Devuelveme mi vida 《YOONMIN》

6: Ese no es Yoongi

Aquella noche tanto Jimin como Yoongi no pudieron dormir. El pelinegro había llamado a su roomie para que no lo esperara hasta mañana, ya que dormiría en la casa de un amigo. El interrogatorio de Kook hacia él había sido demasiado agotador, pero al final habían logrado convencerlo de que nada raro estaba pasando.

— Yoongi Hyung, mañana no tengo trabajo, por lo que puedes quedarte aquí. — Jimin se acercó al ahora rubio con una tasa de té.

— Mañana, tenemos que ir a mi universidad, no puedo faltar dos días seguidos y luego iremos a mi trabajo.

Jimin suspiró cansado, pero era justo, él había ido a sus sesiones y ahora él tenía que ir a su universidad.

— Está bien. — hablo después de terminar de cenar. — Deberíamos dormir.

Jimin estaba algo incómodo, jamás había dormido con alguien que no sea su mejor amigo en su departamento y ahora un extraño estaba en ella junto con él a punto de dormir en la misma habitación.

— Si te incomoda puedo ir a mi departamento, no está muy lejos. — Yoongi no quería incomodar...

— No, no es eso. Solo que... — hizo una pequeña pausa. — Es difícil verme en otra persona aún.

— Lo entiendo. — fue lo único que trato de decir y Yoongi se fue a dormir.

La noche no había sido para nada placentera, pero no tenían otra opción más que acostumbrarse hasta cambiar de cuerpos otra vez. Al día siguiente los dos se despertaron muy temprano y se bañaron por separado, pero eso no quito la extraña sensación de estar lavando en cuerpo de alguien más.

— Mis clases son a las diez, por lo que tenemos tiempo para desayunar. — y antes de que Yoongi cogiera algo de la cocina, Jimin lo detuvo. — ¿Qué pasa?. — preguntó.

— Yo sigo una dieta estricta en las mañanas, por lo que yo haré el desayuno.

Yoongi se sentía muy incómodo, él odiaba seguir dietas, en sí nunca las había seguido, pero sabía que no tenía otra opción más que hacerle caso, poco a poco ya se estaba arrepiento de haber querido una vida así.

— Mi universidad no queda muy lejos a sí que podemos tomar un taxi. — dijo Yoongi después de terminar aquel asqueroso desayuno "nutritivo".

— Okay, pero tenemos que ponernos cubrebocas.— Jimin era demasiado exasperante, le había dicho como vestirse y también como desayunar y ahora le decía que tenían que ponerse tapabocas.

Yoongi solo contaba las horas para estar lejos de aquel niño arrogante.
Cuando llegaron a la universidad, Yoongi seguía con el cubrebocas, pero Jimin se lo había quitado, ya que al estar en el cuerpo del pelinegro nadie le diría nada.

— Solamente tienes que entrar al salón y escribir lo que está en ella. — Yoon trató de calmar sus nervios. — Tengo un amigo que me ocupa espacio, únicamente siéntate donde te llamen.

Jimin entró al salón y fue llamado por un chico de hermosa sonrisa, Hoseok. El pequeño algo confundido se sentó junto a él.

— ¿Por qué no viniste ayer Suga? Jungkook me dijo que estuviste muy extraño todo el día y no te apareciste en su depa. — Hoseok sonaba preocupado y Jimin quiso sonar tranquilo.

— Nada más un pequeño problema, no te preocupes, amigo. — eso había sonado demasiado falso.

— ¿Amigo? Mierda Yoon hoy también estás raro. — Hoseok, lo miro muy extrañado. — Tienes suerte que ayer el docente enfermó y no dimos examen.

— Gracias a Dios. — Jimin sonrió en grande, tenía algo de preocupación por aquel examen que Yoon había perdido.

Hoseok lo miro más que extrañado, su amigo no sonreía con tanta naturalidad casi nunca. Algo estaba pasando y él quería saber. Jimin, por otro lado, no tenía ni idea de que hacer, solo escribía todo lo que la docente hablaba y escribía, pero sus pensamientos estaban muy lejos de todo eso y al parecer medio salón ya se había percatado de lo extraño que estaba actuando el despreocupado Suga.

