ℙℝ𝕆𝕃𝕆𝔾𝕆

168 14 90
                                    

Ubicación: Clasificada

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Ubicación: Clasificada.
Fecha: Desconocida.
Año: Desconocido.

Los ojos de la mujer permanecieron fijos en la nada, incluso después de sentir la suave brisa helada llegar a ella, haciendo que sus hermosos cabellos de oro y plata se batiesen en suave lucha contra aquel clima que cada vez hacía notar más y más su inclemencia. Encontrar se tipo de tormentas era extraño para la estación en la que vivía aquel mundo, familiarizado con sus características singulares al haberlas llevado eones consigo, pero permaneció impasible a pesar de ello.

Sabía que no era más que un presagio. Una advertencia, o mejor dicho, una muestra, de los días que estaban por venir. Días oscuros que se habían acercado desde el inicio de sus tiempos, pero nunca como sabía, estaba por suceder más pronto de lo que nadie esperaba. Lo sabía, y no podía importarle menos. A ella, la Segadora de los Miles, la gran hechicera que en esos momentos estaba de pie, altiva y poderosa, en la cima de la torre más alta de su fortaleza, desafiando a la tormenta misma, no le importaba nada.

Nuiana Saudrielle, la Dama Indeseable, no sentía nada por nadie.
Y era por eso que era tan temida.

Aquel frío esmeralda que atravesaba el horizonte trocó en una ligera expresión de reconocimiento cuando vio la sombra acercarse desde la lejanía a una velocidad digna de ser admirada, su presencia logrando hacerse notar entre los rugidos del viento y las señales de la tormenta manifestadas entre la oscuridad creciente del cielo. Pese a todo, permaneció quieta, esperando a que las figuras que ahora entraban en la fortaleza viniesen a ella. Esperando, más específicamente, al líder de aquel numeroso batallón, que al cabo de unos minutos, finalmente se hizo presente junto con el sonido de sus pesados pasos.

Fue entonces que Nuiana finalmente movió una mano, acallando los rugidos del viento, dejando el lugar en completo silencio. La figura sin nombre ni rostro se inclinó ante ella, quien volvió a permanecer impasible por unos segundos más, antes de decidirse a romper el silencio en primer lugar.

—Mírame. —ordenó con una voz carente de emociones, extendiendo una mano hacia la figura. Esta obedeció igual de silenciosa, volviendo a inclinarse con respeto antes de mirar hacia aquellos ojos fríos que le comandaban, aún hincado sobre una de sus rodillas.

—No soy digno de estar ante usted, mi señora. —respondió en un susurro que sonaba tan suave como inquietante.

—No. No lo eres. Mas eres necesario, y tienes información que yo requiero. —con otro gesto de su mano, aquel soldado sombrío se puso de pie, y solo requirió uno más para que volviese a hablar.

—La tropa que fue tras los últimos fugitivos ha vuelto. Perdimos a 67 en total mientras intentaron cruzar las montañas. —la mirada de la hechicera se tornó más escalofriante al oír aquello, si era posible, haciendo que su interlocutor dudase en si seguir o no por unos segundos, antes de continuar. — 15 cerca de una de las fosas, 20 durante la persecución, y los otros por culpa de un derrumbe.

𝕽𝖊𝖓𝖆𝖎𝖘𝖘𝖆𝖓𝖈𝖊: 𝐑𝐈𝐒𝐈𝐍𝐆 𝐃𝐀𝐑𝐊𝐍𝐄𝐒𝐒 (ᴀᴄᴛᴜᴀʟɪᴢᴀᴄɪᴏɴᴇs ʟᴇɴᴛᴀs)Where stories live. Discover now