Capítulo diecisiete : Tres millones

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       París







        La noche era fría en la capital de Francia. Los parisinos caminaban por las calles con abrigos, algunos con niños y otros con la pareja que amaban. De uno de los restaurantes, sale una pareja agarrados de las manos, riéndose de un chiste que uno de ellos había dicho. Esa pareja no era más ni nada menos que Jude Hobbs y Deckard Shaw.

      Habían tenido una linda cena en ese restaurante, y querían disfrutar los últimos días que les quedaban en esa magnífica ciudad. Ella se cierra el abrigo que Deckard le dio hace unos segundos, ya que hacía frío. Sus manos unidad era lo que los hacia sentir menos frío. Los dos caminan hasta un puente y se quedan allí, uno al lado del otro, observando las estrellas.

- ¿Te gusta estar aquí? - ma pregunta de Shaw hace que ella lo mire. Y sonríe.

- Claro que sí - responde ella, ahora acostando su cabeza en el hombro de el -, aunque hemos estado lejos mucho tiempo.

      Ella no piensa en sus palabras antes de decirlas. No podía evitarlo, ya que era cierto lo que decía. Con Deckard habían decidido viajar a distintos paises, y disfrutar más de su noviazgo. Ahora era oficial. El se lo había pedido hace unas semanas, luego de empezar los viajes. Ellos son felices juntos. Pero había algo dentro de Juddy que estaba incompleto. Ella extrañaba los Ángeles. Extrañaba a Dom y al equipo. A su hermano Luke. Ahora que lo pensaba, ellos no sabían lo que tenía con Deckard, y eso seguramente sería para problemas, más con su hermano Luke. No sabía nada de ellos, ni ellos de ella. Ni siquiera sabía nada de Jake Gibson. Owen había vuelto a la cárcel ya terminadas las misiones, y Deckard lo extrañaba al igual que Juddy. Para el mayor de los Shaw era dificil estar lejos de Owen, aunque no lo pareciera, quiere muchísimo a su hermano. Y Juddy lo sabia. Por eso muchas veces no hablaban de el.

- ¿Quieres volver a los Ángeles? - pregunta Deckard.

- Una parte de mi quiere volver, es mi hogar, ¿sabes? - Deckard sonríe ante el sentimiento de su novia - Pero también estoy feliz de estar aquí, y contigo...

       Lo que ella dice hace que el le de un beso en los labios, uno dulce y corto. Ella sonríe en el medio del beso y el apoya su frente con la de ella.

- Sabes que haría todo por ti.

- Deckard...

- Si quieres volver, hagámoslo - lo que dice Deckard hace que ella abra los ojos y lo mire -. Sé que los extrañas. Son tu familia.

         El lo entendía. Juddy sonríe y le da un beso nuevamente.

- ¿Cuando partimos? - pregunta Juddy, y el sonríe. A él le encanta que ella sea feliz. Le gusta verla feliz.

- Mañana, si quieres - dice el, ahora caminando hacia su departamento con las manos entrelazadas -, hoy, hace una hora, cuando quieras.

- Que gracioso - le dice Juddy, empujándolo, y sacándole una risa a Deckard.

      Los dos suben el ascensor hasta su departamento. Luego de entrar a él, Juddy va directo a tirarse en el sillón, abierta de brazos y con el abrigo de Deckard aún puesto.

- Sabes que odio caminar - le reprocha Jude, lanzando un suspiro.

- Si, lo se - admite Deckard, agachándose pasta prender la chimenea frente a ella.

     Los dos se quedan callados por un momento hasta que Deckard va a encender la radio. Ella observa como el cambia las estaciones hasta encontrar una buena canción, hasta que encuentra una al azar. Era una melodía lenta, muy hermosa. Los dos conocían esa canción.

- Air Supply, que conveniente - dice Jude, ahora mirando como él se acerca a ella. Deckard le extiende su mano y ella le sonríe. Sabia lo que quería hacer.

      Juddy toma su mano y se levanta del sillón y comienza a bailar con Deckard, lentamente y al ritmo de la música. Ella se cuelga de su cuello y apoya su cabeza en su pecho, cerrando los ojos al sentir su corazón latir con intensidad. Deckard apoya su mentón en el cabello de ella y deja sus manos en la cintura de ella. Esa balada de la radio era una canción de los ochenta, y el sabía que ella amaba esa clase de canciones.

- Te amo tres millones - susurra Deckard, y Juddy lo mira a los ojos y sonríe.

- ¿Tres millones? - ríe ella - Eso es una locura.

- Tu me vuelves loco - dice el, antes de unir sus labios con los de ella. No se querían serparar uno del otro nunca.






- Jude....

        Juddy abre los ojos y, a lo primero, no sabe dónde se encuentra. Pero luego ve la ciudad. Era Tokio, Japón. Sus ojos se dirigen directamente a la persona que le dirigió la palabra, y sus ojos no creían lo que estaban viendo. Era Han. Su mejor amigo. Estaba parado frente a ella, y detrás de él estaba el auto del susodicho dado vuelta, todo destruido. Ella lo mira sin creerselo aún, con sus ojos llenos de lágrimas apunto de caer por sus mejillas.

- ¿Tenías que meterte con el? - lo que dice Han hace que ella sienta un nudo en la garganta - ¿Con el que me asesinó?

               A Juddy se le cayeron las lágrimas como si fueran una catarata. Han se acerca más a ella, haciendo que Jude retroceda asustada. Se sentía culpable, con impotencia de no manejar sus sentimientos.

- Eso no estaba en mis planes - dice la chica, aún con ese nudo en la garganta. Recuerda como Deckard era llamado por ella "el asesino de Han". Recuerda muy bien el cuanto lo odiaba.

        De repente, Han desapareció y ahora se encontraba dentro del auto destruido, tratando de respirar, con múltiples lastimaduras en su cuerpo. De una esquina, lo ve. Ve a Deckard. Tal como Dom se lo había contado, Shaw sale de su auto y camina al lado del auto de Han, mientras este explota junto con el auto.



        Juddy abre los ojos y grita del susto. Se sienta en la cama y trata de respirar lo más rápido que puede. Deckard prende la luz y se sienta al lado de su pareja, preocupado.

- Juddy, ¿que pasó? - pregunta Deckard, tomándola por los hombros, pero ella lo aparta de inmediato, recordando la pesadilla, o más bien la realidad. Al mirarla, el noto un sentimiento que nunca había visto : Juddy tenía miedo en los ojos. Los ojos de ella lo miraban con miedo y rencor. ¿Cómo podía haber olvidado lo que hizo?

- Nada... - dice Juddy, abrazándose -. Fue solo... una pesadilla.

       Ella no le dirige la palabra y de acuesta de nuevo, dándole la espalda. Deckard se queda viendo a su novia, aún dudando si insistirle o no el que le estaba pasando. Pero decidió volverse y comenzar a dormir. El no lo vió, pero a Juddy comenzaron a caerle lágrimas de los ojos, con cuidado de que el no la escuchara. ¿Que diría su hermano si se entera que está con Deckard? ¿Que dirían los del equipo? "Es un criminal, pequeña, no confíes en el. El asesinó a Han, ¿lo olvidaste?" dijo Brian una vez. No, no lo había olvidado.

              No podía olvidar.

HOBBS AND SHAW : A Fast And Furious FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora