Capitulo 30

16.6K 892 110
                                    

La bebida salió disparada de mi boca una segunda vez. Y lo miré una vez más. Él debía estar bromeando.

-¿Qué? -pregunté, aún con la impresión en mi garganta. Él sonrió sin mostrar los dientes y de una manera tan sexy que me causo escalofríos. Inclinándose, toco con su mano derecha mi rodilla, la cual quité de inmediato.

-Que lo harás conmigo, no hay chico misterioso, no hay nadie más que yo -explicó, recostándose en el sillón, alejándose considerablemente de mí, quizá por mi reacción.

Sin palabras. Trague grueso y miré a todos lados nerviosa, el silencio incómodo me estaba matando ¿qué debería hacer ahora?

¿Marcharme a casa o aceptar su propuesta?

-¿Te pusiste la ropa interior? -Preguntó, llamando mi atención, respiré profundamente y asentí- ¿Quieres hacer esto, o no?

Una vez más estaba sin palabras, era algo difícil de contestar, obviamente mi mente decía que si, al igual que mi corazón. Pero esto me había tomado por sorpresa, tan de repente que si contestaba ahora, quizá metería la pata.

-____ -me llamo y casi sonó impaciente.

-Quiero hacerlo, pero... -mi voz se desvaneció y lo miré- ¿qué pasa si hago algo mal? ¿Todo cambiará entre nosotros?

Él suspiro y me di cuenta que había dado en el blanco. Él no había pensado que sucedería luego de que nosotros tuviéramos algo, nosotros solo nos habíamos besado y nos distanciamos un poco.

-No lo sé, no lo había pensado -confesó y se levanto, ofreciendo su mano la cual tome con gusto, quedando frente a él, a escasos centímetros- ¿Pero que piensas si lo averiguamos? -pregunto susurrando, su aliento choco con el mío y sus labios prontamente atacaban los míos desesperadamente.

¡Cielos, sí! Obviamente quería averiguarlo.

Su lengua entro a mi boca sin autorización y me encontré perdida. Oh Dios ¿Qué tenía este chico que son solo respirar frente a mí me hacia perder la razón?

-¿Es eso un sí? -pregunto, beso a beso. Nuestros labios se movían con sincronía al igual que sus manos en mi cintura.

-Es un, claro que si -respondí, sin separarme de él. Sonrió sobre mis labios y comenzó a avanzar, recostándome en el sillón, repartiendo pequeños besos por mi cara y cuello.

Gemí y con las manos temblorosas comencé a tocarlo. Era realmente inexperta de acuerdo a esto, así que lo acaricie como pude.

-Estas haciéndolo bien -me alentó y sonreí contra su cuello- Iremos lento ¿vale? Cada cosa a su tiempo.

Asentí por su consideración y me ayudo a levantarme.

-Primero, tú me tocarás a mí y cuando estés lista, lo haré yo contigo ¿De acuerdo?

-De acuerdo -respondí en un murmuro.

-Comienza -dijo, sonriendo. Levanté una vez más mis manos y las coloque en su pecho, cubierto por una fina camisa.

Tantee y acaricie su pecho y abdomen con lentitud, disfrutando de este pequeño privilegio un rato, descubriendo cada pequeño secreto de su cuerpo.

-Desabróchame los botones -ordeno en un susurro jadeando, tomando mis manos y colocándolas en los obstáculos que me separaban del deleite de ver su tronco totalmente desnudo.

-¿Qué? -él rio roncamente con los ojos lujuriosos y se acercó una vez más a mí.

-Que desabotones mi camisa -repitió en un murmuro sobre mi boca. Asentí lentamente y trague grueso.

Desabroche el pequeño botón como él me lo pidió y pude ver una pequeña parte de su pecho. Oh Dios ¿realmente podría soportar esto?

Seguí desabotonando uno por uno los botones, dejándome ver la perfección de su abdomen.

-Sácala -pidió ahora y tome los bordes de esta, deslizándola lentamente por sus brazos- ¿Lista? -preguntó una vez que pude admirar por completo su anatomía, asentí- Ahora ve por los pantalones.

Sigue leyendo----->

Virgen a los 25. (l.h)Where stories live. Discover now