Capítulo 16.

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Capítulo 16.

En ese capítulo encontramos una gran parte pensada  y narrada por Justin. Aun que sea mucha letra y poco dialogo os recomiendo leerla ya que es uno de los mejores capítulos para esta historia. Sin este capítulo nada tendrá sentido después. Siento lo que vais a leer, me ha dolido escibir algo así pero así es la historia y no puedo remediar nada. Él realmente no es tu príncipe azul y yo estoy aquí para recordártelo. Un beso!  Vota y comenta que te ha parecido! Espero tu opinión!

 

Quiero dedicarle este capítulo a mi amiga Maria C. Por que gracias a ella esta novela no termina aquí y no termina así. No quiero arruinar una historia tan bonita como podría ser esta pero tampoco quiero hacerla perfecta. Los amores perfectos también tienen defectos así que agradecedle que ____ y Justin aún puedan vivir muchas cosas más.

Dicen que la sensación de las caricias es similar a comer chocolate. La sensación que sientes cuando te acarician la piel mientras comes chocolate es aún mayor cuando quien lo hace es una persona amada en cuerpo y alma.

Habíamos aprovechado la tarde mirando películas antiguas mientras comíamos chocolate. Dejé que sus manos se pasearan por mi piel libremente, como si se tratara de un pájaro acariciando a una niña herida con sus alas limpias y blancas. Puras. Simplemente puro.

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Justin Bieber hacía siglos que no probaba la marihuana, desde que dejó a la chica con reflejos rubios en el pueblo. Nunca había sentido de nuevo la tentación de fumarse un cigarrillo cargado de esa hierba maligna aun que ahora recordaba todos esos momentos en los que escuchaban a cantantes famosos y fumaban en su estudio. Había sido mágico.

Nunca había decidido invitar a la chica con reflejos rubios a su estudio para otra cosa que no fuera fumar y follar, creía que el mundo estaba hecho para gente que fumaba, vivía y follaba para pasárselo bien. Creía que nunca perdería a la chica de reflejos rubios, que ella siempre estaría ahí para subir a su estudio cada noche. Que ella sería su chica de fines de semana siempre. La noticia le había sorprendido, no quería irse. No quería que su padre entrara en la cárcel pero tampoco quería marcharse y dejarla ahí. Nada más le importaba. Ni siquiera sabía si tenía segundo nombre, no sabía los nombres completos de sus padres o si tenía un gatito en casa.

Solo sabía de ella que tenía tatuado un mapa del mundo en pequeño debajo del pecho derecho, que la palabra “inspiración” se la había tatuado cerca de la oreja y que sus padres no sabían que su hija tenía tatuajes.  Sabía que le gustaba el color rosa ya que siempre llevaba alguna prenda de ese color. Tambien sabía que los sujetadores de encaje la hacían sentir sexy y que le gustaba escribir desnuda sobre su pecho. Siempre le había gustado escribir tomando café después del sexo.

Y eso era lo que estaba haciendo en esos momentos, Julette McLane –por que así se llamaba esa escritora- estaba escribiendo en una gastada libreta que había sacado del bolso y había colocado sobre el pecho de Justin. Estaba escribiendo sin parar, como si la escritura la obsorviera y no vierao escuchara nada más que las palabras escritas por ella. Ni siquiera se había percatado de que Give Me Love de Ed Sheeran ya llegaba a su fin.

Tal vez si se había dado cuenta de que Summertime Sadness de Lana del Rey empezaba a sonar, pues movía sus pies al ritmo de la canción, pausado.

-Kiss me hard before you go- susurró mientras escribia.

Nunca me había dado cuenta de lo que le importaba escribir, siempre había hecho eso. Mientras yo repetía fumandome otro porro de marihuana ella escribia sobre mi pecho mientras sonaban canciones parecidas a estas. Ella siempre estaba absorbida.

