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Capítulo III : ❝ Abrázame y no me sueltes❞

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Debido al desfile de modas el tiempo para hablar de Taehyung y Jimin se había acortado, luego de una apretada agenda sobre la cual estaban basados.

El alfa se marchó hace unos 10 minutos dejando a su omega bien a gusto en los muebles de la sala viendo televisión, en su descanso fue interrumpido por su padre que se sentaba del otro lado del sofá rojo para tener una charla.

Taehyung apagó el televisor cosa que hubiera hecho antes pero por alguna razón hoy estaba más receptivo.

-- no te vi ni en el desfile ni en la fiesta ¡Qué demonios sucede contigo Taehyung! -- gruñó su progenitor con las arrugas de su frente marcándose a tope.

¿Estaba ciego o no veía que el omega mantenía su pie alzado y forrado todo el tiempo?

-- por si no te diste cuenta me torcí el tobillo -- Señaló su pie levemente hinchado.

-- Qué conveniente que justo para el día del desfile te torcieras el tobillo -- ironizó cruelmente -- tienes cuántos pagaron por verte? ¡como para que ni si quiera te dignes en dar una explicación en la fiesta!

Sus gritos perforaban los delicados oídos del omega quien cerró sus ojos con fuerza ante sus estridentes gritos. Impotente.

-- No fue mi culpa ..

-- ¡Obvio que no! Fue mía por confiar en un inútil como tú!

-- Fuí profesional y remplacé con otro modelo mi lugar, la prenda se exhibió ¿no? ¡Qué te molesta entonces! -- replicó con ferocidad

-- ¡A quien querían ver es a ti! -- Kim se levantó furioso de su asiento -- pero nunca puedo confiar en ti .. como siempre me has decepcionado.

Kim abandonó la sala furibundo dejando atribulado al omega que estaba teniendo un ataque de pánico y ansiedad profundo. Esas palabras las escuchó por varios años y ahora es cuando empezaban a doler. Se cuestionó si aún con el tobillo dañado debió haber desfilado con tal de que se reprima lo que acaba de suceder. Se levantó asentando su pie aún con el dolor que este le propinaba en un ataque de enojó y frustración consigo.

Cada lágrima que salía con rebeldía se las limpiaba, cojeando poco a poco hasta llegar a la salida del patio trasero.

Arrastrándose porque el dolor de su tobillo no le daba para más y este estaba mucho más hinchado que antes se quedó bajo el árbol en el que colgaba su columpio limpiando su corazón de las últimas palabras a través de sus sollozos.

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En el despacho del alfa Kim solicitaron una reunión el señor Min, dueño de los mejores Hoteles y Resort de toda Corea, antiguo compañero de Kim en la universidad y socio en un par de negocios más que benéficos.

Min entró con porte y arrogancia que llevaba consigo desde hace varios años y esa sonrisa algo morbosa que hacía de él alguien desagradable.

-- Han pasado años CEO Kim -- saludó con un cigarro entre sus dedos.

-- Casi siete Min Jaehyung pero siempre es bueno verte y recordar los viejos tiempos -- estrechó su mano y los dos se sentaron sobre los muebles.

-- ¿Cómo están los negocios? El dinero se sigue multiplicando? -- carcajeó un poco aligerando el ambiente a uno más amistoso.

-- Muy acertado -- bramó Kim con un aire de altivez -- ¿Hace cuánto has llegado?

-- Ayer baje de ese avión y vine pronto a verte -- comentó -- Me dijeron que estás teniendo conflicto con esos bastardos de la policía.