Capítulo 35🏹

938 82 9
                                    

Enterrando el dolorAngelic🏹🏹🏹

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Enterrando el dolor
Angelic
🏹🏹🏹

Un mes después...

Salgo del gimnasio con el pelo mojado golpeando en mis hombros desde hacía una semana había decidido venir a entrenar para mantenerme en forma y fuerte. El auto negro que me vio salir del hospital había rondado un par de veces la casa. Liz que quedo como la nueva alfa del clan Blood Wolf me aseguro que ese auto y esas personas no estaban relacionadas con su manada. Al parecer Haider los contrato para que enviaran un mensaje a mi casa, pero parece que el pago por otra cosa también.

La noche está más oscura de lo normal las nubes cubren la poca luz que refleja la media luna. Estaba completamente sola caminado hacia mi auto, que con ayuda de mi padre Steven y algo de dinero que tenía ahorrado, sumando lo de mi trabajo logre comprar. Sacando las llaves de mi bolso de ejercicios desactive la alarma del coche, pero soy detenida por un auto negro que frena cortándome el paso para ir hasta mi auto. Dando un paso hacia atrás no despegue la mirada del vehículo con vidrios oscuros. Lento comenzó a bajar el vidrio dejando ver el perfil de una mujer que no llegaba a tener más de cuarenta años.

-Sube -fue lo único que dijo con voz autoritaria y sin esperar mi respuesta ella volvió a hablar -Sube, no te haremos daño si colaboras -la puerta de los acompañantes se abrió y de esta salió un adolescente, me indico que subiera. No quería problemas y estaba armada con mis dagas desde la última vez no me separo de ellas por nada del mundo.

El auto se puso en marcha sacándonos afuera del pueblo y adentrándonos al bosque de la manada Moon Black, la antigua manada de Haider. En ese momento comencé a temblar al recordar lo que paso hace más o menos un mes y todo lo que paso años atrás. Avanzamos hasta donde el bosque dejo el acceso libre para el auto a partir de ahora tendríamos que ir a pie. Bajamos del auto en silencio tal y como lo habíamos estado todo el viaje.

-Haider nos pagó por adelantado para que te asesinemos si a él le llegaba a pasar algo -mire a la mujer acercando mis manos a mi bolsa del gimnasio donde tenía mis dagas. -Él está muerto y no sabrá si vives o no... -comenzó a mover sus mansos acompañando sus palabras -Nosotros queremos irnos de una vez de este pueblo, pero antes debemos dejarle un paquete a Diego Haider. El problema es que él no quiere vernos por lo que si quieres que perdonemos tu vida entrégale esto al mini Haider. -delante de mis pies me arrojaron una caja de tamaño mediano de color negro con un sobre encima de este atado con una cuerda. Tome la caja mirando a la mujer que sonrió resaltando sus blancos dientes y se movió para que yo fuera a la casa de Diego. -No renuncies a tu clan Angelic las cazadoras también necesitan una buena líder para volver a lo que las cinco madres querían -me detuve en seco al escuchar las palabras de esta a mis espaldas. Girando sobre mis talones la mire ahora con más detenimiento viendo lo que hasta ese momento estaba oculto en su cuello. Una media luna roja, esta mujer es una cazadora o como diría mi padre una desertora, no lleva el uniforme ni tampoco parece matar lobos, sino que a sus propias colegas.

Red HoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora