♠ Capítulo 1 ♠

9.1K 947 368
                                    

Cuatro años después

JungSook sonreía emocionada con sus flores en sus manitos, el jardín de la casa era tan grande que a veces se perdía en él jugando con su imaginación, había recogido unas flores de diferentes colores para su madre, la mujer estaba tan frustrada últimamente que la niña de cuatro años no quería verle así, odiaba ver a sus padres molestos o tristes por algo.

Caminó a la casa deteniéndose en el marco de la puerta sacudiendo su vestido, JungSook tenía un largo cabello hasta su cintura de un color chocolate claro, caía liso como cascada por su espalda, le gustaba peinarlo por horas hasta que quedara completamente suelto y perfecto, aquel vestido blanco que llevaba era perfecto para moverse libremente.

Al entrar a la casa escuchó a su madre hablando por el teléfono, sonrió acercándose hasta situarse a su lado mostrándole sus flores, la mujer tuvo que colgar en cuanto la vio.

— Pero ¿Qué...?

— Mami, esto es para ti—sonrió extendiéndole aquellas flores—Las recogí del jardín para que alegraran tu día.

— Sook, ¿Qué hiciste? —su madre dejó el celular en la mesa de la sala y la jaló del brazo bruscamente—Estás toda sucia, mírate—la zarandeó y arrojó esas flores al suelo— ¿Quién demonios te dio permiso para agarrar esas flores del jardín?

— Pero mami...—la pequeña había borrado su sonrisa.

— ¡Respóndeme! —volvió a zarandearla lastimando sus bracitos, JungSook hizo un puchero y una mueca de dolor—Ni se te ocurra llorar, ¿Me escuchas?

Asintió y vio como pisoteaba aquellas flores recogiéndolas. JungSook sollozó viendo que las tiraba a la basura, la mujer sin duda o vacilación dio un golpe a su brazo y otro a su espalda con sus manos.

La niña sabía que no era primera vez que la golpeaba.

— Lo siento, mami, lo siento.

— ¡Deja de llorar! —la empujó—Sube ahora mismo a bañarte y más te vale estar lista cuando llegue tu padre, definitivamente disfrutaré escucharte cuando te castigue.

— No, no, mami por favor—suplicó. Su padre era muy cruel cuando la golpeaba y por supuesto, la lastimaba al punto de dejarle moretones.

— ¡No te quiero escuchar! —la levantó del suelo arrastrándola a las escaleras golpeándola dos veces más— ¡Sube ahora mismo y deja de molestarme, mocosa de mierda!

♠♠♠

Dos personas estaban mirando y escuchando desde los árboles que había no muy lejos de la casa, a sus espaldas quedaba el bosque expuesto bajo la luz de luna. Ambos escuchaban a la perfección como la niña recibía golpes de su padre y lloraba pidiendo que parara.

— Esto es injusto, voy a entrar, no aguanto más.

Una mano lo detuvo tomando su brazo. Era más alto que él, tenía el cabello grisáceo y la piel ligeramente morena.

— Oye, sabes que no puedes hacer eso ahora.

— Hyung, la están lastimando—miró con ojos suplicantes al chico—Por favor, déjame entrar allí, ella me necesita, ella no merece esto.

— Lo siento, pero no puedo dejar que hagas esto—lo soltó—Sé que estás furioso, pero sabes que ella no puede verte o tendrás que dar muchas explicaciones.

— Joder, NamJoon...

— Pudiste llevártela hace cuatro años cuando fuiste a verla por primera vez—le recordó serio—Decidiste dejarla allí con ellos.

— Porque no me imaginé que serían tan monstruos y bestias para tratar a una niña así...—su voz flaqueó. Se dejó caer de rodillas en el suelo apretando sus manos con fuerza.

"Lo siento, lo siento"

Quince años después

Su reflejo en el espejo dejaba ver un terrible moretón en su ojo derecho, estaba hinchado, apenas podía abrirlo, su labio inferior estaba roto, tenía unas terribles ojeras mientras que su estómago rugía. Suspiró cepillando sus dientes decidiendo tomar un baño vistiéndose con ropa limpia y abrigada, el invierno había comenzado hace poco.

La joven de diecinueve años salió de su habitación a paso lento, su rostro iba mirando al suelo, bajó las escaleras sintiendo un gran cansancio en su cuerpo, JungSook escuchó a su madre hablando por teléfono mientras servía el desayuno tanto a ella como a su padre, se sentó en la silla sin levantar la vista. Cualquiera que la viera sabría de lógica que estaba deprimida y decaída.

— Asegúrate de bajar esa hinchazón—fue lo que dijo su padre mientras leía el periódico. El hombre llevaba trabajando en la estación de policía prácticamente toda su vida, a pesar de su edad no se dejaba caer, al igual que su madre. Unas personas de su edad no deberían trabajar, deberían descansar, pero para JungSook...prefería verlos trabajando que en casa.

— Sí, señor.

— ¿Qué dijiste? No te escuché.

— Sí, señor—repitió en un tono audible.

— Oye—chasqueó los dedos frente a su rostro—Mírame a la cara cuando te hablo, terminas de comer y te quiero fuera de la casa por todo el día, ¿Me entiendes?

Justamente en las noticias del televisor se escuchaba que avisaban de una fuerte nevada ese día, JungSook prefería pasar frío que dolor con los golpes de sus padres.

♠♠♠

JungSook tenía diecinueve años, sus estudios los había terminado en casa recibiendo educación de profesores privados que eran tan estrictos como sus padres, desde que tiene memoria nunca ha recibido una muestra de cariño, siempre era ella la que pedía por algo de calidez hasta que cumplió los quince.

Sus padres sabían que el cabello era algo delicado para la chica, su madre se lo había cortado absolutamente todo dejándola en sí casi calva por no quedarse dormida en sus clases, pero la razón de ello era que JungSook tenía tres noches sin poder dormir por andar estudiando, a esto se le sumaban los maltratos, la falta de comida y las humillaciones de sus padres.

Aquello fue el colapso para su cuerpo.

La última paliza había sido ayer, ella les había comentado sobre sus ganas de estudiar en la universidad, quería ser reportera, estudiar comunicación social y llegar a salir en televisión, pero la forma de decir no de la pareja fue golpearla brutalmente, su madre bebía Ron mientras veía la escena sin remordimientos.

JungSook se detuvo en aquel puente, estaba en el Río Han y veía el agua helada a unos metros debajo de ella. Sus lágrimas se congelaban al caer quedando pegadas en sus mejillas, sus manos temblorosas y heladas tomaron el barandal deseando ser valiente para saltar, pero cuando era consciente de lo desgraciada que era su vida para querer eso era cuando rompía a llorar.

Sus rodillas tocaron el suelo y la joven se abrazó a sí misma. ¿Tan miserable era que había pensado en suicidarse?

Im JungSook sólo sabía algo y era que estaba desgraciada por completo.

•••

Vayan poniendo atención a cada detalle.

Bloodline ♠ [BTS] COMPLETAWhere stories live. Discover now