7: Esto no será fácil

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Tanto Jimin como Yoongi tuvieron que contar la historia una vez más, aunque fue más fácil convencer a Taehyung, ya que era muy inocente. Ninguno sabía que hacer en aquel momento todo había sido tan extraño y fuera de lo natural que no sabían como reaccionar.

— Esto es como aquella película antigua "Viernes de locos" ¿Verdad?.— todos miraron a Tae confundidos y extrañados ¿Cómo podía comparar algo tan serio con una película?. — ¿Qué?... está bien, me callo.

Cuando la hora de ir al trabajo de Yoongi llegó todos los presentes se fueron cada quien a su departamento, Jungkook quien había congeniado muy bien con Tae se fueron juntos intercambiando números.

— En mi trabajo. — comenzó Yoon.— Solamente tienes que ordenar los productos y ayudar a quien lo necesite. — Jimin únicamente asentía.

— Tu trabajo es muy fácil.— hablo de forma muy ofensiva.

— ¿Perdón?.— lo que más odiaba el mayor era a la gente que menospreciaba a los demás.

— Solamente digo, tienes una vida fácil. Trabajas en las tardes en una tienda poco frecuentada, estudias lo que amas y por si fuera poco vives solo con un amigo fuera de las garras de tu familia ¿Por qué envidiarme?.— Yoon no podía creer que el chico creía que su vida era fácil.

— Tú no conoces mi vida ni todo lo que me costó estar aquí.— Yoon estaba enojado.— Tú tienes dinero, un futuro asegurado, fama y un montón de gente que te adora ¿Por qué envidiarme?. — el mayor se acercó cada vez más a Jimin mientras hablaba.

— No, todo lo que brilla es oro...— Jimin se alejó mientras salía de su departamento. — Tu vida es ordinaria, ¿Qué de trágico podría haber en alguien como tú?. — hablo despectivamente.

Jimin salió del departamento por completo esperando a Yoon en el ascensor, cuando este llegó se quedó parado mirándolo fijamente.

— Eres despreciable, no te golpeo solo porque estás en mi cuerpo.

Fue lo último que dijeron, se subieron al ascensor en silencio y fueron hacia el auto de la misma manera, estaban metidos cada uno en sus propios pensamientos que no se dieron cuenta de la camioneta que los seguía sigilosamente.

Se estacionaron una cuadra antes de llegar al supermercado y caminaron hasta llegar a la puerta trasera del edificio, al entrar ninguno de los dos dijo una sola palabra hasta que fue realmente necesario.

— Solamente no hagas que me despidan.

Yoon no espero ninguna respuesta, salió del lugar metiéndose en el auto y esperando allí las cuatro horas que duraban aquel día su trabajo, quedándose dormido muy rápidamente, algo que no cambiaría así estuviera en el cuerpo de alguien más.

Jimin, por otro lado, estaba muy agotado, el trabajo al final no había resultado tan fácil. El chico tenía que caminar de un lado a otro para cargar productos y acomodarlos y ayudar en lo que podía a los clientes que se sorprendieron por la inutilidad del chico para guiarlos siendo un empleado. El menor estaba a pocos minutos de terminar su jornada laboral cuando su jefe lo llamó.

— Yoongi, ven siéntate.— Jimin se sentó rápidamente esperando no ser despedido por las quejas de algunos clientes.

— ¿Para qué me llamó señor Choi?.— Jimin daba gracias a dios que el nombre del hombre estuviera en un gafete a su lado.

— Yoongi, aquí está tu paga.— dijo entregándole un cheque. — Sé que ahora es un poco más difícil, ya sabes... después lo de tus padres. — ¿Padres? Jimin no entendía ¿habrían fallecido o algo así?

— Muchas gracias, señor Choi.— Jimin estaba a punto de pararse si no fuera porque el hombre hablo.

— Yoongi, sé que no es fácil... me alegra que aún sigas estudiando lo que realmente amas, solo no vuelvas a caer en esa porquería ¿Sí?

Ahora, sí que estaba confundido, no tenía idea de lo que aquel señor decía y tampoco sabia si quería saberlo. Únicamente se paró de aquella silla y salió disparado en busca del auto, quería largarse a dormir y no despertar por lo menos de diez horas.

Cuando llegó al auto vio que Yoongi dormía y recordó lo que le dijo el señor Choi ¿Tendría algún vicio? ¿Alcohol, drogas? Realmente no lo sabía y seguramente Yoongi jamás se lo diría, había hecho que lo odiara con sus comportamientos de niño mimado.

— ¿Cómo van con el cambio?. — Jimin salto al ser asustado por aquella voz.

— NamJoon, no me asustes así. Casi te golpeó aunque ganas no me faltan.— lo miró mal y Nam solo se encogió de hombros.

— Vaya, ya hasta adoptaste el mal humor de Yoongi. — esta vez fue Jin quien hablo.

— Recuerda que depende de ustedes cambiar de cuerpo. Al menos que les guste ser el otro.

Jimin quiso responder, pero tanto Nam como Jin ya se habían ido, nada más levantó sus manos sacando el dedo del medio y moviéndolo por el aire. Entró al auto y condujo hasta su departamento, cuando estaba a punto de salir recordó algo muy importante. Ninguno de los dos se había puesto un cubrebocas aquella tarde, únicamente esperaba que nadie los hubiera visto.

El menor despertó a Yoongi haciendo que se pare y camine hasta el elevador. Cuando entraron en él, un pequeño flash los cegó por un momento, pero no pudieron ver lo que era, ya que el elevador se cerró.

— Solo espero que no fuera un reportero. — era lo menos que necesitaba en aquel momento.

— ¿Te da vergüenza ser visto con alguien común y pobre?. — Yoongi no había olvidado aquella palabra.

— Lo siento. — Jimin lo miro, pero él no podía quitarse una pregunta de la cabeza. — ¿Dónde está tu familia?. — preguntó sin ser muy obvio.

— Que te importa. — Jimin lo miro, miro enojado, no se acostumbraba a verse a sí mismo. — Viven en Daegu, pero no los veo desde que me botaron de casa por no ser el hijo prodigio que esperaban.

— ¡Oh! Lo siento.— ahora lo entendía, seguro fue drogadicto o alcohólico y por eso lo dejaron, eso explicaba por qué era tan pálido y delgado.

No había ninguna conversación más dentro del ascensor, Jimin había decidido que era mejor si Yoon dormía en su departamento hasta que pudieron cambiar por lo que ni bien llegaron al pent house cada uno fue a bañarse y cambiarse por separado, luego se tiraron a los lados de la cama quedando dormidos profundamente, bueno al menos el menor sí.

Yoon no pudo dormir tan rápido que de costumbre llorando en silencio al recordar a su familia, jamás podría olvidar aquellos años, como cayó lentamente estando solo, si no fuera por Jungkook y Hoseok estaba seguro de que su vida habría tenido otro final, uno trágico y doloroso.

Jimin y Yoongi suponían cosas del otro como si lo supieran todo, jamás se pararon a pensar en que quizá sus vidas no eran las únicas con defectos y peligros.

♥♡♥♡♥
Perdón por la demora, es que acabo de terminar mi otro fic y me puse sad :(

Devuelveme mi vida 《YOONMIN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora