•Capítulo 9•

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Aurora 

Comimos solo mi papa y mis hermana ya que mi mama no volvió de su lugar misterioso donde iba. Me estoy preparando para salir con las chicas, cuando estoy lista salgo de la casa y me encuentro a mi papa sentado en la hamaca que esta en el patio.

—Pa voy a salir con las chicas, vuelvo temprano — le digo dándole un beso en la mejilla.

—Bueno — menciona sin muchas ganas —. Cuando vulvas tenemos que hablar — escucho que menciona antes de salir de la casa.

Tengo una leve sospecha que es sobre Miguel, la verdad no se que esta pasando no entiendo su odio hacia el ni siquiera se tomo el tiempo de conocerlo pero lo juzga solamente por su apariencia. De tanto pensar no me di cuenta que ya llegue a la parada de colativo, después de un rato viene y lo tomo cuando es mi momento de bajar lo hago y busco a mis amigas, por suerte no me toma mucho tiempo.

—Hola chicas.

—Holaaaa — me responde todas a la vez.

—¿Cómo están?, Hace mucho que no nos vemos — les menciono mientras les doy un beso a cada una.

La salida fue como todas las demás hablamos de algunas cosas y nos pusimos al tanto de otras pero no hubo nada fuera de lo normal al menos hasta que llego el momento de bajarme del colectivo. Empiezo a camino hacia mi casa al cruzar la calle una moto se para delante de mí, no hace falta decir quien es.

—Sube — me dice con tono seco, lo miro tratando de procesar la situación —. !Que subas! — grita provocando que algunas miradas se posen en nosotros, me acerco un poco a el y noto sus ojos algo rojos e hinchados. 

—¿Estas drogado? — pregunto aun sabiendo la respuesta, ignora completamente mi duda, se baja de la moto se acerca a mi y me toma del brazo.

—Te dije que subas ¿Qué parte no entiendes? — me dice arrastrándome hacia la moto.

—No voy a ningún lado con vos en este estado, ¿En que estas pensando? — le digo soltándome de su agarre —. Basta Miguel anda a tu casa cálmate y mañana hablamos — me toma de nuevo del brazo pero está vez pone mas fuerza. 

—Te dijo que la sueltes — escucho que hablan detrás nuestro me giro un poco para ver quien es.

—¿Ezequiel?

—¿De donde lo conoces? — menciona Miguel mirándome.

—Eso no importa ahora, suéltame anda a tu casa te calmas y luego hablamos — trato de sonar calmada para que la situación no se ponga peor. 

—Ya la escuchaste — dice Ezequiel, lo miro y lo fulmino con la mirada para que no diga nada mas.

—¿Y vos que te metes? nadie te pidió opinión imbécil — Miguel me suelta del brazo y camina hacia Ezequiel con intenciones de pegarle, me pongo en medio de ambos.

—Basta los dos, Miguel mañana hablamos, y vos  — digo señalando a Ezequiel —. Vete por donde viniste.

Tomo del brazo a Miguel y lo suelto cuando estamos a un lado de su moto, lo obligo a subirse (la verdad no se como logre eso) pero lo logro tomo su casco pero antes de ponérselo le doy un pequeño beso en los labios, antes de que pudiera decir algo retomo mi camino sin mirar atrás. No me aleje mucho cunado escucho el ruido de la moto alejándose y unos pasos detrás de mi.     

—¿Ese es tu novio? — dice Ezequiel a mi lado.

—No es asunto tuyo — le suelto de mala manera sin dejar de caminar ni siquiera me tomo la educación de mirarlo.

—¿Sabías que estaba drogado? — se para delante de mi impidiendo mi paso. 

—No tengo ganas de soportar tus preguntas, quiero estar sola así que mejor muévete — intento pasar por su lado pero pone su brazo en forma de barrera, lo miro soltando un suspiro. 

—Bueno ya que no estas de humor para hablar con tu amigo me voy — me dice con una sonrisa cuando se acerca para darme un beso en el cachete, me toma de la cara y me obliga a darle un beso en los labios.

Lo empujo con todas mis fuerzas y me limpio los labios con mi brazo — ¿Qué mierda haces? no quiero que vuelvas hacer eso nunca mas — cuando paso por su lado y retomo el camino a mi casa, escuchó que dice a mis espaldas.

—Te lo puedo explicar, no es lo que vos crees — me detengo pero no me doy vuelta a mirarlo.

—No me interesa escucharte — sigo mi camino y por suerte no paso nada mas hasta llegar a mi casa cuando entro me saludan mis perras.

—Buenas, ¿hay alguien en casa?.

—Salieron — me dice Agus —. Mama y Papa salieron a una cena romántica — me dice subiendo y bajando sus cejas, con una sonrisa en mis labios niego con la cabeza —. Nuestra hermana se fue de parranda así que tenemos la casa sola para hacer una noche de pelis.

—Okey me cambio y vuelvo — subo a la pieza y me cambio cuando bajo Agus esta  poniendo todo arriba de la mesita del living. 

Aurora (corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora