Capítulo 4: Recordando.

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Los encuentros de fútbol con mis amigos
Los cambié por besos y unos cigarrillos
Yo fui un Dios que hizo verano en tu mejilla
Un astronauta entre tus pechos de afrodita

Y van, van por dentro
Tus recuerdo son estrellas que
no paran de llover

(El farolito – Voz Veis)

Iban todos como una gran familia (así lo pensó Uraraka) en la mini van de los Bakugo. Los señores Bakugo delante, el padre conduciendo y la madre haciendo de copiloto, luego sus padres, quienes llevaban una distendida charla con los de adelante y finalmente atrás, ellos, en silencio. Uraraka no dejaba de observar la escena que tenia enfrente y notaba que Bakugo también lo hacia, aunque prefería desviar su mirada a la ventana.

''Esto es extraño, Katsuki'' se atrevió a decir en un susurro. Él rubio chasqueo la lengua y la hizo callar, aunque también en un susurro.

''No me llames así frente a ellos''. Fin de la interacción.

A pesar de ir inmersa en la conversación con sus nuevos amigos, Mitsuki Bakugo observaba cada tanto a los jóvenes al fondo de la mini van.

Llegaron a un restaurant de mariscos bastante hogareño y agradable. En una mesa rectangular se sentó cada familia frente a frente. Uraraka estaba muy feliz de tener a su padre cerca luego de dos semanas, por lo que no se contendría en cuanto a mimos, pese a tener a Bakugo enfrente. ''Es una mimada''pensaba Bakugo cada vez que pasaba su vista sobre Ochako, aunque luego comenzó a pensar que, si tal vez le diera la oportunidad, la chica podría comportarse igual de cariñosa con él. Sacudió un poco su cabeza para desviar este pensamiento, debía terminar por convencerse de que él no era bueno para ella.

La escena era un tanto cómica; mientras tres personas se comportaban de forma cariñosa entre si, las otras tres personas en frente se limitaban a observar el menú. Pero ambas familias poseían más en común de lo que se hubiesen podido imaginar.

Una vez que les tomaron el pedido, y para evitar incomodidades, Uraraka fue la primera en hablar.

''¿Cómo ocurrió todo?''

''Bueno...'' era como si Mitsuki hubiese estado esperando su turno, ''me asignaron el caso, aunque de cierta manera yo también lo pedí. El apellido se me hizo conocido de alguna parte y estaba en lo correcto. La chica que le dio pelea al salvaje de Katsuki en el festival deportivo, es todo un honor conocerte al igual que al resto de tu familia'' mencionaba la rubia mientras posaba sus ojos en la castaña como si estuviera viendo un antojadizo plato de comida.

''Estás desvariando, anciana'' replicó el rubio menor. Recibió una mirada asesina por parte de su progenitora.

''Para nosotros también ha sido un honor conocerlos'' mencionó la madre de Uraraka, con sus mejillas sonrojadas igual que su hija.

''Uh, aun hay algo que no me queda del todo claro...¿Por qué tuviste que pasar dos semanas encerrado, papá?''

''Si estaba dos semanas dentro, el monto de la fianza bajaba, Ochako. Una cosa por otra'' respondió sereno el padre.

''Además, son dos semanas que me permitieron reunir la información necesaria para demostrar que él no merecía pasar más tiempo encarcelado porque no representaba ningún peligro, y les sirve de garantía a los jueces para saber que no intentará escapar del país. Ahora, solo me falta reunir la ultima parte de la investigación para demostrar que tu padre solo fue engañado y es cien por ciento inocente, de lo cual no tengo absoluta duda'' parecía que la mujer disfrutaba hablar sobre su trabajo.

''Además, no salimos a almorzar con cada cliente de mi mujer'' se atrevió a decir en chiste el señor Bakugo y todos, a excepción de Katsuki, sonrieron.

La bestia, la bella y el bucle de tiempoWhere stories live. Discover now