— ¡Señor Min!. — grito la profesora. — Está usted muy distraído. Si no le importa mi área puede retirarse.

Un común Yoongi ya se habría parado y salido del salón tirando de la puerta, pero no Jimin.

— Lo siento profesora, prometo que será la última vez. — en aquel salón no se escuchaba ni a un grillo cantar, el silencio era sepulcral.

"Ese no es Yoongi" había escuchado Jimin a todo el salón murmurar e incluso la docente se había quedado muy sorprendida.

— E-eso espe-ro señor Min. — hablo por fin y siguió con la clase.

Jimin no tenía ni idea de por qué todos lo miraban de aquella forma, que él, supiera, no había hecho nada malo ni nada fuera de lo usual. A Hoseok por poco y se le cae la quijada al suelo cuando veía las actitudes de aquel Yoongi.

Cuando todas las clases de aquel turno habían terminado, Jimin salió corriendo de su aula, ya que Suga le había dicho que lo esperaría por si tenía algún problema. Lo que no vio Jimin fue que dos curiosos amigos lo seguían de cerca. Jimin llegó hasta un auto que lo esperaba en la entrada de la universidad, al estar cerca se dio cuenta de que era el suyo.

— Trajiste mi auto.— hablo un sonriente pelinegro.

— Me pareció más adecuado que esperarte todas las horas parado. ¿Cómo te fue?.— Yoongi se quitó el cubrebocas y dos curiosos amigos se sorprendieron, pero decidieron seguir escuchando en silencio.

— No fue tan difícil Yoongi Hyung, tus clases no son tan malas.

Yoongi sonrió. — Te lo dije, fue peor ayer. Tus sesiones de fotos son cansadas, no sé cómo aguantas Jimin-ssi.

Jungkook y Hoseok no daban crédito a lo que acababan de escuchar, Yoongi le había dicho Yoongi a un chico y este chico le dijo Jimin a Yoongi. No podían estar más perdidos, pero lo que si sabían era que necesitaban una explicación para todo ello.

— ¿Suga?. — fue Jungkook el primero que se acercó hasta ellos. — ¿Por qué le dices Yoongi a él y por qué él te llamo Jimin?

Los dos implicados se quedaron quietos, ninguno de los dos había planeado contar eso, a nadie, creían que era mejor si nadie se enteraba y solucionaban esos solos, pero ya no había marcha atrás, tenían que contarlo por más extraña que sonara.

— Les explicaremos en el auto, por favor suban. — Kook y Hoseok se miraron con desconfianza, pero al final su curiosidad les ganó y entraron.

Nunca habían tenido una conversación tan extraña en sus vidas y aunque al principio supusieron que era una broma, la seriedad tanto de Jimin como de Yoongi término por convencerlos. Luego de ello se quedaron en silencio por unos largos minutos hasta que los amigos se dieron cuenta de que habían llegado a uno de los barrios más lujosos de Seul. Al llegar al ascensor, tanto Kook como Hoseok iniciaron con las preguntas otra vez.

— Si tú. — señaló al pequeño de cachetes. — eres Yoongi hyung, dime como me llamas cuando estás ebrio.

Yoongi se sorprendió, ya que eso era muy vergonzoso y solo ellos lo sabían. — Seokseok o Solesito. — susurro.

Todos en el elevador se rieron ante aquellos apodos tan ridículos, Kook se había quejado, puesto que a él nada más le decía mocoso o rata. Luego de un momento, los cuatro salieron del elevador tratando de pensar en una solución.

— No puedo creer que esas cosas realmente existan. — hablo Kook.

— ¿Y si jamás pueden cambiar de cuerpo? Si tú te quedas como Yoongi y Yoongi se queda como tú, ¿Qué harán?. — Hoseok los estaba poniendo mucho más nerviosos de lo que debería.

— ¿Qué significa todo eso Chimchim?. —Taehyung se encontraba en la puerta del pent house de su mejor amigo.

Todos se quedaron petrificados, pero más uno que se había quedado embelesado con tan hermosa persona a su frente. Oh, oh, al parecer esto no sería tan secreto.

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Espero les esté gustando! ¡Se pondrá mejor!