CAPITULO 97

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Le sonreí de lado, ¿y ahora que?—lancé una carcajada—me levanté nuevamente pero, ésta vez me senté sobre Zayn y éste me miró sorprendido, pasé mis manos por su pecho hasta llegar a su barbilla y hacer caricias allí, se estremeció por las cosquillas, ya había descubierto su debilidad.

Deslice su camisa por encima de su cabeza, dejándolo descubierto a mi. No pensaba quitar más, ese era mi plan que esperaba que funcionara, así qué, seguí dando suaves caricias sobre su cuerpo y dejar besos mojados sobre él, sus manos quisieron tocarme pero las arrimé hasta arriba de su cabeza, pasé mi mano por su pecho descendiendo hasta sus pantalones sin dejar de mirarlo fijamente a los ojos.

Mi intención era hacer lo que él por mucho causaba en mi, el deseo de querer más... Metí mis manos por debajo del pantalón y toqué allí abajo, haciendo caricias como antes, no entendía como puedo lograr hacer éstas cosas si nunca llegue a ver demostraciones o haberlas pensado. ¿Simplemente las ejerzo y ya?

Su bóxer blanco no era obstáculo para mí así que metí mi mano debajo de él y sin quitar mis ojos del rostro de Zayn, quien estaba absolutamente tenso, sonreí nuevamente pero ésta vez se podía ver el deseo a metros, no sabía so la víctima de mi intento de venganza sería Zayn o yo, reí leve y escuche un "gemido" de parte de Zayn, intentó decir mi nombre pero su voz ronca delató su estado, haciéndome sentir victoriosa.

Saqué mi mano de allí y besé su cuello, lentamente, besos suaves y poco a poco fueron subiendo algo de tono, los besos se convirtieron en mordidas y las mordidas en chupones, mi encía sangraba por la presión de mi boca sobre su cuerpo, sobre su piel pero aun así no me detuve y marqué grandes chupones... Más que todo en su cuello, mandíbula y pecho.

Estaba más que orgullosa. Por lo tanto, como ya había conseguido lo que deseaba, me levante como si nada y me retiré de la habitación sin antes mirar atrás de reojo y con su respiración acelerada por mil.

[*...]

No me había podido quitar la bendita sonrisa en todo lo que resta del día, llevaba cómo una hora sonriendo y haciendo chillidos de niña emocionada, pensaba irme a bañar por lo tanto respire hondo y tomé mi toalla, entré al baño y lance un grito ahogado al ver las marcas en mi cuello.

Me quité la camisa y descubrí nuevas marcas, sobre mi clavícula, pecho, cuello, estomago, morados en mis brazos por la presión, no me arrepentía en haber dejado tantos chupones en su cuerpo, pensé que había exagerado pero vaya, el que exageró fue otro...

Me terminé de quitar la ropa, y abrí el grifo de la ducha, dejando caer el agua tibia, nada más sabroso que esa sensación relajante. Mojé mi cabello, ya tocaba lavarlo, de la nada comencé a cantar una canción desconocida, no sabía si era inventada por mi o la había escuchado antes aunque muy pocas veces que lo hacía.

Estaba tan distraída en mi canto que no me había dado cuenta de que unas manos acariciaban mi espalda, para cuando dejé de cantar, voltee lentamente y me encontré a Zayn sonriéndome muy de cerca, mis nervios cesaron—¿¡Que haces aquí!? Casi me infarto—confesé haciéndolo reír—pues, también tenia ganas de bañarme y bueno, se me ocurrió la gran idea de rendir agua para el planeta, ¿no lo crees?—no podía creerlo, estalle en risas y estas cesaron al sentir los labios de Zayn —vaya rendimiento de agua—comenté sobre sus labios, el río y yo quise separarlo pero mis brazos no se movían, querían esto y en el fondo, sabía que aunque quería dejarlo con las ganas, yo también lo deseaba.

Sus manos se dirigieron a mi trasero, y apretaron ahí haciéndome sobresaltar impresionada, juntó su cuerpo con el mío haciendo uno solo en si, sus mojados labios recorrían mi cuerpo y mis ojos cerrados le dieron el privilegio de que mi cuerpo se hizo sumiso de Zayn.

Con facilidad me cargó y recostó sobre la pared, algo y un tanto vergonzoso para mi al estar en esa posición con él. Pero preferí no darle importancia, deseaba escuchar gemir a Zayn mi nombre por segunda o muchas vez más en el día, algo que me sorprendió viniendo de mí. Zayn se posicionó bien contra mi cuerpo y sin pensarlo dos veces se introdujo en mí, gemí su nombre y antes de que cayera, me sostuve de su cuerpo y el dijo mi nombre en un susurro, hizo la misma acción y ésta vez fue el quien gimió unas palabras que me dejaron abobada, ¿Había sido aquello un "Te amo"? Vaya que si, lo había oído perfectamente —te amo más—susurre sobre su hombro.

SUBASTADA. (ZAYN MALIK) TERMINADAWhere stories live. Discover now