Capítulo 10

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No había visto a Natalia desde lo que pasó el otro día. Tampoco había hablado con ella, no me había mandado ningún mensaje y yo tampoco sabía muy bien que decirle. Solo esperaba que estuviera mejor, no había podido parar de pensar en ella. Si resulta que quien le había echo eso era Mikel, yo misma le iba a matar por hacerle daño a Nat. A pesar de que me hayan dicho que es un buen tío, me parecía sospechoso que Natalia estuviera perfectamente y justo después de que el llegará pasara esto.

Alguien llamo a la puerta de mi habitación cuando estaba ya poniéndome las zapatillas para ir a la fiesta. Le dije a quien fuera que pasase, era Joan. Vino ayer por la tarde y se quedó a dormir en la habitación de invitados.

—Vaya Alba. —Me dijo sonriendo y mirándome de arriba a abajo. —Vas preciosa.

—Gracias. —Respondí sonriendo. —Tú tampoco vas mal del todo.

—Ah ¿en serio? ¿Que no voy mal del todo? Estoy seguro de que ningún tío en el que te hayas fijado de por aquí me llega a la suela de los zapatos. —Afirmó.

—Lo que tú digas. —Me reí. —Venga vamos. Dani está esperando abajo.

Nos subimos en el coche y enseguida llegamos. Había un montón de motos aparcadas, Nat comentó que también vendrían amigos de Mikel así que supuse que eran de ellos. Me ponía mala solo de pensar en ese tío.

Dani nos dejó allí y se marchó diciéndome que le mandase un mensaje cuando quisiera volver, que el vendría a buscarnos. Se podía oír la música desde la parte superior. Vi a Joan fijándose en la gente que había, casi todos iban con sus chupas de cuero y pintas de motero.

—¿No es una fiesta con la gente de tu insti? Porque ésta no lo parece. —Comentó el chico extrañado.

—Si que vienen unos amigos del insti pero estos son todos por aquí. No me seas gilipollas y no les juzgues por no ser multimillonarios hazme el favor.

—Esta bien, esta bien. —Dijo sonriendo.

Bajamos y allí la vi. Estaba al lado de una hoguera, riéndose de algo con Miki y Dave. Esa era la Natalia de siempre, no tenía nada que ver con la del miércoles pasado. Se giró hacia nosotros y me sonrió como lo hacía siempre. No pude evitar fijarme en que la herida de la ceja seguía allí. Me hizo un gesto para que me acercara y así lo hice, con Joan siguiéndome por detrás.

—Por fin apareces rubia. —Me dijo pasando un brazo por encima de mi hombro. Como me dijo Miki que haría, actuó como si no hubiera pasado nada. Se quedó mirando a Joan. —Es es tu amigo ¿no? ¿Jaime? No, Jorge ¿verdad?

—Joan. —Respondió el chico secamente. No pude evitar reírme. —¿Y dónde dices que están tus amigos del instituto?

Todavía tenía el brazo de Natalia rodeando mis hombros. Le señale con la cabeza como bajaban por la cuesta. Venían todos juntos con Carlos. Se acercaron a nosotros.

—Recheee. —Me dijo Carlos acercándose para darme un abrazo. Cuando se separó cogió un vaso de cubata que había en una mesa improvisada que estaba al lado de la hoguera y me lo dio. —Toma, un ron cola, que se que gusta.

Les saludé a todos y les presenté a Joan, estuvimos un rato bebiendo y hablando alrededor de la hoguera. Natalia seguía en su línea de no dejar de vacilarme, cada vez me gustaba más que lo hiciera.

La noche avanzaba y la gente ya empezaba a ir un poco mal a causa del alcohol, Joan entre ellos. Natalia sin embargo no había probado ni una gota, parecía ser verdad lo que me dijo el otro día en mi piscina. Miquel se acercó a nosotros, vi como Natalia le cogía de la mano y le sacaba a bailar. Me jodió verles bailar así de pegados.

Runaway || AlbaliaWhere stories live. Discover now