Capítulo Nueve. Pasión

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Tú, Lily, eres a la única que he amado y a la única que quiero enamorar durante todos los días de mi vida.

Hadid Alfasi te ama, Lily....

Lo sé,yo también estaba escuchando.

¿Tú lo amas?.

Irrevocablemente

-Hadid....

-No tienes porque decir nada,Lily.

-El problema es que sí quiero decirlo. Es curioso que nos hayamos puesto de acuerdo para hablar sobre lo mismo y que a ambos nos de vergüenza.

-¿Tú también sientes lo mismo?.

-Así es, Hadid. Es algo que no pude evitar o preveer.

Suspiró para después girarse y dedicarme la sonrisa más bonita que había podido ver en su rostro desde que lo conocía. Me acarició la cara y después me besó

-Te amo, Lily. Nunca creí que diría esto a una mujer pero no es más que la pura verdad.

-Te amo, Hadid. Yo tampoco creí que le diría esto a un hombre jamás.

Le sonreí, después entrelazamos nuestras manos sintiendo la magia correr a través de nuestros dedos. Era electricidad, era fuego y fueron estas sensaciones las que nos llevaron a dar rienda suelta a la pasión, a descubrir cada parte de nuestro cuerpo, a calmar la atracción que mutuamente sentíamos.

Besó mi cuello dejando un camino de aterciopelados y dulces besos que poco a poco fueron llegando a otras zonas más erogénas haciendo que mi interior ardiese por qué me hiciese suya y cuando finalmente entró dentro de mí, fue la sensación más maravillosa de cuántas había experimentado.

Por supuesto, hacía años que no era virgen pero nunca había hecho el amor. Cada estocada de Hadid venía acompañada de una caricia, de un beso, de una mirada que me hablaba de sus profundos sentimientos sin siquiera abrir la boca.

Fue esa noche, en aquel hotel de Essaouira, mientras juntos alcanzábamos el clímax cuando comprendí que el amor existía, que era la única ley que debía regir el mundo.

-No tengo palabras para explicarte todo lo que quiero decirte, Lily.

-No digas nada entonces pues tan sólo una mirada tuya me dice todo lo que necesito saber.

Después de aquel día, de nuestra confesión, Hadid y yo empezamos a salir en serio.

Con mi buen humor enardecido, aguantar a Fiona ya no fue insoportable a pesar de que me hizo la vida más imposible que nunca a partir del momento en que vio a Hadid besarme delante de sus narices. Para ser honesta, su cara de poker me hizo tanta gracia que por poco estallo en carcajadas.

-No creas que te va a durar mucho.

-Tampoco salía con la misma más de dos veces, ¿verdad?.

Probablemente fuese por la fuerza del amor pero me sentí poderosa aquel día. Primero de todo por poder darle una lección de humildad a Fiona. Salía con el jefe, sí pero excepto el día en que había salido antes de tiempo, no había ninguna clase de trato de favor. Yo trabajaba igual que los demás y eso me enorgullecía bastante.

Noches de pasión se sucedieron junto a Hadid y es que nadie nunca más me había hecho sentir tal dependencia. El problema fue cuando Hadid me hizo saber sus próximos viajes.

-Lily, la próxima semana viajaré a Inglaterra. ¿Quieres venir conmigo?.

-Me gustaría, Hadid pero debo trabajar en tu empresa. No quiero ninguna clase de trato de favor.

-No seré yo quien traté de convencerte. Te alabo, de hecho. Cuando termines tu mes en recepción, te llevaré de viaje a donde quieras.

-Te recibiré con los brazos abiertos cuando llegues, Hadid.

Ninguna clase de trato de favor....me arrepentí de mis propias palabras tan pronto despedí a Hadid en el aeropuerto. ¿Llorar por una persona?. ¿Por un hombre?. Una nueva novedad en mi vida. La ausencia no me resultó agradable pero continúe con mi trabajo y mi rutina lo mejor que pude.

Un día, mientras trabajaba, ví a Josh viniendo a lo lejos. Podría pensarse que tuve una reacción infantil pero mi primer instinto fue esconderme tras del mostrador. Por suerte, Fiona, tenía el día libre sino aprovecharía mi debilidad para atacarme de algún modo.

-Lily, te he visto esconderte.

Mierda....

Me escondía porque me habia estado llamando al teléfono móvil y nunca le había devuelto las llamadas. Aún así me había pillado haciendo de las mías así que lentamente y con pocas ganas, me volví a poner de pie.

-Hola, Josh. Escucha.....

-Hadid ha hablado conmigo, Lily. No tienes nada de lo que preocuparte.

-¿En serio?.

-Me alegro por vosotros, Lily. Jamás hubiese pensado que Hadid se enamorara de nadie y verlo feliz me llena de dicha. De corazón te lo digo así que ya no tienes que esconderte más.

Suspiré. Dar explicaciones en situaciones como aquella no eran mi fuerte realmente por lo que le agradecí enormemente que fuese él quien las diese.

-Tenemos pendiente una cena inglesa creo recordar.

-Eh.....

-Eres la novia de uno de mis mejores amigos. Una cena y una conversación es lo único que quiero.

-Lo siento, Josh. A veces la mente te juega malas pasadas pensando mal.

-Lo sé. Entonces, ¿quedamos para cenar?. Tu novio me ha dado el consentimiento.

-Parece que habéis hablado muchas cosas que yo no sé.

-Somos grandes amigos, Lily. Siempre hay cosas que le cuentas a tus amigos y no a tu mujer.

-Espero no tener que usar eso en tu contra el día de mañana, Josh.

Fue al día siguiente, mi día de descanso, cuando quedamos en mi casa para hacer una cena inglesa. Mi amigo escocés debía aprender que no sólo de pescado se alimentaba un ciudadano inglés y además me apetecía pasar el tiempo con alguien que me hiciese olvidar la soledad así como la partida de Hadid.

-¿Qué es lo que tienes preparado, Lily?. Huele increíblemente bien.

-Un cottage pie. Un pastel de carne con puré de patata.

Un pastel de carne con puré de patata que me había costado la mismísima vida hacer. Por suerte, Jaimie Oliver y Gordon Ramsay eran unos excelentes profesores y gracias a sus tutoriales, saqué adelante el trabajo con éxito.

¡Nada mejor que YouTube!.

-¿Y tú?. ¿Qué delicias escocesas has traído?.

-Crannachan. Nata, queso, frambuesas y un toque de buen whisky. Absolutamente....

-Mi postre preferido-le sonreí-.

-Parece que al final, los escoceses no somos tan mala gente.

-No te relajes, Josh aún tenéis muchas cosas por pulir.

La cena fue deliciosa, la compañía estupenda y la conversación muy amena como siempre que hablaba con Josh.

-Me ha encantado cenar contigo, Lily. no dudes en llamarme cada vez que quieras repetir. Aquí tienes un amigo.

-Muchas gracias, Josh. Ahora se bueno y dale un abrazo a tu amiga. Soy como un osito. Que no tenga quien me abracé es una aberración.

Después de un abrazo y unas risas en la puerta de mi casa, Josh se fue dejándome un buen sabor de boca. Las cosas con él se habían arreglado de modo que un alivio llenó mi ser cuando me acosté en la cama.

El móvil sonó estando a punto de quedarme dormida.

-¿Hadid?.¿Qué es lo que pasa?.

-¿Cuántos enemigos tienes en Marrakech?.

¿Enemigos?. no entiendo nada....

Y llegó ella....((COMPLETA))#2Where stories live. Discover now