La gota que rebasó el vaso

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-Rey Lelerd: ¿Conque estas son todas? Menudas feas me has traído.

-Gett: Con tan limitado tiempo no podía hacer nada más.

-Rey Lelerd: ¿Estás diciendome que no sé dar ordenes?

-Gett: No mi rey, simplemente que-

-Rey Lelerd: ¡Silencio! Solo acepta que has hecho mal el trabajo.

-Gett: Sí, lo siento, hice lo que he podido pero no pude alcanzar su espectativa majestad.

-Rey Lelerd: Creo que... me quedo con esta.

Toca la barbilla de la joven dama, relamiendose los labios. Una chica la cual era la hija del herrero, una apuesta damisela con solo diecisiete años.

-Gett: ¿Asumirá un matrimonio con ella majestad? Es una niña.

-Rey Lelerd: Aprecio tu consejo pero he decidido casarme con su hija. ¡Así que traigamela! No es en broma lo que le dije.

-Gett: ¡Lo siento rey! Ahora mismo partiré a buscarla.

-Rey Lelerd: Muy bien... ¿Como te llamas.

-Dama: Soy Marf.

-Rey Lelerd: ¿Alguna vez has tenido una relación íntima con alguien?

-Marf: No majestad, pero me encantaría con usted.

Le toca el pecho lentamente hasta que llega a su miembro.

-Rey Lelerd: Preparenme una cama, y esta noche haganme un festín.

-Guardias: ¡Como ordene!

En esa noche tan cálida para esos dos. Un látigo salió debajo de la cama del rey, ambos desnudos, Lelerd comenzó a pegarle latigazos a la joven Marf. Mientras ella gritaba de dolor y pedía piedad él reía.

-Rey Lelerd: ¡Soy tu rey, muestrame tu sangre!

Y así hizo con aproximadamente treinta niñas, bueno, damas. Pero eran veinte años más jóvenes que él. Luego las masacraba y se lo daba de comer a los pobres.
Así entre los más bajos era respetado, ya que les daba ropa y comida, pero ellos no sabían que era de las damas que mataba, mientras las violaba.

Gett luego de una larga búsqueda llegó hasta la sala de reuniones de los Celers, donde encontró a su hija y al nuevo líder Lem.

-Gett: ¡Hija!

La abraza y Foen queda sorprendida, ya que nunca en su vida había recibido tanto cariño de su padre.

-Foen: ¿Que pasa? ¿No estabas con el nuevo rey?

-Gett: Ese mal nacido tortura a todos dentro de ahí. Quiere que te obligue a casarte con él, tienes que irte, lejos, ve a Æzir diles que eres una de las sobrevivientes de la guerra del Imperio.

-Foen: ¡Momento! ¿Tú no estás con ellos?

-Gett: Claro que no, hija vete, el futuro de esta familia depende de tí.

-Lem: Ahora que estás aquí nos servirás de ayuda.

-Gett: Ya no existe la ayuda. Ahora hay que escapar. Háganlo ustedes, no tienen que pasar esto aquí. Continúen el lineaje fuera de estas tierras.

-Foen: Entonces...

De repente unos guardias tiran la puerta abajo.

-Guardia: ¡Bien hecho mano del rey! Encontraste a la nueva reina.

Entre ellos se llevan a Foen y dejan inconciente a Lem. Gett se rehusa a pelear e intenta converserlos que no la lleven pero de todas formas se la lleban.

-Guardias: Rey, aquí está su reina.

Tiran a Foen al suelo.

-Rey Lelerd: Oh... maravilloso. Para esta noche preparen doble festín. La reina necesitará estar satisfecha con la comida luego de perder su virginidad.

-Foen: Si me tocas, te corto la verga.

-Rey Lelerd: Pero mira que rebelde se ha vuelto tu hija Gett, es difícil ponerle una correa a un perro una vez que sea adulto.

-Gett: Lo siento majestad, he fracasado como padre. Pero si deja libre a mi hija le prometo traerle la mujer mas bella de los cinco reinos.

-Rey Lelerd: Esta me hes muy hermosa.

En Æzir...

-Nicolay: He mandado un comunicado para que el rey sea retirado.

-Lyce: No hace falta iré yo misma.

-Nicolay: Lo sé, pero hay que asegurar de tener amigos en cada reino. No queremos ir que la maten porque los abandonaste.

-Lyce: Debo retomar el trono y dejar que nuestro hijo gobierne el Imperio.

-Nicolay: Me encanta esa idea.

Entre ellos se miran y se nota el buen ambiete pese a que están hablando prácticamente de ir a matar al rey.

-Nicolay: ¿Cuantos hombres necesitarás?

-Lyce: Con doscientos me podré defender.

-Nicolay: Y mandaré quinientos para que rodeen el castillo desde atrás.

-Lyce: Agradezco su ayuda príncipe.

-Nicolay: Siempre que la necesite la tendrá mi princesa.

Dentro de tantas palabras bonitas, a un muchacho que estaba de vacaciones con su familia, le llegaron dos propuestas de asesinato, una desde Æzir y otra de la casa Celer y Foen. Ambos por la misma causa. El mayor asesino, mercenario y ladrón de KeraCroon, al leer estas cartas no tuvo más remedio que vestirse con su gabardina, agarrar su guadaña del mejor material posible y tomar rumbo al castillo del rey regente.

KeraCroonWhere stories live. Discover now