Capítulo Veinticuatro. El Despertar

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¿Mi pequeña hija muerta?. ¡Por favor que sea un sueño! ¡Por favor que no sea real!.

-Tu hija no está muerta, Lily. Hadid la ha protegido como el buen padre que es.

-¿Ha logrado encontrarla?. ¿Está a salvo?. La vi irse de tu mano....

-A veces nuestras decisiones nos llevan a diferentes consecuencias. Si Hadid no hubiese prestado atención a Helen, quizás si estuviese muerta. Ahora sólo está herida.

-¿Herida?. ¿Qué le ha pasado?.

-Nada grave pero te necesita. Al igual que Hadid. Debes despertar, Lily.

-Me hubiese gustado conocerte de otra forma.

-También a mí pero al menos nos hemos conocido, ¿verdad?. Una cosa más: sé comprensiva con Hadid. Tiene un gran corazón.

-¿Comprensiva?.

-Ya lo entenderás. Hasta la vista, Lily.

Desperté hecha polvo y con todos los huesos doloridos tan pronto mi suegra terminó de hablar sin prácticamente ni idea de donde me encontraba.

-Al fin despiertas, Lily. Te estábamos esperando.

Lazard me miraba sonriente a mi lado, como si llevase mucho tiempo aguardándome, al menos, su incipiente barba así lo denotaba.

-¿Soy yo o mi hija está herida en un hospital?.

-Vaya. Parece que la pequeña Helen no ha tardado en comunicarse con todos vosotros.

-En realidad, la que me ha avisado ha sido mi suegra. ¿Es normal qué lo haya hecho?.

-En lo referente a tu hija y tu suegra, Lily, me temo que mi campo de estudio se queda bastante corto. Nadie sabe como pero parece ser que tanto una como la otra, son capaces de comunicarse telepáticamente con todo el mundo. Hadid, fue a Essaouira a buscar a Helen porque ella le avisó de donde estaba y parece ser que Josh llegó a tiempo al lugar por el mismo motivo.

-¿Está bien mi hija?.

-Duerme en el hospital fuera de peligro.

-He de ir a verla.

Traté de incorporarme pero un mareo repentino me impidió hacerlo.

-Lo harás cuando estés bien. Llevas dos días en coma y necesitas un poco más de tranquilidad para poder estar en pie.

-Pero Helen me dijo que me necesitaban.

-Y así es pero nada mejor que una llamada, ¿no crees?. Hadid, se siente preocupado.

Puse los ojos en blanco. Tenía tantas ganas de verlos a ambos que me molestaba estar postrada en una cama aún siendo consciente de que mi cuerpo no respondía a mi imperiosa necesidad.

-¿Siempre en posesión de la razón, Lazard?.

-Siempre que esté en mis manos-me sonrió-.

Tomé el teléfono que me tendió y marqué el número de mi marido. No lo dejó sonar ni dos pitidos.

-¿Cómo está?. ¿Ha despertado?.

-Eso parece-le contesté-. Creo que tu madre ha tenido algo que ver aunque confieso que el tema me tiene desubicada.

-¿Lily?. ¡Oh!. ¡Qué alegría me da poder escucharte!. ¡Al fin despiertas!.

-Eres el segundo que me dice eso hoy-sonreí-. A mí también me da mucha alegría hablar contigo pero ni Lazard ni mi cuerpo me dejan acercarme al hospital para abrazarte. ¿Cómo está nuestra hija?.

Y llegó ella....((COMPLETA))#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora