante es que dicen que a llegado una chica nueva a la que ni si quiera e visto por los pasillos.

Los chicos y yo nos dirigimos sin prisa a la cafeteria. Segun nos acercamos, notamos que esta mas silenciosa de lo normal asique Matt abre rapido la puerta, tanto que esta golpea la pared.

En ese mismo instante, me llega un fuerte olor de tierra mojada y Vainilla.

'Es nuestra mate. Encuentrala. '

Me dice mi lobo Rul. Yo rastreo la cafeteria en busca de la dueña de ese delicioso olor y me detengo al ver una hermosa cabellera roja fuego.

La chica se gira para mirarme y veo como sus ojos se tornan rojos durante un segundo, para despues volverse de un verde esmeralda preciosos. Esa es la señal de que ambos nos hemos reconocido como nuestros "mate" .  Noto como Rul esta euforico en mi interior mientras me pide, bueno, mas bien me exige, que marque a nuestra mate para que asi sepan todos que es nuestra.

Sigo mirandola, observando sus curvas bien definidas, y su precioso pelo del que no puedo apartar los ojos, hasta que la cansina de Regina se cuelga de mi cuello.

La miro con evidente fastidio pero a ella eso parece darla igual.

Seguimos caminando para pedir nuestra comida, mientras le lanzo miradas furtivas a mi pelirroja. Oh dios. ¿en serio dije eso?

Intento encontrarme con esos ojos verdes, pero para mi desgracia , ella no vuelve a mirarme.

WhiteheadsWhere stories live. Discover now