Confesiones - Supercorp

Confesiones I

Kara miró los papeles que Edna le había dado. Sonrió al creer que tal vez sí había esperanza.

La kryptoniana miró a su izquierda y allí se encontró con la mirada de su mejor amiga, Lena.

La rubia la observó entre calma y dulce. Debían hablar, no podía estar mal con ella.

Lena respondió su mirada de igual forma y se acercó a ella.

—Hey. —Kara hizo una tierna mueca. Lena le sonrió con timidez, algo extraño para ser una Luthor; Lena solía reflejar contundencia y seguridad, rara vez mostraba su lado tímido e inseguro.

—¿Hablamos? —La kryptoniana asintió y ambas se encaminaron en silencio hacia el balcón que se encontraba en la oficina de Kara, allí tendrían privacidad absoluta.

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—Lo siento, fui demasiado dura contigo. Solo intentabas hacer tu trabajo.

—La amistad es el trabajo más importante y estaba tan concentrada en mi artículo que olvidé lo que realmente importa.

—No, Kara. Lo cierto es que, incluso si hubieras estado a mi lado cuando Lex escapó, no te lo habría permitido.

—¿A qué te refieres? ¿Por qué?

—Porque yo soy la que guarda secretos. Eve no fue la única que trabajó con Lex, yo- yo también trabajé con él. Me contactó hace cuatro meses, él sabía que yo tenía el Harun-El. Tenía cáncer y tenía miedo de morir. Es mi hermano. Y en mi corazón sabía que me estaba manipulando, pero le creí, lo ayudé y me traicionó. Y fui débil y nunca me lo perdonaré. Imagino lo que piensas de mí, Kara. No te culpo.

—No, no. No eres débil, eres un alma brillante, bondadosa y hermosa. Tu hermano te pidió ayuda y en situaciones de vida o muerte, ayudas a la familia. Nadie puede juzgarte por eso. Lamento mucho que sintieras que no podías contármelo. Lo siento mucho.

—Gracias.

Kara miró a Lena con ternura. La rubia se acercó a la CEO y la tomó de las manos.

—Lena, realmente lo siento. —La mencionada negó.

—No es tu culpa, Kara.

—En parte lo es. —La rubia bajó la mirada y se mordió el labio. Tal vez era hora de que las mentiras terminaran.

—¿De qué hablas, Kara? —Lena la miró con el ceño fruncido, sin entender. La kryptoniana respiró hondo. No quería perderla, no podía.

—¿Recuerdas esa noche que me quedé en tu departamento, vimos películas y comimos muchísima comida chatarra? —Lena asintió, sin entender a dónde quería llegar su mejor amiga—. Ayer me quedé viendo la foto que nos sacamos esa noche. Después de nuestra pelea, comencé a sentirme culpable y además te extrañaba muchísimo.

—Oh, Kara. —Lena acarició sus brazos con suavidad—. Yo también te extrañé a ti, no sabes cuánto. Pero no entiendo por qué te culpas.

—Hablando con Nia, le dije lo mala amiga que fui para ti y ella me respondió que no era así, que yo había estado junto a ti en todo momento. Y claro, yo no estuve —Kara le puso énfasis a la palabra "Yo"

—Kara... Realmente no te estoy siguiendo —La rubia cerró sus ojos por unos segundos.

—Lena, yo te quiero. Muchísimo. Y eres muy importante para mí ¿Lo sabes? —La CEO asintió—. Quiero que sepas que todo fue para protegerte ¿Vale?

—Kara, me estás preocupando.

—Recién dijiste que eras la que guardaba secretos. Bueno, yo también los guardo. Y te he ocultado una gran parte de mí pero lo hice porque te quiero. —Lena abrió su boca para responder, pero se quedó muda. No sabía qué decir—. ¿Recuerdas nuestra discusión? Me dijiste que yo, tu mejor amiga, no había estado para ti pero que alguien más lo estuvo... —Los ojos azules de Kara se aguaron. Lena la miró sin entender pero a los pocos segundos recordó la conversación.