"JUS PRIMAE NOCTIS" de Xing Bao Er

VOLUMEN 2-CAP 11(Final)

Más tarde, el marqués realmente conoció a Mary, la ciudad natal de Walker.

Por insistencia de Wiltshire, Walker regresó con él a su finca en Stonehaven y se establecieron allí. Según el marqués, fue para poder administrar sus tierras ancestrales y otra razón por la que dio fue que el aire en el campo era mejor para su salud, pero Walker siempre sospechaba que era una táctica para evitar que tuviera la oportunidad de toparse con la princesa.

Dejando atrás su frenética vida en Londres, los rasgos innatos de carácter del marqués de ser efervescentes y animados parecían haber sido restaurados. Todos los días, él arrastraba a Walker, así como a Mary, ella era una niña de solo nueve años, una de las vecinas de Walker, y pasaban el tiempo paseando por el campo. Ya fuera para cazar o montar a caballo, los dos vivieron sus vidas tan libres y sin restricciones.

En numerosas ocasiones, el Príncipe Regente también envió personas para solicitar que Wiltshire vuelva a Londres para hablar sobre asuntos oficiales, pero cada vez que rechazó la invitación, citó la mala salud como una excusa.

En realidad, Walker no había deseado realmente vivir junto con el Marqués en su finca de Stonehaven, ya que el Marqués estaría pegado a su lado todos los días, temía que llegara un día en que uno de sus familiares descubriera la relación entre los dos. En ese momento, quién sabía cómo circularían los rumores calumniosos ...

Pero ahora, tal vez ya no le importaba tanto eso. Wiltshire había dispuesto que sus padres se reubicaran en una pequeña villa cerca de la mansión, y su hermana y hermanos más pequeños también habían sido enviados a la escuela o se les había dado trabajo dentro de la finca. Toda su familia vivía en paz y estaba felizmente empleada, sin tener que preocuparse más por los problemas monetarios, este tipo de vida era un paraíso que ni siquiera se hubiera atrevido a soñar un año antes, y había sido Wiltshire quien había colocado suavemente todo en sus propias manos.

Su amor no se estancó después de ese breve viaje; en su lugar, siguió creciendo a medida que continuaban creciendo a medida que se lanzaban a la odisea de la vida juntos. Durante el resto de sus vidas, fueron el compañero de viaje más querido del otro, y este paradigma se repetiría sin cesar hasta el día en que el mismo ciclo de renacimientos se detenga.

-------------------------------------------------------------

Fin de Jus Primae Noctis