"Ruptura"

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Aclaraciones: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Marvel. Lo que escribo aquí es solamente por placer y no con motivos lucrativos.

Espero les guste!

***

Ruptura


Desde hace ya un tiempo, Tony y yo nos hemos distanciado, podría decir que es su culpa, su forma de ser tan problemática, pero no, el culpable he sido yo.

Llevamos 10 años casados, haciendo un balance puedo decir que ha sido un matrimonio feliz. Adoptamos a Peter hace 5 años y Tony decidió colgar el traje para dedicarse más a él. Yo por otro lado continúe trabajando con Fury y el equipo; durante el último año las misiones me mantuvieron lejos de casa por largos periodo de tiempo y comencé a buscar calor en otros brazos, unos que estaban disponibles más cerca y con mayor frecuencia.

Hace mucho tiempo ella y yo tuvimos algo, y dicen que donde hubo fuego..., Después de unos meses por fin tomé la decisión de terminar con esta farsa, es por eso que estoy sentado en la cocina con una taza de café mientras pienso las palabras que usaré.

― ¿Steve? ―oigo cuando Tony deja sus llaves en bol de la entrada del pent-house y respondo para que sepa que estoy en la cocina. Se ve decaído, ha de estar cansado, aun así me regala una sonrisa, llevamos casi un mes sin vernos. Se acerca y me abraza, luego deposita un suave beso casto en mis labios.

―Te extrañé ―le doy una sonrisa de regreso.

― ¿Mucho trabajo en la oficina?

―No tanto ―se aparta un poco sin soltarme y me mira a los ojos― y tú ¿Todo bien con el equipo? ¿Qué tal la última misión?

―Bien, no me quejo ―me separo de él y me acerco a la alacena, él se sienta en la barra de la cocina ― ¿un café? ―ofrezco.

―Un té verde con ginseng estaría bien. ―mientras preparo el pedido rememoro la mañana que pasé con Sharon. Vuelvo con su té a la barra y tomo asiento nuevamente ― ¿Azúcar?

―Así está bien, gracias ―le da un sorbo y sonríe quedamente una vez más.

― ¿Y Peter? ―Deja su taza y lleva su mano hasta su cuello mientras mueve su cabeza de forma circular.

―En casa de Nat y Bruce, los niños querían hacer una pijamada y no tuve corazón para decirle que no. Lo traerán mañana temprano.

― ¿Entonces estaremos solos? ―pregunto para cerciorarme y él sonríe de forma coqueta. En otro momento hubiera adorado esa sonrisa. Digo, aún me gusta, pero siento que ya no es lo mismo.

―Así es, capitán ―Su sonrisa coqueta se apaga poco a poco y de estar risueño pasa a una seriedad que me abruma― tengo que hablar contigo ―dice al fin, desviando la mirada hacia el ventanal.

Paso saliva y respiro profundo ―pues somos dos... Hay algo importante que necesito discutir.

Me mira con sorpresa y luego levanta los hombros como restando importancia con su típico gesto de altivez ―adelante, tú primero. ―me observa con atención.

―Tony, yo... ―Tomo aire y junto el valor que me hace falta para completar la frase― Yo... quiero el divorcio. ―su taza de té queda a medio camino de su boca y la sorpresa se refleja en su rostro. Noto como la confusión lo envuelve lentamente.

― ¿Qué? ―dice en un susurro con la voz temblorosa.

―Lo que oyes, quiero el divorcio ―el silencio se hace presente y solo se oye el tic―tac del reloj mientras él analiza mis palabras― ¿Tony?

―Dime que es una broma, porque tiene que ser una broma. Rogers, dime que es una maldita broma.

―Tony, por favor.

― ¿Por qué? ―podía sentir su mente trabajando a mil por hora como era de costumbre cada que no entendía algo.

―Hay... Hay alguien más. ­―respondo con la cabeza gacha mirando mis manos, con las que juego nerviosamente sobre la mesa.

― ¿Desde cuándo? ­―la tensión aumenta y su voz indignada no ayuda.

―Tony...

―Cierto, lo que menos importa es el tiempo que llevas engañándome, con que lo hayas echo una vez ya es suficiente.

―Tony por favor, me conoces...

―En serio ¿de verdad te conozco, Rogers? ―Trago saliva― ¿Quién es?

―Tony, no es necesario que...

―Es Sharon ¿verdad? ―le sostengo la mirada y me resigno.

―Si. ―el silencio se instala aún más incómodo entre nosotros.

―Está bien. ―rompe la insípida calma dejándome perplejo, nunca creí que después del arranque inicial continuara hablando con tanta parsimonia. ―Pero tengo una condición.

―Una condición... ¿Qué condición? ―pensé que me pediría la custodia completa de Peter y me diría que tendría que desaparecer de sus vidas, o quizá que tendría que sacar mis cosas esa misma noche... Pero no.

―Que actuemos como si nada de esto estuviera pasado hasta que estén listos los papeles... me pondré en contacto con el abogado para ver las legalidades, mientras tanto seguirás viviendo aquí como mi esposo y el padre de Peter.

Lo pensé un momento, no me parecía una buena idea, claro que era cumplible y tal vez sólo sea un capricho de su parte, una de sus tantas ideas descabelladas. Aun así asentí ― ¿Puedo preguntar por qué?

Pareció pensar su respuesta y sonrió con sorna ―Por Peter. Dentro de poco cumplirá 7 años, no quiero que su cumpleaños se vea empañado por nuestra culpa. ―Se mordió el labio inferior― De eso mismo te quería hablar hace un rato... Yo... no... No se me ocurría qué hacer para celebrar este año... Y... Pensaba que tal vez... podríamos hacer algo diferente a una fiesta de cumpleaños y pasar tiempo juntos... los 3. ―me fijo en sus ojos acuosos y me parte el alma ser el causante, pero nada puedo hacer al respecto― Lo siento ―se pone de pie― Creo que me iré a la cama. Dormiré en la habitación de Peter hoy ―toma una bocanada de aire― Que pases una buena noche, Rogers.

―Buenas noches, Tony. ―Camina hacia la habitación de Peter y puedo ver cómo pasa el dorso de su mano por sus ojos antes de desaparecer por el pasillo.

Suspiro y noto el cansancio emocional sobre mis hombros, observo la taza que Tony dejó casi intacta y siento que soy el peor hombre sobre la tierra, pero ya no hay marcha atrás. 

Tiempo en ContraWhere stories live. Discover now