Y no sabía como decirle a esa chica de pelo largo y lacio que no era la única en mi vida, nunca lo sería. Nunca había sido un tio de una sola chica, tampoco lo había sido mi padre y tampoco lo era mi padrastro. Las mujeres nos perdían.

Sabía que había leído el nombre de Abby, pues las llamadas se habían guardado como vistas y yo no había abierto el mobil. Ella lo había utilizado para llamar al número de Biel y no había preguntado por el nombre de esa chica.

Tal vez ella sabía que yo no era un hombre de una sola mujer, tal vez ella no quería saberlo o tal vez imaginaba que eran asuntos de trabajo.

Me había visto en el instituto acostarme con otras chicas, siempre la invitaba a pasárselo bien con nosotros pero ella nunca acedia. Tal vez ella siempre me quiso para ella sola y no podía ser. Nunca podría ser.

Abby Bryans tampoco entendía eso pero ella era un asunto extra. Abby era mi prometida ahora y no sabía ni siquiera como decírselo a _______ ¿Cómo se tomaria que el chico al cual llama “príncipe azul” estuviera prometido con otra chica? Supongo que mal, todas se lo tomarían mal.

Supongo también que si yo la viera con otro tio me pondría celoso, claro que si. Juliette o ____, o las dos…eran mias. Abby era mia. Esos tres personajes eran míos.

-Tengo una nueva idea!- susurró ella en mi pecho. Yo seguía mirándola embelesado.

-Cuéntame- dije.

-Una chica y un chico que se enamoran por la mirada, no hablan el mismo idioma, tampoco viven en el mismo país pero se encuentran y causa todo. Juntémosle a eso un sexo fantástico y un amor rápido y fugaz, mezclado con mentiras y una dosis de amigas celosas- dijo ella emocionada, le encantaba su trabajo.

-Pinta bien, muy tú- dije yo.

-Pinta genial, creo que llamaré a Karin-seguía con la emoción en sus ojos, en su voz- me va a regañar por querer trabajar tanto!

Y mientras ella llamaba a Karin por mi teléfono fijo, yo me dediqué a responder uno de los mensajes de Abby:

“Volveré cuando termine mis negocios en Barcelona cariño, yo también te amo. Siempre te amaré.” Puse.

Sabía que Abby era de esas mujeres que necesitan siempre tu atención, que era de esas chicas que necesitan saber donde estás y con quien y nunca me negué a decirle con que chica me había acostado. La primera vez que me insinuó que sabía lo que había hecho la llamé loca. Quemó toda mi ropa y me hecho de casa con lágimas en los ojos pero al dia siguiente se dedico a llamarme, diciéndome que me perdonaba.

Me dediqué a contarle que me gustaba el sexo con otras, que nunca sería suficiente para mi. Ni ella, ni nadie.

Y aun que yo mismo sabía que ninguna mujer podía aceptar tal hecho, ella lo hizo. Era feliz con tener una tarjeta de crédito con dinero ilimitado, sabiendo que llegaría el viernes por la noche a casa y la complacería de nuevo. Ella era feliz y yo también.

La que no sería feliz después de todo esto sería _____, ella lloraría como lo hizo la primera vez Abby. Ella gritaría, me intentaría pegar y me diría “no quiero volver a verte” aun que por dentro se muera por mi, igual que yo muero por ella.

Y es que no puedo dejar de recordar el olor a coco que desprende su piel, el sabor salado de su piel mientras hacemos el amor, los gemidos en mi oreja…su pelo alborotado. No podré olvidar eso si ella no quiere nada conmigo. No dejaré que eso pase. 

Chicas esta semana no tendreis capítulo hasta el viernes creo o tal vez el sabado por la mañana. Lo tengo todo apuntado en mi agenda así que tranquilas! No me olvido! Espero que os haya gustado este giro y que VOTEIS Y COMENTEIS! 

Un besito. Podéis encontrar mis redes sociales en mi perfil! 

No soy tu príncipe azul- Justin Bieber y Tu. [1ra Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora